ECONOMIA
Comisión PermanenteOf. Administrativa: Piso P03 Oficina 306
Jefe CPN. SILVA SANDRA BEATRIZ
Jueves 11.30hs
Of. Administrativa: (054-11) 6075-2353 Internos 2353
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Reunión del día 04/05/2017
- CONJUNTA
SR. PRESIDENTE KICILLOF Damos comienzo a la reunión conjunta de las comisiones de Economía, que presido, y de Industria, que preside el señor diputado De Mendiguren, quien no ha podido concurrir por un problema con los vuelos, por lo que seguramente se hará presente alguna otra autoridad de dicha comisión, lo que informaremos cuando llegue.
Por otro lado, en este mismo momento, hemos decidido -sobre tablas- hacer esta reunión en forma conjunta también con la Comisión de Vivienda, representada aquí por su presidente, el señor diputado Depetri.
Antes de comenzar con las exposiciones de los invitados quiero agradecer su concurrencia y el esfuerzo que han hecho para poder estar aquí presentes tanto las autoridades -me refiero al ministro de Industria de la provincia de Misiones- como los representantes de las diferentes cámaras y sectores vinculados con la construcción, particularmente con toda la cadena del sector maderero. Les agradecemos por su esfuerzo.
Esta Cámara de Diputados y algunas de sus comisiones están muy preocupadas no solo por la situación que atraviesa el sector foresto industrial, sino también por la de muchos sectores vinculados con la producción. Me refiero a la situación del mercado interno, lo que está sufriendo con la caída de la demanda y las condiciones financieras vinculadas con las tasas de interés que se están experimentando, y a los sectores industriales. Hemos realizado muchas reuniones con diversos sectores de pymes y de economías regionales. En este sentido, lamentamos que la Comisión de Economías y Desarrollo Regional no conforme hoy esta reunión conjunta.
Cabe señalar que esta situación se reproduce en muchos sectores y se ve agravada por dos factores que quisiera dejar de manifiesto en esta oportunidad y que hemos conversado con la señora diputada Britez, quien también ha hecho un gran esfuerzo para convocar a todos ustedes.
Le agradezco el esfuerzo que ha hecho.
Quiero dejar en claro que una cuestión tiene que ver con la situación económica general que está atravesando la Argentina. Eso se conoce, son números objetivos, públicos, que tienen que ver con la caída del Producto Bruto Interno del año pasado, de 2,3 puntos. Esa situación se ha extendido, a pesar de las previsiones que hubo, primero para el segundo semestre del año pasado, y después para principios de este año. Ahora, aparentemente, se espera el final de este año para tal vez alcanzar una mejora en el año siguiente.
Nosotros sabemos que nuestros sectores productivos no pueden aguantar dos años de recesión, pero hay una situación vinculada al mercado interno, a la caída de los salarios del año pasado, que uno podría decir que son problemas que tiene y manifiesta la política económica -de los cuales podemos dar grandes discusiones-, pero evidentemente no se ha hecho nada para revertirla.
Particularmente, algunos esperábamos que este año hubiese una mejora en el nivel de los ingresos de los asalariados, de los jubilados, de los diferentes sectores vinculados al consumo popular, que no se ha dado porque las paritarias se ha buscado que cierren -a lo sumo- a niveles de la inflación de este año, con pérdida del salario real, que ya ha ocurrido el año pasado y que no se va a recuperar. Todo esto tiene que ver con la macroeconomía y con discusiones que podríamos acarrear durante largo tiempo.
Lo que es indiscutible e imperdonable es el hecho de la apertura importadora, que no se puede remitir ni a una situación de desequilibrio fiscal, ni a una situación que tenga que ver con alguna normalización, algún sinceramiento.
Es decir, abrir las importaciones es claramente un elemento central en un plan de desindustrialización del país. No hay excusas. No hay explicaciones. Si uno abandona la administración del comercio y deja entrar productos extranjeros que se producen también en la economía nacional en un contexto recesivo mundial, de crisis mundial, la verdad es que lo que está haciendo es llevar adelante una política deliberada de castigo a los sectores productores internos.
Tal como he dicho, si esto acompaña además un debilitamiento de la demanda interna, del mercado interno -y es algo que hemos comentado con muchos sectores, como el textil, de juguetes, del plástico, la marroquinería y el calzado-, distintos sectores sufren por la reducción de la demanda interna agravada, porque esa demanda interna menor debe ser compartida con sectores externos a través de la apertura de las importaciones.
No hay muchas discusiones sobre política económica: si uno abre las importaciones en un contexto recesivo, duplica el deterioro de la producción local. Todo el mundo sabe desde la época de Keynes -y no quiero ponerme técnico- que en un contexto de recesión económica y de incertidumbre el Estado puede terminar siendo una rueda de auxilio, un motor adicional, un resorte o una palanca que sostenga la producción interna. Ahora bien, si la decisión del Estado en un contexto recesivo nacional e internacional es comprar productos importados, directamente no hay manual de economía ni escuela o pensamiento económico -y menos político- que pueda perdonar esta maniobra.
Por eso nosotros hemos generado todas las comunicaciones que se podían y hemos hecho los esfuerzos posibles por intervenir en este tema. Felicito y agradezco la presencia del ministro de Industria de la Provincia de Misiones. En una situación recesiva local con caída de la demanda, abrir las importaciones es un crimen. Si además, en un contexto recesivo, los fondos del Estado se destinan a la compra de productos hechos en el extranjero, no existe absolutamente ninguna explicación distinta que una deliberada política de destrucción de la producción nacional. Cuando la actividad privada está adormecida, lo que queda es el Estado. Pero el Estado debe apuntalar el crecimiento del salario, mejorar las condiciones del crédito y generar alguna administración de comercio en el sector privado.
Hemos discutido con otros sectores -y en particular con el eléctrico- el caso de CADIEEL, que denuncia que se está incumpliendo la ley de Compre Nacional a la hora de comprar tecnología para la generación eólica. También ocurre con la transmisión: ayer me tocó visitar la única fábrica de aislaciones cerámicas de la Argentina, puesto que hoy se importa masivamente del Brasil y de Colombia. Estamos trabajando con lo poco que tenemos y con el pago de impuestos de los argentinos para terminar trayendo producción extranjera.
Voy a pedir a Cristina Britez y al presidente de la Comisión de Vivienda y Ordenamiento Urbano, diputado Edgardo Depetri, que hagan un breve comentario antes de darle la palabra a los invitados para hacer diagnóstico y para que nos pongan en autos de primera mano sobre cuál es la situación del sector.
Nosotros tenemos un informe de FAIMA que se refiere a la fuerte caída de la demanda y la producción en toda la cadena de valor. Pero en particular les pido que nos comuniquen en primera persona cuál es la experiencia que están atravesando.
De todas maneras, en el caso de CADIEEL que comentaba recién, tenemos denuncias concretas de que se está violando la ley de Compre Nacional. Sabemos por trascendidos periodísticos que hay un intento de compra de viviendas terminadas. Por eso se quiso sumar también el diputado De Mendiguren -que tuvo un problema con su vuelo-, quien ha denunciado públicamente la compra de casas prefabricadas provenientes de China. Esto es un trascendido periodístico que, según tengo entendido, ha sido confirmado por las autoridades del gobierno nacional. Por supuesto que han dicho que solamente se trata de 15.000 viviendas de China, pero tenemos confirmada entonces la compra de las primeras 15.000 viviendas chinas, que le van a sacar trabajo a nuestros laburantes, industriales y productores primarios.
Si esto está confirmado, sabemos que hay una importante operación para que estas cuestiones no se conozcan.
A mí me ha tocado desempeñar tareas de mucha responsabilidad en el gobierno anterior.
Por eso hablo con toda la autoridad de saber que si nosotros hubiéramos hecho esto, habría sido un escándalo. Algo ha cambiado en la Argentina para que esto, ahora, no sea un escándalo. Nosotros no lo hubiéramos hecho nunca. Pero si lo hubiéramos hecho, saludablemente habría sido un escándalo nacional.
Debería ser un escándalo nacional la confirmación, que ya tenemos, de que se permite la compra de viviendas producidas en el extranjero cuando la industria forestal está con graves problemas en términos de su producción y de su perspectiva. Pero no solo se permite, sino que es el propio Estado la punta de lanza que les muestra a los demás cómo quieren que sea esta situación.
Dicho esto, reitero, lo que nosotros pretendemos es tener un informe en primera persona y, en la medida de lo posible, darle la mayor visibilidad a la situación del sector y a lo que representaría o significaría esta política si se replicara en forma masiva. Porque a veces, cuando es solamente un renglón dentro de alguna nota periodística, se pierde de vista el drama social, el drama económico y el drama productivo que se genera con este tipo de medidas.
Hay mucha insensibilidad y no podemos dejar pasar esta situación como diputados, como senadores y como los diferentes representantes del sector que han venido, especialmente de la provincia de Misiones que es la principal perjudicada.
Queremos darle visibilidad a la problemática y poner el hombro para ver qué podemos hacer nosotros, desde el Congreso Nacional, para que esta política que está confirmada por autoridades -no es un trascendido- se detenga de inmediato. Si podemos conseguir que esas casas no bajen de los barcos, vamos a tratar de hacerlo.
Como decía recién, que la macroeconomía ande mal, que sea mala o que sea neoliberal, es materia de discusión política. Pero, en una situación como la actual, que el poder de compra del Estado se utilice para dar trabajo en el extranjero cuando falta trabajo en la Argentina, no tiene perdón. Muchas gracias. (Aplausos)
Tiene la palabra la señora diputada Britez.
Por otro lado, en este mismo momento, hemos decidido -sobre tablas- hacer esta reunión en forma conjunta también con la Comisión de Vivienda, representada aquí por su presidente, el señor diputado Depetri.
Antes de comenzar con las exposiciones de los invitados quiero agradecer su concurrencia y el esfuerzo que han hecho para poder estar aquí presentes tanto las autoridades -me refiero al ministro de Industria de la provincia de Misiones- como los representantes de las diferentes cámaras y sectores vinculados con la construcción, particularmente con toda la cadena del sector maderero. Les agradecemos por su esfuerzo.
Esta Cámara de Diputados y algunas de sus comisiones están muy preocupadas no solo por la situación que atraviesa el sector foresto industrial, sino también por la de muchos sectores vinculados con la producción. Me refiero a la situación del mercado interno, lo que está sufriendo con la caída de la demanda y las condiciones financieras vinculadas con las tasas de interés que se están experimentando, y a los sectores industriales. Hemos realizado muchas reuniones con diversos sectores de pymes y de economías regionales. En este sentido, lamentamos que la Comisión de Economías y Desarrollo Regional no conforme hoy esta reunión conjunta.
Cabe señalar que esta situación se reproduce en muchos sectores y se ve agravada por dos factores que quisiera dejar de manifiesto en esta oportunidad y que hemos conversado con la señora diputada Britez, quien también ha hecho un gran esfuerzo para convocar a todos ustedes.
Le agradezco el esfuerzo que ha hecho.
Quiero dejar en claro que una cuestión tiene que ver con la situación económica general que está atravesando la Argentina. Eso se conoce, son números objetivos, públicos, que tienen que ver con la caída del Producto Bruto Interno del año pasado, de 2,3 puntos. Esa situación se ha extendido, a pesar de las previsiones que hubo, primero para el segundo semestre del año pasado, y después para principios de este año. Ahora, aparentemente, se espera el final de este año para tal vez alcanzar una mejora en el año siguiente.
Nosotros sabemos que nuestros sectores productivos no pueden aguantar dos años de recesión, pero hay una situación vinculada al mercado interno, a la caída de los salarios del año pasado, que uno podría decir que son problemas que tiene y manifiesta la política económica -de los cuales podemos dar grandes discusiones-, pero evidentemente no se ha hecho nada para revertirla.
Particularmente, algunos esperábamos que este año hubiese una mejora en el nivel de los ingresos de los asalariados, de los jubilados, de los diferentes sectores vinculados al consumo popular, que no se ha dado porque las paritarias se ha buscado que cierren -a lo sumo- a niveles de la inflación de este año, con pérdida del salario real, que ya ha ocurrido el año pasado y que no se va a recuperar. Todo esto tiene que ver con la macroeconomía y con discusiones que podríamos acarrear durante largo tiempo.
Lo que es indiscutible e imperdonable es el hecho de la apertura importadora, que no se puede remitir ni a una situación de desequilibrio fiscal, ni a una situación que tenga que ver con alguna normalización, algún sinceramiento.
Es decir, abrir las importaciones es claramente un elemento central en un plan de desindustrialización del país. No hay excusas. No hay explicaciones. Si uno abandona la administración del comercio y deja entrar productos extranjeros que se producen también en la economía nacional en un contexto recesivo mundial, de crisis mundial, la verdad es que lo que está haciendo es llevar adelante una política deliberada de castigo a los sectores productores internos.
Tal como he dicho, si esto acompaña además un debilitamiento de la demanda interna, del mercado interno -y es algo que hemos comentado con muchos sectores, como el textil, de juguetes, del plástico, la marroquinería y el calzado-, distintos sectores sufren por la reducción de la demanda interna agravada, porque esa demanda interna menor debe ser compartida con sectores externos a través de la apertura de las importaciones.
No hay muchas discusiones sobre política económica: si uno abre las importaciones en un contexto recesivo, duplica el deterioro de la producción local. Todo el mundo sabe desde la época de Keynes -y no quiero ponerme técnico- que en un contexto de recesión económica y de incertidumbre el Estado puede terminar siendo una rueda de auxilio, un motor adicional, un resorte o una palanca que sostenga la producción interna. Ahora bien, si la decisión del Estado en un contexto recesivo nacional e internacional es comprar productos importados, directamente no hay manual de economía ni escuela o pensamiento económico -y menos político- que pueda perdonar esta maniobra.
Por eso nosotros hemos generado todas las comunicaciones que se podían y hemos hecho los esfuerzos posibles por intervenir en este tema. Felicito y agradezco la presencia del ministro de Industria de la Provincia de Misiones. En una situación recesiva local con caída de la demanda, abrir las importaciones es un crimen. Si además, en un contexto recesivo, los fondos del Estado se destinan a la compra de productos hechos en el extranjero, no existe absolutamente ninguna explicación distinta que una deliberada política de destrucción de la producción nacional. Cuando la actividad privada está adormecida, lo que queda es el Estado. Pero el Estado debe apuntalar el crecimiento del salario, mejorar las condiciones del crédito y generar alguna administración de comercio en el sector privado.
Hemos discutido con otros sectores -y en particular con el eléctrico- el caso de CADIEEL, que denuncia que se está incumpliendo la ley de Compre Nacional a la hora de comprar tecnología para la generación eólica. También ocurre con la transmisión: ayer me tocó visitar la única fábrica de aislaciones cerámicas de la Argentina, puesto que hoy se importa masivamente del Brasil y de Colombia. Estamos trabajando con lo poco que tenemos y con el pago de impuestos de los argentinos para terminar trayendo producción extranjera.
Voy a pedir a Cristina Britez y al presidente de la Comisión de Vivienda y Ordenamiento Urbano, diputado Edgardo Depetri, que hagan un breve comentario antes de darle la palabra a los invitados para hacer diagnóstico y para que nos pongan en autos de primera mano sobre cuál es la situación del sector.
Nosotros tenemos un informe de FAIMA que se refiere a la fuerte caída de la demanda y la producción en toda la cadena de valor. Pero en particular les pido que nos comuniquen en primera persona cuál es la experiencia que están atravesando.
De todas maneras, en el caso de CADIEEL que comentaba recién, tenemos denuncias concretas de que se está violando la ley de Compre Nacional. Sabemos por trascendidos periodísticos que hay un intento de compra de viviendas terminadas. Por eso se quiso sumar también el diputado De Mendiguren -que tuvo un problema con su vuelo-, quien ha denunciado públicamente la compra de casas prefabricadas provenientes de China. Esto es un trascendido periodístico que, según tengo entendido, ha sido confirmado por las autoridades del gobierno nacional. Por supuesto que han dicho que solamente se trata de 15.000 viviendas de China, pero tenemos confirmada entonces la compra de las primeras 15.000 viviendas chinas, que le van a sacar trabajo a nuestros laburantes, industriales y productores primarios.
Si esto está confirmado, sabemos que hay una importante operación para que estas cuestiones no se conozcan.
A mí me ha tocado desempeñar tareas de mucha responsabilidad en el gobierno anterior.
Por eso hablo con toda la autoridad de saber que si nosotros hubiéramos hecho esto, habría sido un escándalo. Algo ha cambiado en la Argentina para que esto, ahora, no sea un escándalo. Nosotros no lo hubiéramos hecho nunca. Pero si lo hubiéramos hecho, saludablemente habría sido un escándalo nacional.
Debería ser un escándalo nacional la confirmación, que ya tenemos, de que se permite la compra de viviendas producidas en el extranjero cuando la industria forestal está con graves problemas en términos de su producción y de su perspectiva. Pero no solo se permite, sino que es el propio Estado la punta de lanza que les muestra a los demás cómo quieren que sea esta situación.
Dicho esto, reitero, lo que nosotros pretendemos es tener un informe en primera persona y, en la medida de lo posible, darle la mayor visibilidad a la situación del sector y a lo que representaría o significaría esta política si se replicara en forma masiva. Porque a veces, cuando es solamente un renglón dentro de alguna nota periodística, se pierde de vista el drama social, el drama económico y el drama productivo que se genera con este tipo de medidas.
Hay mucha insensibilidad y no podemos dejar pasar esta situación como diputados, como senadores y como los diferentes representantes del sector que han venido, especialmente de la provincia de Misiones que es la principal perjudicada.
Queremos darle visibilidad a la problemática y poner el hombro para ver qué podemos hacer nosotros, desde el Congreso Nacional, para que esta política que está confirmada por autoridades -no es un trascendido- se detenga de inmediato. Si podemos conseguir que esas casas no bajen de los barcos, vamos a tratar de hacerlo.
Como decía recién, que la macroeconomía ande mal, que sea mala o que sea neoliberal, es materia de discusión política. Pero, en una situación como la actual, que el poder de compra del Estado se utilice para dar trabajo en el extranjero cuando falta trabajo en la Argentina, no tiene perdón. Muchas gracias. (Aplausos)
Tiene la palabra la señora diputada Britez.
SRA. BRITEZ Señor presidente: quiero dar las gracias a todos los presentes en esta Comisión de Economía, encabezada por el diputado Axel Kicillof.
Para nosotros es muy importante que todos escuchen lo que puede llegar a suceder en la provincia de Misiones.
En ese sentido, quiero agradecer la presencia del ministro de Industria de la provincia de Misiones, el señor Lichowski, del diputado provincial, Lucas Cáceres y del senador nacional, Juan Manuel Irrazábal. Si ellos están presentes aquí, es porque evidentemente algo está sucediendo.
También queremos agradecer la presencia de Román Queiroz y de José Eduardo Saiz, integrantes de la Asociación Maderera y Aserraderos del Alto Paraná (Amayadap) y de la Federación Argentina Industria de la Madera y Afines (FAIMA).
En Misiones hay una alta preocupación e incertidumbre de parte del sector foresto industrial. Nosotros ya veníamos trabajando el tema de la yerba en el cual, como saben, no se ha llegado a ninguna solución. Evidentemente, no se ha encontrado voluntad política desde el gobierno nacional con el sector de la yerba.
Por eso hoy queremos instalar en la agenda lo que está pasando a partir de la aplicación de las políticas económicas nuevas del gobierno nacional, que están perjudicando en principio a la provincia de Misiones, pero también a toda la Argentina. Me refiero a la apertura indiscriminada de las importaciones y al inminente ingreso, como decía Axel, de las casas de madera chinas cuando por ejemplo, yo que vivo en el interior de la provincia, estamos viendo despidos todos los días.
Por eso es importante que este tema esté en la agenda del Congreso y en la agenda de la sociedad para dar a conocer lo que podría llegar a suceder.
Para nosotros es muy importante que todos escuchen lo que puede llegar a suceder en la provincia de Misiones.
En ese sentido, quiero agradecer la presencia del ministro de Industria de la provincia de Misiones, el señor Lichowski, del diputado provincial, Lucas Cáceres y del senador nacional, Juan Manuel Irrazábal. Si ellos están presentes aquí, es porque evidentemente algo está sucediendo.
También queremos agradecer la presencia de Román Queiroz y de José Eduardo Saiz, integrantes de la Asociación Maderera y Aserraderos del Alto Paraná (Amayadap) y de la Federación Argentina Industria de la Madera y Afines (FAIMA).
En Misiones hay una alta preocupación e incertidumbre de parte del sector foresto industrial. Nosotros ya veníamos trabajando el tema de la yerba en el cual, como saben, no se ha llegado a ninguna solución. Evidentemente, no se ha encontrado voluntad política desde el gobierno nacional con el sector de la yerba.
Por eso hoy queremos instalar en la agenda lo que está pasando a partir de la aplicación de las políticas económicas nuevas del gobierno nacional, que están perjudicando en principio a la provincia de Misiones, pero también a toda la Argentina. Me refiero a la apertura indiscriminada de las importaciones y al inminente ingreso, como decía Axel, de las casas de madera chinas cuando por ejemplo, yo que vivo en el interior de la provincia, estamos viendo despidos todos los días.
Por eso es importante que este tema esté en la agenda del Congreso y en la agenda de la sociedad para dar a conocer lo que podría llegar a suceder.
SR. DEPETRI Agradezco la invitación y como presidente de la Comisión de Vivienda, junto con los diputados aquí presentes, me sumo a lo manifestado. En tal sentido, no es mi intención repetir un concepto que tanto Axel como Cristina han expresado con toda claridad.
Sabemos que el complejo foresto industrial tiene una fuerte presencia en la Argentina, siendo en su mayoría representado por pequeñas y medianas empresas y por productores. Por otra parte, se trata de una economía vinculada fuertemente a las diferentes regiones de nuestro país, que son fundamentales para el sostenimiento de poblaciones y de comunidades muy importantes. Esta actividad tiene una posibilidad de desarrollo con un mercado interno realmente fuerte e importante. Asimismo, se trata de una actividad generadora de empleo, porque son las pequeñas y medianas empresas las que dan la mayoría de los empleos en nuestro país, y que necesita de la presencia del Estado y de políticas públicas para su sostenimiento. Y en este momento, debido a las importaciones, nos encontramos ante una flagrante desprotección del mercado local y nacional, que es el que le da sustentabilidad. Asimismo, este sector tiene mucho que ver con el consumo popular porque no solo se afianza sobre la construcción, sino también sobre todo lo que es el consumo de muebles, que tiene que ver con la calidad y el estándar de vida de la comunidad.
En este sentido, quiero destacar la presencia de todos los sectores representativos de esta actividad. En esta ocasión justo falta el señor diputado De Mendiguren, aunque se encuentran presentes diputados representantes de pymes. Hoy en día está de moda por parte del macrismo echar la culpa al kirchnerismo sobre todos los males del país y de que nosotros queremos poner palos en la rueda. Y la verdad es que nosotros recibimos a los representantes de los trabajadores, de los diversos sectores políticos, a los empresarios, al ministro de Industria provincial, para visibilizar -como dijo Axel- la situación del sector.
Nosotros queremos llevar a cabo un plan de acción, porque no creo que no estemos en condiciones de parar esto, sino que podemos hacerlo. Mientras más institucionalidad y representación haya y mientras más comprometamos en el debate a los sectores productivos y sindicales y a los gobiernos provinciales y locales, mucho más se fortalecerá la posibilidad de parar esta arbitrariedad e irracionalidad respecto de la importación de casas chinas.
Por otro lado, quiero destacar que durante nuestra gestión, diversos diputados y senadores intervinieron con distintos proyectos para que en su momento nuestro gobierno le diera más presencia a la cadena de valor foresto industrial en la construcción de viviendas y en el desarrollo de la industria del mueble, porque se veían algunas dificultades. Evidentemente, estas condiciones se ven agravadas por la política de importación de casas chinas.
En consecuencia, creo que vale la pena que la Cámara de Diputados, desde las comisiones en las que nos encontramos, pueda tener una participación en este tema. Para ello, nos ponemos a disposición de todos ustedes a fin de trabajar tanto desde aquí como en el lugar que corresponda. Esto debe ser ida y vuelta con los productores y los trabajadores en los complejos en los que se asientan.
En consecuencia, es importante escuchar a todos ustedes y analizar por dónde apuntalar el debate y nuestra acción. Estamos a disposición desde la Comisión de Vivienda, desde nuestro bloque y en nombre de todos los compañeros, no solamente para parar esta irracional política importadora que golpea al sector, sino también para ofrecer una propuesta alternativa al gobierno a fin de frenar la importación de viviendas y, al mismo tiempo, sustituirla por una acción decidida de todos quienes nos comprometemos a defender los puestos de trabajo, las empresas y los desarrollos locales, que es lo que determina la continuidad social y económica de las provincias en las que se asientan estos complejos.
Sabemos que el complejo foresto industrial tiene una fuerte presencia en la Argentina, siendo en su mayoría representado por pequeñas y medianas empresas y por productores. Por otra parte, se trata de una economía vinculada fuertemente a las diferentes regiones de nuestro país, que son fundamentales para el sostenimiento de poblaciones y de comunidades muy importantes. Esta actividad tiene una posibilidad de desarrollo con un mercado interno realmente fuerte e importante. Asimismo, se trata de una actividad generadora de empleo, porque son las pequeñas y medianas empresas las que dan la mayoría de los empleos en nuestro país, y que necesita de la presencia del Estado y de políticas públicas para su sostenimiento. Y en este momento, debido a las importaciones, nos encontramos ante una flagrante desprotección del mercado local y nacional, que es el que le da sustentabilidad. Asimismo, este sector tiene mucho que ver con el consumo popular porque no solo se afianza sobre la construcción, sino también sobre todo lo que es el consumo de muebles, que tiene que ver con la calidad y el estándar de vida de la comunidad.
En este sentido, quiero destacar la presencia de todos los sectores representativos de esta actividad. En esta ocasión justo falta el señor diputado De Mendiguren, aunque se encuentran presentes diputados representantes de pymes. Hoy en día está de moda por parte del macrismo echar la culpa al kirchnerismo sobre todos los males del país y de que nosotros queremos poner palos en la rueda. Y la verdad es que nosotros recibimos a los representantes de los trabajadores, de los diversos sectores políticos, a los empresarios, al ministro de Industria provincial, para visibilizar -como dijo Axel- la situación del sector.
Nosotros queremos llevar a cabo un plan de acción, porque no creo que no estemos en condiciones de parar esto, sino que podemos hacerlo. Mientras más institucionalidad y representación haya y mientras más comprometamos en el debate a los sectores productivos y sindicales y a los gobiernos provinciales y locales, mucho más se fortalecerá la posibilidad de parar esta arbitrariedad e irracionalidad respecto de la importación de casas chinas.
Por otro lado, quiero destacar que durante nuestra gestión, diversos diputados y senadores intervinieron con distintos proyectos para que en su momento nuestro gobierno le diera más presencia a la cadena de valor foresto industrial en la construcción de viviendas y en el desarrollo de la industria del mueble, porque se veían algunas dificultades. Evidentemente, estas condiciones se ven agravadas por la política de importación de casas chinas.
En consecuencia, creo que vale la pena que la Cámara de Diputados, desde las comisiones en las que nos encontramos, pueda tener una participación en este tema. Para ello, nos ponemos a disposición de todos ustedes a fin de trabajar tanto desde aquí como en el lugar que corresponda. Esto debe ser ida y vuelta con los productores y los trabajadores en los complejos en los que se asientan.
En consecuencia, es importante escuchar a todos ustedes y analizar por dónde apuntalar el debate y nuestra acción. Estamos a disposición desde la Comisión de Vivienda, desde nuestro bloque y en nombre de todos los compañeros, no solamente para parar esta irracional política importadora que golpea al sector, sino también para ofrecer una propuesta alternativa al gobierno a fin de frenar la importación de viviendas y, al mismo tiempo, sustituirla por una acción decidida de todos quienes nos comprometemos a defender los puestos de trabajo, las empresas y los desarrollos locales, que es lo que determina la continuidad social y económica de las provincias en las que se asientan estos complejos.
SR. PRESIDENTE KICILLOF Tiene la palabra el señor Román Queiroz.
SR. QUEIROZ Gracias por la invitación, principalmente a la señora diputada Cristina Britez, y al señor diputado Kicillof, quien preside la Comisión de Economía.
No venimos acá como sector privado a hacer política ni mucho menos -eso se lo dejamos a ustedes, que son los que saben-, sino que venimos a explicar la problemática del sector foresto industrial, el cual creemos que en este último año y medio se vio perjudicado por la apertura de las importaciones y por una baja en la obra pública que el sector realmente está sintiendo.
En el centro y norte de la provincia de Misiones hubo un 15 por ciento de baja en la mano de obra, y se agrava más porque el personal que queda trabajando tiene menos horas ocupadas. Hay operarios que están trabajando seis horas por día y otros que trabajan dos o tres veces por semana.
Otro tema que nos preocupa bastante son los rumores respecto de la importación de viviendas. Si bien sabemos que el déficit de las viviendas sociales en el país ronda el millón, 14.000 podrían ser algo insignificante, pero queremos mostrar la preocupación que tiene el sector ante la posibilidad de que el gobierno termine comprando las viviendas chinas que reemplacen a las producidas en el país.
Los aspectos técnicos los cubrirán Leandro Mora Alfonsín y José Saiz, quienes tienen los números más acabados, pero desde mi lugar quería comentarles la preocupación del sector por la apertura de importaciones y por la escasa producción que hay en la obra pública, porque realmente se está produciendo una baja en la cantidad de personal muy fuerte.
No venimos acá como sector privado a hacer política ni mucho menos -eso se lo dejamos a ustedes, que son los que saben-, sino que venimos a explicar la problemática del sector foresto industrial, el cual creemos que en este último año y medio se vio perjudicado por la apertura de las importaciones y por una baja en la obra pública que el sector realmente está sintiendo.
En el centro y norte de la provincia de Misiones hubo un 15 por ciento de baja en la mano de obra, y se agrava más porque el personal que queda trabajando tiene menos horas ocupadas. Hay operarios que están trabajando seis horas por día y otros que trabajan dos o tres veces por semana.
Otro tema que nos preocupa bastante son los rumores respecto de la importación de viviendas. Si bien sabemos que el déficit de las viviendas sociales en el país ronda el millón, 14.000 podrían ser algo insignificante, pero queremos mostrar la preocupación que tiene el sector ante la posibilidad de que el gobierno termine comprando las viviendas chinas que reemplacen a las producidas en el país.
Los aspectos técnicos los cubrirán Leandro Mora Alfonsín y José Saiz, quienes tienen los números más acabados, pero desde mi lugar quería comentarles la preocupación del sector por la apertura de importaciones y por la escasa producción que hay en la obra pública, porque realmente se está produciendo una baja en la cantidad de personal muy fuerte.
SR. MORA ALFONSÍN Muchas gracias por recibirnos, y saludo especialmente a Axel, que fue mi profesor en la Facultad.
Mi nombre es Leandro Mora Alfonsín, director Ejecutivo de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA). Me gustaría dar precisión sobre los números y ponerlos en autos -como decía el señor diputado Kicillof- sobre cómo fue el camino de los trascendidos y demás. Para eso me gustaría decirles brevemente cuál es la coyuntura de la cadena de valor foresto industrial en la Argentina, hablarles sobre temas del sector, un breve racconto sobre cómo fue el tema de las casas chinas en general, y por último dar nuestra posición sobre el uso de la madera en la construcción en la Argentina.
En primer término, en aspectos coyunturales, al igual que toda la industria manufacturera, la cadena de valor foresto industrial se está mostrando en retroceso. El año pasado FAIMA e INPI hicimos el Observatorio de la Industria de la Madera y el Mueble -puesto que nuestro sector no está dentro de las estadísticas del INDEC, del estimador mensual industrial- y obtuvimos estadísticas que nos dicen que en 2016 la producción de la cadena de valor cayó el 10 por ciento, tanto en la mitad de la cadena de valor correspondiente a madera cerrada y producción de manufacturas de madera, como a los sectores de mayor agregación de valor, como pueden ser muebles. Las ventas han caído alrededor del 20 por ciento mientras que los costos han aumentado en promedio alrededor del 33. Esto significa, según nuestras encuestas, que se achican los márgenes de rentabilidad y por ende el 65 por ciento de los empresarios de nuestro sector piensa no invertir o no hacer grandes inversiones en 2017.
Ahora bien, algo que caracteriza a nuestra cadena de valor es que este sector requiere mano de obra intensiva, y a pesar de la situación de retroceso es bastante inelástico a expulsar gente del mercado laboral.
El 72 por ciento de nuestros empresarios no piensan modificar su dotación de personal este año. Es decir, no van a contratar gente nueva porque la situación no se los permite, pero tampoco van a despedir trabajadores. A pesar de ello, lo que se puede observar -en función de las estadísticas oficiales- es que el empleo en blanco registrado cayó alrededor de un 2,6 por ciento en nuestra industria, siendo que el promedio fue del 3,1 por ciento.
Paralelamente a esta caída de la producción y caída de las ventas, durante 2016 hubo un aumento de las importaciones. En el caso de los muebles se ubicó en torno al 25 por ciento y en el caso de la industria de la madera se situó en un 4,6 por ciento. Esa es la coyuntura actual que tenemos en el sector, que es parecida al resto de los sectores industriales.
En nuestro sector, el 98,7 por ciento de las empresas son pymes, con un promedio de 11 personas por empresa. Cuando hablamos de economías regionales es preciso señalar que este sector está en todo el país.
FAIMA, la federación a la que represento y en la que trabajo, tiene veintisiete cámaras en todo el país, y abarca desde el que planta un árbol hasta el que hace el marco de una puerta y la terminación de un mueble. Es decir que están todos contenidos en la cadena de valor.
A pesar de ser pyme y de estar en esta coyuntura, en la lógica de lo que se está conversando y de la reconversión productiva, del futuro que se viene en los próximos quince años y la automatización, el sector foresto industrial tiene muchísimo futuro, básicamente en tres ejes que hemos identificado.
El primero de ellos es el uso de la madera en la construcción, que es el tema que nos está reuniendo hoy. El segundo es la utilización de residuos de madera para la generación de energía, y el tercero es llenar de intangibles la cadena de valor, a través del diseño y de la innovación.
Hay mucho margen para innovar a fin de lograr que los muebles argentinos o los productos de mayor agregación de valor argentino compitan, a través de una fuente de talento inmensa que hay en el país, sobre la cual estamos trabajando en el sector privado.
Entonces, dicho este diagnóstico y planteando que tenemos futuro, me gustaría comentarles cómo llegó el tema de las casas chinas a nuestra federación y a nuestros empresarios.
De repente, empezaron a surgir trascendidos que preocuparon mucho a los empresarios del sector en relación con que determinada provincia -ya sea Misiones, ya sea Mendoza- iba a incorporar casas chinas y demás.
A principios de año hemos lanzado un comunicado de prensa transmitiendo esta preocupación. En un primer momento no tuvimos respuesta, pero en abril nos convocaron a una mesa de trabajo del Plan Belgrano Productivo. Allí se encontraba gente del Plan Belgrano, del Ministerio del Interior y del INTI, para trabajar sobre la mejora del uso de la madera de construcción en la Argentina.
En ese contexto, desde el Ministerio del Interior nos confirmaron el ingreso de las casas chinas en los valores que se mencionaron, es decir, 14.000 viviendas.
En el día de ayer tuvimos una reunión en el Ministerio del Interior, con el subsecretario Delgado, en la que nos explicó en detalle cómo es este proceso, porque hasta ahora eran todos trascendidos y en ese margen el empresario no sabe qué hacer y se presenta la preocupación.
Nos confirmaron que las viviendas no serán prefabricadas. Cabe mencionar que tenemos tres millones de viviendas de déficit. Se salió a buscar financiamiento y se espera que las empresas chinas construyan acá esas catorce mil viviendas, a través de acuerdos y convenios que involucren mano de obra nacional en un 100 por ciento con un piso de 50 por ciento de insumos nacionales. Esto fue lo que nos comentaron ayer y lo reproduzco textualmente.
Independientemente de esto, nuestra oposición como sector privado radica en que así como se pueden establecer acuerdos con extranjeros, se puede analizar esto, teniendo en cuenta que el déficit habitacional argentino es amplio. De acuerdo con estos números, que son de 2009, nos estamos refiriendo a 3 millones de hogares, es decir que el 25 por ciento de los hogares de la Argentina no existen o están derruidos.
¿Qué puede ofrecer el sector? En la Argentina existen 1.200.000 hectáreas de madera forestada. Es decir que hay oferta. ¿Por qué la construcción con madera no es un sector desarrollado? Básicamente, por aspectos culturales. La Argentina, a diferencia de países como Chile, Canadá, Estados Unidos, no tiene la tradición de la construcción con madera.
Asimismo, se presentan aspectos normativos, porque recién hace seis meses está disponible el Reglamento Argentino de Estructuras de Madera, el CIRSOC 601, iniciativa en la que trabajó FAIMA con el INTI.
Entonces, hay que trabajar mucho para construir. ¿Qué implica eso? Que la oferta de viviendas industrializadas de madera, obviamente, no puede suplir hoy la demanda de tres millones de hogares. Pero sí es un sector con mucho futuro y que, con los incentivos correctos, puede tener una porción de ese mercado.
¿Por qué? Porque el uso de madera en la construcción es más barato, sustentable, sostenible, consume menos energía que otros sistemas de construcción y tiene un impacto fenomenal en las economías regionales.
Aprovechando que está la diputada Britez y los representantes de la provincia de Misiones, voy a citar un ejemplo de la provincia donde, en los últimos siete años, se construyeron 5.000 viviendas de madera que generaron 2.400 puestos de trabajo en blanco.
En los últimos tiempos se suele mencionar el tipo de cambio cuando hablamos de economías regionales, pero en realidad se trata de la generación de valor agregado y de capacidades en las regiones. Y este sector tiene mucho para dar al respecto porque genera empleo. Además, es valor agregado que no va desde las regiones a Buenos Aires, Rosario o Córdoba. Es valor agregado de las regiones que queda en las regiones.
Al mismo tiempo es económico y más rápido. En siete días se construye una casa de madera. En Entre Ríos, hubo un tornado de 280 kilómetros por hora -acá tengo los informes para dejárselos- y las casas estaban impecables. Digo esto porque hay bastantes mitos sobre la construcción con madera. Nosotros, como sector privado estamos haciendo los deberes para derribar esos mitos, que consisten en hablar con el sector público, pero también con contratistas, arquitectos y con quien tenemos que hablar para que también se movilice la aguja desde el otro lado.
Sabemos que se necesita la creación de demanda, porque nadie va a invertir en un mercado donde sepa que no va a funcionar. Existiendo una demanda, teniendo el horizonte de una demanda previsible, los patitos de la oferta se van a alinear porque ya hay capacidad instalada de viviendas industrializadas de madera. Al mismo tiempo -algo nada desdeñable- hay una red de aserraderos en todo el país que hoy hacen manufacturas de madera simple. Pero si hablamos de reconversión productiva, esos aserrados, con una inversión mínima, pueden ser proveedores de partes para la construcción de viviendas industrializadas. Eso implica un impacto fenomenal en el empleo indirecto.
Lo que estamos trabajando desde FAIMA a pedido del Poder Ejecutivo en distintas instancia, es tener el dato de cuánta capacidad tenemos hoy de producción de viviendas industrializadas de madera y cuánto se puede fabricar en tres años, de acuerdo a ciertos incentivos.
Nosotros, como sector, queremos una oportunidad de cupo, una oportunidad de participación, porque es algo que cierra por todos lados. No solamente son negocios para los empresarios que puedan jugar y arriesgar capital en algo que está inexplorado o bajamente explorado en la Argentina, sino que estamos hablando de un impacto fenomenal de empleo y de valor agregado en regiones históricamente postergadas del circuito económico argentino en general.
Mi nombre es Leandro Mora Alfonsín, director Ejecutivo de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (FAIMA). Me gustaría dar precisión sobre los números y ponerlos en autos -como decía el señor diputado Kicillof- sobre cómo fue el camino de los trascendidos y demás. Para eso me gustaría decirles brevemente cuál es la coyuntura de la cadena de valor foresto industrial en la Argentina, hablarles sobre temas del sector, un breve racconto sobre cómo fue el tema de las casas chinas en general, y por último dar nuestra posición sobre el uso de la madera en la construcción en la Argentina.
En primer término, en aspectos coyunturales, al igual que toda la industria manufacturera, la cadena de valor foresto industrial se está mostrando en retroceso. El año pasado FAIMA e INPI hicimos el Observatorio de la Industria de la Madera y el Mueble -puesto que nuestro sector no está dentro de las estadísticas del INDEC, del estimador mensual industrial- y obtuvimos estadísticas que nos dicen que en 2016 la producción de la cadena de valor cayó el 10 por ciento, tanto en la mitad de la cadena de valor correspondiente a madera cerrada y producción de manufacturas de madera, como a los sectores de mayor agregación de valor, como pueden ser muebles. Las ventas han caído alrededor del 20 por ciento mientras que los costos han aumentado en promedio alrededor del 33. Esto significa, según nuestras encuestas, que se achican los márgenes de rentabilidad y por ende el 65 por ciento de los empresarios de nuestro sector piensa no invertir o no hacer grandes inversiones en 2017.
Ahora bien, algo que caracteriza a nuestra cadena de valor es que este sector requiere mano de obra intensiva, y a pesar de la situación de retroceso es bastante inelástico a expulsar gente del mercado laboral.
El 72 por ciento de nuestros empresarios no piensan modificar su dotación de personal este año. Es decir, no van a contratar gente nueva porque la situación no se los permite, pero tampoco van a despedir trabajadores. A pesar de ello, lo que se puede observar -en función de las estadísticas oficiales- es que el empleo en blanco registrado cayó alrededor de un 2,6 por ciento en nuestra industria, siendo que el promedio fue del 3,1 por ciento.
Paralelamente a esta caída de la producción y caída de las ventas, durante 2016 hubo un aumento de las importaciones. En el caso de los muebles se ubicó en torno al 25 por ciento y en el caso de la industria de la madera se situó en un 4,6 por ciento. Esa es la coyuntura actual que tenemos en el sector, que es parecida al resto de los sectores industriales.
En nuestro sector, el 98,7 por ciento de las empresas son pymes, con un promedio de 11 personas por empresa. Cuando hablamos de economías regionales es preciso señalar que este sector está en todo el país.
FAIMA, la federación a la que represento y en la que trabajo, tiene veintisiete cámaras en todo el país, y abarca desde el que planta un árbol hasta el que hace el marco de una puerta y la terminación de un mueble. Es decir que están todos contenidos en la cadena de valor.
A pesar de ser pyme y de estar en esta coyuntura, en la lógica de lo que se está conversando y de la reconversión productiva, del futuro que se viene en los próximos quince años y la automatización, el sector foresto industrial tiene muchísimo futuro, básicamente en tres ejes que hemos identificado.
El primero de ellos es el uso de la madera en la construcción, que es el tema que nos está reuniendo hoy. El segundo es la utilización de residuos de madera para la generación de energía, y el tercero es llenar de intangibles la cadena de valor, a través del diseño y de la innovación.
Hay mucho margen para innovar a fin de lograr que los muebles argentinos o los productos de mayor agregación de valor argentino compitan, a través de una fuente de talento inmensa que hay en el país, sobre la cual estamos trabajando en el sector privado.
Entonces, dicho este diagnóstico y planteando que tenemos futuro, me gustaría comentarles cómo llegó el tema de las casas chinas a nuestra federación y a nuestros empresarios.
De repente, empezaron a surgir trascendidos que preocuparon mucho a los empresarios del sector en relación con que determinada provincia -ya sea Misiones, ya sea Mendoza- iba a incorporar casas chinas y demás.
A principios de año hemos lanzado un comunicado de prensa transmitiendo esta preocupación. En un primer momento no tuvimos respuesta, pero en abril nos convocaron a una mesa de trabajo del Plan Belgrano Productivo. Allí se encontraba gente del Plan Belgrano, del Ministerio del Interior y del INTI, para trabajar sobre la mejora del uso de la madera de construcción en la Argentina.
En ese contexto, desde el Ministerio del Interior nos confirmaron el ingreso de las casas chinas en los valores que se mencionaron, es decir, 14.000 viviendas.
En el día de ayer tuvimos una reunión en el Ministerio del Interior, con el subsecretario Delgado, en la que nos explicó en detalle cómo es este proceso, porque hasta ahora eran todos trascendidos y en ese margen el empresario no sabe qué hacer y se presenta la preocupación.
Nos confirmaron que las viviendas no serán prefabricadas. Cabe mencionar que tenemos tres millones de viviendas de déficit. Se salió a buscar financiamiento y se espera que las empresas chinas construyan acá esas catorce mil viviendas, a través de acuerdos y convenios que involucren mano de obra nacional en un 100 por ciento con un piso de 50 por ciento de insumos nacionales. Esto fue lo que nos comentaron ayer y lo reproduzco textualmente.
Independientemente de esto, nuestra oposición como sector privado radica en que así como se pueden establecer acuerdos con extranjeros, se puede analizar esto, teniendo en cuenta que el déficit habitacional argentino es amplio. De acuerdo con estos números, que son de 2009, nos estamos refiriendo a 3 millones de hogares, es decir que el 25 por ciento de los hogares de la Argentina no existen o están derruidos.
¿Qué puede ofrecer el sector? En la Argentina existen 1.200.000 hectáreas de madera forestada. Es decir que hay oferta. ¿Por qué la construcción con madera no es un sector desarrollado? Básicamente, por aspectos culturales. La Argentina, a diferencia de países como Chile, Canadá, Estados Unidos, no tiene la tradición de la construcción con madera.
Asimismo, se presentan aspectos normativos, porque recién hace seis meses está disponible el Reglamento Argentino de Estructuras de Madera, el CIRSOC 601, iniciativa en la que trabajó FAIMA con el INTI.
Entonces, hay que trabajar mucho para construir. ¿Qué implica eso? Que la oferta de viviendas industrializadas de madera, obviamente, no puede suplir hoy la demanda de tres millones de hogares. Pero sí es un sector con mucho futuro y que, con los incentivos correctos, puede tener una porción de ese mercado.
¿Por qué? Porque el uso de madera en la construcción es más barato, sustentable, sostenible, consume menos energía que otros sistemas de construcción y tiene un impacto fenomenal en las economías regionales.
Aprovechando que está la diputada Britez y los representantes de la provincia de Misiones, voy a citar un ejemplo de la provincia donde, en los últimos siete años, se construyeron 5.000 viviendas de madera que generaron 2.400 puestos de trabajo en blanco.
En los últimos tiempos se suele mencionar el tipo de cambio cuando hablamos de economías regionales, pero en realidad se trata de la generación de valor agregado y de capacidades en las regiones. Y este sector tiene mucho para dar al respecto porque genera empleo. Además, es valor agregado que no va desde las regiones a Buenos Aires, Rosario o Córdoba. Es valor agregado de las regiones que queda en las regiones.
Al mismo tiempo es económico y más rápido. En siete días se construye una casa de madera. En Entre Ríos, hubo un tornado de 280 kilómetros por hora -acá tengo los informes para dejárselos- y las casas estaban impecables. Digo esto porque hay bastantes mitos sobre la construcción con madera. Nosotros, como sector privado estamos haciendo los deberes para derribar esos mitos, que consisten en hablar con el sector público, pero también con contratistas, arquitectos y con quien tenemos que hablar para que también se movilice la aguja desde el otro lado.
Sabemos que se necesita la creación de demanda, porque nadie va a invertir en un mercado donde sepa que no va a funcionar. Existiendo una demanda, teniendo el horizonte de una demanda previsible, los patitos de la oferta se van a alinear porque ya hay capacidad instalada de viviendas industrializadas de madera. Al mismo tiempo -algo nada desdeñable- hay una red de aserraderos en todo el país que hoy hacen manufacturas de madera simple. Pero si hablamos de reconversión productiva, esos aserrados, con una inversión mínima, pueden ser proveedores de partes para la construcción de viviendas industrializadas. Eso implica un impacto fenomenal en el empleo indirecto.
Lo que estamos trabajando desde FAIMA a pedido del Poder Ejecutivo en distintas instancia, es tener el dato de cuánta capacidad tenemos hoy de producción de viviendas industrializadas de madera y cuánto se puede fabricar en tres años, de acuerdo a ciertos incentivos.
Nosotros, como sector, queremos una oportunidad de cupo, una oportunidad de participación, porque es algo que cierra por todos lados. No solamente son negocios para los empresarios que puedan jugar y arriesgar capital en algo que está inexplorado o bajamente explorado en la Argentina, sino que estamos hablando de un impacto fenomenal de empleo y de valor agregado en regiones históricamente postergadas del circuito económico argentino en general.
SR. PRESIDENTE KICILLOF Tiene la palabra el ministro de Industria de Misiones, señor Lichowski.
SR. PRESIDENTE KICILLOF Quiero hacer un comentario muy breve antes de darle la palabra a Osvaldo Vassallo, de AfoA/CADAMDA.
Estamos planificando una reunión en relación con la situación comercio-industrial producida por la porosidad de la frontera, que se está reproduciendo en diferentes zonas. Esto está ocurriendo en localidades muy importantes del sur del país que tienen frontera con Chile, que están viendo -como no se veía hace mucho tiempo- un enorme tráfico de personas, productos y servicios, lo cual está deteriorando las economías domésticas y locales. Se han convertido en grandes centros de importación con todas las modalidades, es decir, con la formal, la informal, etcétera.
Esta cuestión la debatiremos más adelante en relación con la cuestión cambiaria, pero también en cuanto a una permisividad asociada al ingreso de importaciones, que es un fenómeno general que se ha dado también con compras a través de Internet y diferentes modalidades que permiten prácticamente la microimportación, que terminan siendo fenómenos masivos que deterioran diversos sectores.
Asimismo, estamos planificando una reunión sobre la cuestión misionera, que es drástica y dramática, que también puede incluir diferentes regiones, como la Patagonia y demás regiones fronterizas. A pesar de que esta discusión lleva años, porque cada vez que hay cuestiones cambiarias diferenciales se incrementa el tráfico, lo que se está viendo ahora no se ha visto por años y años.
A veces es compleja la medición de los resultados y son trágicos, porque una vez que se producen son difíciles de revertir. Es decir, una vez que se arruina el tejido comercial de pequeñas empresas es muy difícil reflotarlo por más que cambien las condiciones y queda un deterioro mucho más duradero.
Tiene la palabra el licenciado Osvaldo Vasallo.
Estamos planificando una reunión en relación con la situación comercio-industrial producida por la porosidad de la frontera, que se está reproduciendo en diferentes zonas. Esto está ocurriendo en localidades muy importantes del sur del país que tienen frontera con Chile, que están viendo -como no se veía hace mucho tiempo- un enorme tráfico de personas, productos y servicios, lo cual está deteriorando las economías domésticas y locales. Se han convertido en grandes centros de importación con todas las modalidades, es decir, con la formal, la informal, etcétera.
Esta cuestión la debatiremos más adelante en relación con la cuestión cambiaria, pero también en cuanto a una permisividad asociada al ingreso de importaciones, que es un fenómeno general que se ha dado también con compras a través de Internet y diferentes modalidades que permiten prácticamente la microimportación, que terminan siendo fenómenos masivos que deterioran diversos sectores.
Asimismo, estamos planificando una reunión sobre la cuestión misionera, que es drástica y dramática, que también puede incluir diferentes regiones, como la Patagonia y demás regiones fronterizas. A pesar de que esta discusión lleva años, porque cada vez que hay cuestiones cambiarias diferenciales se incrementa el tráfico, lo que se está viendo ahora no se ha visto por años y años.
A veces es compleja la medición de los resultados y son trágicos, porque una vez que se producen son difíciles de revertir. Es decir, una vez que se arruina el tejido comercial de pequeñas empresas es muy difícil reflotarlo por más que cambien las condiciones y queda un deterioro mucho más duradero.
Tiene la palabra el licenciado Osvaldo Vasallo.
SR. VASALLO Señor presidente: soy Osvaldo Vasallo y soy presidente de la Asociación Forestal Argentina de la Cámara de la Madera, colega del señor de APICOFOM.
Desde mi punto de vista, trato de no llevar a este gobierno el gobierno anterior, y hablo de Estado argentino. Entonces, el día que el Estado argentino se dé cuenta del potencial que tiene la foresto industria creo que va a actuar de otra forma.
Cuando venía para aquí me enteré de que Uruguay se aseguró la tercera pastera, o sea que, en definitiva, si llegamos a tener contaminación, compartimos la contaminación, pero la inversión quedó del otro lado.
Además, para la industria de celulosa y papel nosotros mismos somos nuestros propios enemigos. Digo esto, porque la provincia que tiene la única pulpera de la Argentina padece una ley de insalubridad de la industria que todavía no la hemos podido derogar además de un impuesto a los ingresos brutos a las exportaciones. Esto por un lado.
Por otro lado, ¿qué provocan todas estas cuestiones que estoy nombrando y otras que se nombraron con anterioridad? Que 1.200.000 hectáreas sean las productivas cuando en realidad tenemos un potencial de no menos de 4 millones.
Nosotros declamamos -como en la escuela primaria o en la secundaria- que tenemos las mejores tierras, los mejores regímenes de lluvias, tenemos sol, tenemos el crecimiento de árboles, tres veces más rápido que el hemisferio norte, pero no tenemos nada.
Porque si los tuviéramos, produciríamos muchísimo más.
Así vamos llegando al anuncio del entonces candidato a presidente que dijo que la foresto industria iba a ser uno de los motores de la recuperación económica argentina. Todos nos pusimos muy felices y empezamos a ver cómo podíamos duplicar, triplicar o cuadruplicar las potencialidades que teníamos. Y de repente, nos encontramos con el tema de las casas chinas. Para China el chop suey, pero no las viviendas.
Lo menos que puedo decir es que estuvo mal informado. ¿Por qué? Porque nosotros nos enteramos por los diarios de que iba a venir una empresa china a poner 35.000 viviendas, según se dijo al principio, y después se circunscribió a 14.000. Pero no sabemos si son 100.000 o si son 12, más 12, más 12, más 12.
Una de las pocas cosas que aprendí en la facultad es la diferencia entre riesgo e incertidumbre. Riesgo es una probabilidad calculable de éxito o fracaso de algo. Incertidumbre es no saber cómo manejarlo. Y este es un tema de incertidumbre.
Un componente de la construcción de viviendas de madera es el compensado fenólico. De repente había un mercado de 10.000 o 12.000 metros cúbicos mensuales de fenólico. La capacidad productiva argentina está en 6.500 o 7.000. Entonces se podían importar 3.000, aunque venían a precios viles. Resulta que de repente, el mercado baja a 6.000 metros cúbicos. ¿De cuánto era en ese momento la capacidad de producción nacional? De 8.000, porque creció. ¿Y cuánto es lo que dejamos entrar? 3.000 o 4.000.
¿Qué es lo que sucede? Se consigue una licencia no automática para el pino. Los muchachos entran por el eucalipto. Conseguimos por eucalipto y ahora entran por maderas tropicales. ¿Quién lo controla? ¿La aduana? La aduana no controla. Entonces, como dijo Queiroz, estamos tratando de mantener a la gente haciendo algo, porque no hacemos lo que deberíamos hacer.
Nosotros tenemos que ser decididamente foresto industriales, no en competencia o en dicotomía con el campo. Es decir, no tiene que ser vacas versus árboles. Tiene que ser árboles y vacas. Se ha descubierto, y ya se está trabajando, en sistemas silvopastoriles porque a las vacas les gusta la sombra de los eucaliptos o de los pinos, no se estresan, dan mejor rinde de carne y se produce más.
La forestación no usa tierras de primera, usa tierras de segunda. Entonces ¿por qué no desarrollarla? Se van a llevar una sorpresa. Hagan un cálculo mínimo y se van a dar cuenta de que es cuatro o cinco veces superior a la carne y con más valor agregado en cuanto al valor gente, que es lo que importa. (Aplausos.)
Desde mi punto de vista, trato de no llevar a este gobierno el gobierno anterior, y hablo de Estado argentino. Entonces, el día que el Estado argentino se dé cuenta del potencial que tiene la foresto industria creo que va a actuar de otra forma.
Cuando venía para aquí me enteré de que Uruguay se aseguró la tercera pastera, o sea que, en definitiva, si llegamos a tener contaminación, compartimos la contaminación, pero la inversión quedó del otro lado.
Además, para la industria de celulosa y papel nosotros mismos somos nuestros propios enemigos. Digo esto, porque la provincia que tiene la única pulpera de la Argentina padece una ley de insalubridad de la industria que todavía no la hemos podido derogar además de un impuesto a los ingresos brutos a las exportaciones. Esto por un lado.
Por otro lado, ¿qué provocan todas estas cuestiones que estoy nombrando y otras que se nombraron con anterioridad? Que 1.200.000 hectáreas sean las productivas cuando en realidad tenemos un potencial de no menos de 4 millones.
Nosotros declamamos -como en la escuela primaria o en la secundaria- que tenemos las mejores tierras, los mejores regímenes de lluvias, tenemos sol, tenemos el crecimiento de árboles, tres veces más rápido que el hemisferio norte, pero no tenemos nada.
Porque si los tuviéramos, produciríamos muchísimo más.
Así vamos llegando al anuncio del entonces candidato a presidente que dijo que la foresto industria iba a ser uno de los motores de la recuperación económica argentina. Todos nos pusimos muy felices y empezamos a ver cómo podíamos duplicar, triplicar o cuadruplicar las potencialidades que teníamos. Y de repente, nos encontramos con el tema de las casas chinas. Para China el chop suey, pero no las viviendas.
Lo menos que puedo decir es que estuvo mal informado. ¿Por qué? Porque nosotros nos enteramos por los diarios de que iba a venir una empresa china a poner 35.000 viviendas, según se dijo al principio, y después se circunscribió a 14.000. Pero no sabemos si son 100.000 o si son 12, más 12, más 12, más 12.
Una de las pocas cosas que aprendí en la facultad es la diferencia entre riesgo e incertidumbre. Riesgo es una probabilidad calculable de éxito o fracaso de algo. Incertidumbre es no saber cómo manejarlo. Y este es un tema de incertidumbre.
Un componente de la construcción de viviendas de madera es el compensado fenólico. De repente había un mercado de 10.000 o 12.000 metros cúbicos mensuales de fenólico. La capacidad productiva argentina está en 6.500 o 7.000. Entonces se podían importar 3.000, aunque venían a precios viles. Resulta que de repente, el mercado baja a 6.000 metros cúbicos. ¿De cuánto era en ese momento la capacidad de producción nacional? De 8.000, porque creció. ¿Y cuánto es lo que dejamos entrar? 3.000 o 4.000.
¿Qué es lo que sucede? Se consigue una licencia no automática para el pino. Los muchachos entran por el eucalipto. Conseguimos por eucalipto y ahora entran por maderas tropicales. ¿Quién lo controla? ¿La aduana? La aduana no controla. Entonces, como dijo Queiroz, estamos tratando de mantener a la gente haciendo algo, porque no hacemos lo que deberíamos hacer.
Nosotros tenemos que ser decididamente foresto industriales, no en competencia o en dicotomía con el campo. Es decir, no tiene que ser vacas versus árboles. Tiene que ser árboles y vacas. Se ha descubierto, y ya se está trabajando, en sistemas silvopastoriles porque a las vacas les gusta la sombra de los eucaliptos o de los pinos, no se estresan, dan mejor rinde de carne y se produce más.
La forestación no usa tierras de primera, usa tierras de segunda. Entonces ¿por qué no desarrollarla? Se van a llevar una sorpresa. Hagan un cálculo mínimo y se van a dar cuenta de que es cuatro o cinco veces superior a la carne y con más valor agregado en cuanto al valor gente, que es lo que importa. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE KICILLOF Tiene la palabra el señor Ricardo García de la Asociación de Productores, Industriales y Comerciantes Forestales de Misiones y Norte de Corrientes (Apicofom).
SR. GARCÍA Señor presidente: agradezco la convocatoria a los diputados que hicieron posible esta reunión como así también a la gente que colaboró como para que hoy pudiéramos estar en este recinto.
APICOFOM es una cámara que cumple 70 años en la provincia y hoy vinimos dos de sus representantes a participar de esta reunión. Se trata de una cámara que a través de los años ha nucleado toda la actividad vinculada con la madera y la forestal, lo que la hace una cámara importante.
Una de las cosas que hemos trabajado en los últimos años es el desarrollo de viviendas de madera, con aportes tanto nacionales como provinciales. La verdad es que se ha avanzado muchísimo y se ha logrado tener viviendas de muy buena calidad. Estamos acostumbrados a que las viviendas sociales habitualmente no sean buenas, pero en este caso han sido muy bien desarrolladas y cubren todas las necesidades que tenemos como personas.
En lo que a mí respecta, tengo una industria desde el año 2004. Hasta el año 2002 y antes de la crisis no teníamos la situación que tuvimos a partir de 2004, cuando pudimos crecer y progresar con mucha industria en la provincia. En este sentido, se dieron dos circunstancias: una fue la exportación -con Estados Unidos como lugar de entrega de productos nuevos, con mucha demanda y con precios muy buenos- y el mercado interno, que también creció significativamente, con sus más y sus menos durante esos años. En el año 2014, tuvimos la famosa devaluación -fue un año un poco duro-, pero a través de diversas medidas se incentivó el consumo de la madera para que la vivienda continuara siendo un factor importante.
Hoy nos encontramos -como ya dijeron algunos- con una situación económica sumamente compleja desde el año 2016. Cuando uno calcula la producción que ha tenido el año pasado, representa el equivalente a dos meses sin trabajar prácticamente, porque es casi de un 15 por ciento. A comienzos de este año la situación fue bastante parecida. Muchos pensábamos que este año iba a repicar el trabajo, pero lamentablemente estamos en una situación similar y hasta diría que un poquito peor que la del año pasado.
Conozco la actividad forestal desde hace muchos años, aunque tengo mi industria recién desde el año 2004. En esta actividad la inversión privada y la inversión pública del Estado han permitido que su desarrollo en la provincia de Misiones y norte de Corrientes tenga un crecimiento muy importante. Entiendo que el Estado ha invertido mucho dinero y fondos en la zona. Hoy, siendo el momento de obtener una renta de ello, prácticamente la está dejando de lado.
Uno escucha todos los días sobre la gente que es suspendida, los aserraderos que paran o que echan parte de su personal. Somos pymes y tratamos de no llegar a estas instancias, pero lamentablemente a veces los números no cierran y se termina llegando a esas situaciones.
Con respecto al tema de las viviendas chinas -que ayer nos confirmaron desde el gobierno- realmente no entendemos cuál es el objetivo.
Me cuesta creer que 14.000 viviendas chinas vayan a solucionar el importante problema habitacional de la Argentina, por lo que no termino de saber efectivamente cuál es el sentido de traerlas.
En la reunión de ayer Delgado nos manifestó que en realidad era para cubrir un déficit. No tenemos claro si es el déficit del Estado o el déficit habitacional dado que el déficit habitacional no se cubre con ese granito de arena.
Nosotros estamos reclamando ciertas cosas que lamentablemente a través de estos años no se han podido plasmar. Por la distancia que estamos de los centros de donde se despachan los productos al exterior -un orador ya lo mencionó-, el costo logístico es sumamente alto. Más allá de los 1.200 o 1.500 kilómetros, creemos que en estos años ha habido algún tipo de apropiación de renta por parte de algunos participantes en la cadena hasta que llega el producto al puerto de destino, y parte de esos costos adicionales hoy no nos permiten exportar.
Por otra parte, para las provincias de Misiones y Corrientes la participación de la madera y la industria forestal es sumamente importante. El año pasado hicimos un viaje a Chile para ver máquinas para invertir y para visitar algunos aserraderos. Tenemos claro que en ese país la participación de la madera en su PBI debe ocupar un cuarto o quinto lugar y que para la Argentina no es así. Sin embargo, tenemos claro que para las provincias de Misiones y Corrientes es sumamente importante para su PBI.
Lamentablemente, desde Buenos Aires a veces no alcanzamos a percibir esas cosas. Yo vivo en Buenos Aires y tengo mi industria en Misiones, pero cada vez que voy percibo que Corrientes y Misiones que están a más de 1.000 kilómetros en todos los órdenes de la vida y se nos da la espalda en áreas como educación, salud, inversiones en infraestructura, etcétera. Parte de eso tiene que ver con este problema, con el hecho de ser provincias alejadas de Buenos Aires que no son apoyadas por el Estado.
APICOFOM es una cámara que cumple 70 años en la provincia y hoy vinimos dos de sus representantes a participar de esta reunión. Se trata de una cámara que a través de los años ha nucleado toda la actividad vinculada con la madera y la forestal, lo que la hace una cámara importante.
Una de las cosas que hemos trabajado en los últimos años es el desarrollo de viviendas de madera, con aportes tanto nacionales como provinciales. La verdad es que se ha avanzado muchísimo y se ha logrado tener viviendas de muy buena calidad. Estamos acostumbrados a que las viviendas sociales habitualmente no sean buenas, pero en este caso han sido muy bien desarrolladas y cubren todas las necesidades que tenemos como personas.
En lo que a mí respecta, tengo una industria desde el año 2004. Hasta el año 2002 y antes de la crisis no teníamos la situación que tuvimos a partir de 2004, cuando pudimos crecer y progresar con mucha industria en la provincia. En este sentido, se dieron dos circunstancias: una fue la exportación -con Estados Unidos como lugar de entrega de productos nuevos, con mucha demanda y con precios muy buenos- y el mercado interno, que también creció significativamente, con sus más y sus menos durante esos años. En el año 2014, tuvimos la famosa devaluación -fue un año un poco duro-, pero a través de diversas medidas se incentivó el consumo de la madera para que la vivienda continuara siendo un factor importante.
Hoy nos encontramos -como ya dijeron algunos- con una situación económica sumamente compleja desde el año 2016. Cuando uno calcula la producción que ha tenido el año pasado, representa el equivalente a dos meses sin trabajar prácticamente, porque es casi de un 15 por ciento. A comienzos de este año la situación fue bastante parecida. Muchos pensábamos que este año iba a repicar el trabajo, pero lamentablemente estamos en una situación similar y hasta diría que un poquito peor que la del año pasado.
Conozco la actividad forestal desde hace muchos años, aunque tengo mi industria recién desde el año 2004. En esta actividad la inversión privada y la inversión pública del Estado han permitido que su desarrollo en la provincia de Misiones y norte de Corrientes tenga un crecimiento muy importante. Entiendo que el Estado ha invertido mucho dinero y fondos en la zona. Hoy, siendo el momento de obtener una renta de ello, prácticamente la está dejando de lado.
Uno escucha todos los días sobre la gente que es suspendida, los aserraderos que paran o que echan parte de su personal. Somos pymes y tratamos de no llegar a estas instancias, pero lamentablemente a veces los números no cierran y se termina llegando a esas situaciones.
Con respecto al tema de las viviendas chinas -que ayer nos confirmaron desde el gobierno- realmente no entendemos cuál es el objetivo.
Me cuesta creer que 14.000 viviendas chinas vayan a solucionar el importante problema habitacional de la Argentina, por lo que no termino de saber efectivamente cuál es el sentido de traerlas.
En la reunión de ayer Delgado nos manifestó que en realidad era para cubrir un déficit. No tenemos claro si es el déficit del Estado o el déficit habitacional dado que el déficit habitacional no se cubre con ese granito de arena.
Nosotros estamos reclamando ciertas cosas que lamentablemente a través de estos años no se han podido plasmar. Por la distancia que estamos de los centros de donde se despachan los productos al exterior -un orador ya lo mencionó-, el costo logístico es sumamente alto. Más allá de los 1.200 o 1.500 kilómetros, creemos que en estos años ha habido algún tipo de apropiación de renta por parte de algunos participantes en la cadena hasta que llega el producto al puerto de destino, y parte de esos costos adicionales hoy no nos permiten exportar.
Por otra parte, para las provincias de Misiones y Corrientes la participación de la madera y la industria forestal es sumamente importante. El año pasado hicimos un viaje a Chile para ver máquinas para invertir y para visitar algunos aserraderos. Tenemos claro que en ese país la participación de la madera en su PBI debe ocupar un cuarto o quinto lugar y que para la Argentina no es así. Sin embargo, tenemos claro que para las provincias de Misiones y Corrientes es sumamente importante para su PBI.
Lamentablemente, desde Buenos Aires a veces no alcanzamos a percibir esas cosas. Yo vivo en Buenos Aires y tengo mi industria en Misiones, pero cada vez que voy percibo que Corrientes y Misiones que están a más de 1.000 kilómetros en todos los órdenes de la vida y se nos da la espalda en áreas como educación, salud, inversiones en infraestructura, etcétera. Parte de eso tiene que ver con este problema, con el hecho de ser provincias alejadas de Buenos Aires que no son apoyadas por el Estado.
SR. PRESIDENTE KICILLOF Tiene la palabra el senador Irrazábal.
SR. IRRAZÁBAL Muchas gracias, señor presidente. Agradezco la invitación a la compañera María Cristina Britez y la presencia de los presidentes de las comisiones de la Cámara de Diputados.
Venimos muy interesados a escuchar a los representantes del sector afectado por esta política económica para la región y la provincia, así como al señor ministro de Industria, responsable de llevar adelante la política industrial de Misiones.
Acá se dijo que nosotros somos los que nos ocupamos de las políticas. Este es un ámbito parlamentario y quiero decir claramente que las políticas económicas en curso desmantelan la industria, devastan las economías regionales y afectan el trabajo en la Argentina. Con estas políticas no se puede esperar otro resultado que el que tenemos a la vista. Esto lo quiero decir con absoluta claridad por el simple hecho de observar la realidad, más allá de toda concepción ideológica o doctrinaria.
Este es un ámbito parlamentario que empezó a mostrar un camino diverso al recorrido en otras etapas de la historia, cuando se involucra la problemática abriendo puertas a los actores involucrados en cada una de las medidas de gobierno que pueden afectarlos negativamente. Esto se hizo en el Senado y es importante que se haga en la Cámara de Diputados. Escuchemos a los representantes del sector foresto industrial de la provincia de Misiones a efectos de que las medidas legislativas que llevemos adelante vengan enriquecidas con su aporte y fortalecidas con este compromiso.
No son medidas legislativas que van a ser producto de la acción teórica de diputados y de senadores, sino que van a estar impulsadas por la realidad del sector afectado por la política del gobierno nacional.
Vinimos a plasmar este compromiso, a hacerlo efectivo, y a decir que lo que los diputados sancionen tendrá seguramente el apoyo no solo de los senadores de Misiones sino de todos los senadores que mayoritariamente han demostrado -en este corto lapso de la historia triste de la Argentina- que abriendo sus puertas a los actores y sectores involucrados en determinadas políticas desgravosas para sus situaciones logramos algún resultado positivo con los sectores sociales y con otros sectores del trabajo. Es tiempo de abrir las puertas del Parlamento a los sectores productivos y por ello es muy importante que se haya realizado esta reunión.
Finalmente, quiero decirles que tenemos claro que el equipo de trabajo que ustedes conformen tendrá nuestra participación. También tenemos que involucrar a los representantes de los distintos sectores de la provincia y de las regiones y, lógicamente, en un tiempo muy breve, llevar este tema al pleno de ambas Cámaras.
Considero que aquello que no se pueda conseguir en el Ejecutivo lo tiene que impulsar el Poder Legislativo. Se trata de un Poder Ejecutivo con el cual no solamente no coincidimos respecto del curso estratégico de sus políticas económicas sino que además cuenta con la queja de todos los representantes de las provincias -y hablo como representante de una de ellas-, porque no cumple con los compromisos acordados con los gobernadores y con los ministros provinciales.
Entonces, si el Poder Ejecutivo no está realizando esta tarea, lo tiene que hacer el Poder Legislativo, que es lo que estamos haciendo ahora, y hemos venido a dejar expreso ese compromiso.
Venimos muy interesados a escuchar a los representantes del sector afectado por esta política económica para la región y la provincia, así como al señor ministro de Industria, responsable de llevar adelante la política industrial de Misiones.
Acá se dijo que nosotros somos los que nos ocupamos de las políticas. Este es un ámbito parlamentario y quiero decir claramente que las políticas económicas en curso desmantelan la industria, devastan las economías regionales y afectan el trabajo en la Argentina. Con estas políticas no se puede esperar otro resultado que el que tenemos a la vista. Esto lo quiero decir con absoluta claridad por el simple hecho de observar la realidad, más allá de toda concepción ideológica o doctrinaria.
Este es un ámbito parlamentario que empezó a mostrar un camino diverso al recorrido en otras etapas de la historia, cuando se involucra la problemática abriendo puertas a los actores involucrados en cada una de las medidas de gobierno que pueden afectarlos negativamente. Esto se hizo en el Senado y es importante que se haga en la Cámara de Diputados. Escuchemos a los representantes del sector foresto industrial de la provincia de Misiones a efectos de que las medidas legislativas que llevemos adelante vengan enriquecidas con su aporte y fortalecidas con este compromiso.
No son medidas legislativas que van a ser producto de la acción teórica de diputados y de senadores, sino que van a estar impulsadas por la realidad del sector afectado por la política del gobierno nacional.
Vinimos a plasmar este compromiso, a hacerlo efectivo, y a decir que lo que los diputados sancionen tendrá seguramente el apoyo no solo de los senadores de Misiones sino de todos los senadores que mayoritariamente han demostrado -en este corto lapso de la historia triste de la Argentina- que abriendo sus puertas a los actores y sectores involucrados en determinadas políticas desgravosas para sus situaciones logramos algún resultado positivo con los sectores sociales y con otros sectores del trabajo. Es tiempo de abrir las puertas del Parlamento a los sectores productivos y por ello es muy importante que se haya realizado esta reunión.
Finalmente, quiero decirles que tenemos claro que el equipo de trabajo que ustedes conformen tendrá nuestra participación. También tenemos que involucrar a los representantes de los distintos sectores de la provincia y de las regiones y, lógicamente, en un tiempo muy breve, llevar este tema al pleno de ambas Cámaras.
Considero que aquello que no se pueda conseguir en el Ejecutivo lo tiene que impulsar el Poder Legislativo. Se trata de un Poder Ejecutivo con el cual no solamente no coincidimos respecto del curso estratégico de sus políticas económicas sino que además cuenta con la queja de todos los representantes de las provincias -y hablo como representante de una de ellas-, porque no cumple con los compromisos acordados con los gobernadores y con los ministros provinciales.
Entonces, si el Poder Ejecutivo no está realizando esta tarea, lo tiene que hacer el Poder Legislativo, que es lo que estamos haciendo ahora, y hemos venido a dejar expreso ese compromiso.
SR. PRESIDENTE KICILLOF Muchísimas gracias por sus intervenciones. A continuación, hará uso de la palabra el ingeniero Saiz, y luego los señores diputados Pedrini, Ciciliani y Passo.
Quiero agradecer la presencia del senador Irrazábal, porque es muy importante para nosotros. Tal como él ha manifestado, la respuesta que podemos dar tiene la limitación del Poder Legislativo, pues no somos el Poder Ejecutivo, que toma decisiones como comprar viviendas en el exterior y cosas que no compartimos de ninguna manera, como otras tantas de la macroeconomía, simplemente podemos señalarlas y presentar proyectos de ley. Algunas veces ha sido impedimento no conseguir el concurso de las dos Cámaras, porque hay que dejar en claro que la oposición tiene mayoría. De esta manera, si logramos estos acuerdos, prácticamente está asegurada la aprobación legislativa en la medida en que no coloquen trabas. Aquí hay propuestas muy importantes para la construcción de viviendas, sistemas constructivos en madera, que hace falta impulsar, más aún en esta situación de crisis del sector.
También quiero recordar que, con mucho esfuerzo, hemos logrado sancionar leyes que después el Poder Ejecutivo no reglamenta o no implementa. También se presenta esa dificultad pero nuestro esfuerzo está comprometido.
Tiene la palabra el ingeniero Saiz.
Quiero agradecer la presencia del senador Irrazábal, porque es muy importante para nosotros. Tal como él ha manifestado, la respuesta que podemos dar tiene la limitación del Poder Legislativo, pues no somos el Poder Ejecutivo, que toma decisiones como comprar viviendas en el exterior y cosas que no compartimos de ninguna manera, como otras tantas de la macroeconomía, simplemente podemos señalarlas y presentar proyectos de ley. Algunas veces ha sido impedimento no conseguir el concurso de las dos Cámaras, porque hay que dejar en claro que la oposición tiene mayoría. De esta manera, si logramos estos acuerdos, prácticamente está asegurada la aprobación legislativa en la medida en que no coloquen trabas. Aquí hay propuestas muy importantes para la construcción de viviendas, sistemas constructivos en madera, que hace falta impulsar, más aún en esta situación de crisis del sector.
También quiero recordar que, con mucho esfuerzo, hemos logrado sancionar leyes que después el Poder Ejecutivo no reglamenta o no implementa. También se presenta esa dificultad pero nuestro esfuerzo está comprometido.
Tiene la palabra el ingeniero Saiz.
SR. SAIZ Señor presidente: agradezco la invitación y esta posibilidad de participar. Soy ingeniero forestal, ex gerente de la Asociación Forestal Argentina en la regional Misiones-Corrientes, donde estuve quince años. Hoy soy vicepresidente del Colegio de Ingenieros Forestales de Misiones. La verdad es que me acobarda un poco estar frente a la Comisión de Economía para hablar de una materia estudiada hace muchos años en la facultad. (Risas.)
Por mi parte, vengo a hablarles de otra pata de la foresto industria, que es la exportación y, específicamente, quiero mencionarles la madera sólida. El sector involucra varios tipos de productos: la pasta de celulosa, el tablero, etcétera.
Pero lo que me interesa plantear acá, básicamente apuntando a las pymes de madera, es a la madera sólida para la construcción.
Recién intenté mostrar una planilla pero no se veía bien. La misma intentaba mostrar la demanda del mercado mundial en madera sólida y cómo lo abastecen los países de la región, es decir Chile, Brasil, Uruguay y nosotros.
Todos los países registraron una fuerte caída de las exportaciones de madera con las crisis del 2007 y del 2009. Yo creo que una de las causas por las cuales Brasil, Chile y Uruguay fueron recuperando ese mercado -además de factores económicos que no vamos a entrar a discutir-, es la fuerte demanda del mercado interno que registraba Argentina. Esa fuerte demanda del mercado interno, hizo que a muchas de las industrias les conviniera más el mercado interno que exportar.
Hoy, realmente la situación de la exportación de maderas es crítica.
Las exportaciones del sector foresto industrial en su conjunto, representaban en Misiones el 63 por ciento. Esto porque estaba fuertemente influenciado lógicamente por la pasta celulósica. Hoy en día estamos por debajo del 42 por ciento. De manera que la caída de las exportaciones de la madera sólida en los dos últimos años, supera el 49 por ciento.
Una de las variantes de la caída de las exportaciones es la depreciación del dólar, aunque no es la principal causante. Esto se puede ver en el incremento de los insumos de la mano de obra como en los insumos necesarios en valor dólar que ha tenido el salario, que ha crecido entre el 2007 y el 2015 un 85,5 por ciento. Aclaro que siempre hablo de madera sólida. Aquí no está incluida la pasta celulósica ni tablero, donde ya Román Queiroz nos dio otra visión.
Teníamos también el efecto de las retenciones, hoy eliminadas, y algo que tiene la provincia de Misiones creo que con exclusividad, que es un aporte del 3 por ciento en ingresos brutos a las exportaciones.
Todas estas cuestiones son discutibles o se pueden pelear. Pero hay algo que gravita fuertemente, que es la alta incidencia del costo logístico.
El puerto de Buenos Aires, es uno de los puertos más caros de la región si lo comparamos con los puertos de Paranaguá o el puerto de Itajaí, de nuestro vecino brasileño.
Además de esto, la incidencia del flete para cubrir los 1.200 kilómetros que nos separan tanto del puerto de Buenos Aires como del puerto de Rosario, es de 1.304 dólares. Eso representa por metro cúbico, 29 dólares, pero no voy a entrar en esos valores que se complican un poco. La aduana está en el orden de los 306 dólares, el consolidado, 821 dólares; los costos del puerto, 428 dólares y los costos de la agencia marítima, 575. Esto, sin hablar de algunos otros costos ocultos que pueden existir.
Llegamos a un total de 3.400 dólares por contendor. Cuando un contenedor lleva 45 metros cúbicos, estamos hablando de un costo de 76 dólares por metro cúbico.
En la siguiente filmina vemos un tema que realmente es muy preocupante. Aquí puede observarse cómo Brasil y Chile han podido recuperarse bastante bien por las pérdidas que tuvieron con la crisis de la famosa burbuja. Respecto de los gastos de logística para Argentina, con el puerto de Buenos Aires, estamos en 76 dólares por metro cúbico, Brasil está en 25 y Chile en 19. Estamos hablando de Brasil con una industria instalada en los estados de Paraná y Santa Catarina -alrededor de 300 o 400 kilómetros de distancia de los puertos principales del sur brasileño-, y de Chile, con empresas que alejadas del puerto están a 50, 60 o 70 kilómetros. La diferencia es muy grande. Otro tema a tener en cuenta es que un contenedor de Argentina lleva 45 metros cúbicos, mientras que los de Brasil y Chile pueden cargar un poco más por la diferencia en peso de la madera versus la nuestra; tienen más volumen por tener menos peso.
Respecto al valor de la tabla cepillada, que hoy en día puede estar en los 400 dólares el metro cúbico -es el mismo valor para nosotros y para nuestros vecinos-, un contenedor que se vende a 18.000 dólares -contra 20 y 22.000 de Chile por la incidencia, como dije, del peso de la madera-, si dividimos el costo de la logística por lo que lleva el contenedor, estamos hablando de que el contenedor en la Argentina está en 3.420; Brasil, 1250, y Chile, 1.045. Aquí vemos los porcentajes de la incidencia en la logística y un valor a favor de los países vecinos que les permite bajar el precio o negociar de otra forma; para Brasil es de 2.100 dólares y para Chile, de 2.375 dólares.
Esto podría solucionarse de forma más o menos inmediata y a mediano plazo. Como dijo el ingeniero Lichowski hace unos momentos, se está trabajando en Misiones con el puerto de Posadas. También hemos tenido algunas ofertas para salir por el puerto de Corrientes, pero totalmente inviables porque es más caro que el de Buenos Aires, entre otras cuestiones.
En consecuencia, lo que urge a mediano plazo es mejorar la infraestructura. No cabe ninguna duda de que alguna vez tenemos que volver a poder navegar el río Paraná, que hoy en día lo tenemos para ver cómo los paraguayos sacan las barcazas cargadas de soja y otros productos, cuando nosotros solo lo usamos para andar en lancha porque otra cosa no se puede hacer. Obviamente, también ayudaría el transporte ferroviario.
A la luz de que hace pocos días el gobierno instrumentó una serie de reintegros a algunos tipos de producciones, me atrevo a dar este pechazo: solicito a los señores diputados y senadores que forma inmediata se aboquen a analizar la posibilidad de establecer un reintegro logístico para empresas pymes; estoy hablando siempre de empresas pymes, que son las que en este momento están más necesitadas. Desde el punto de vista provincial, solicito la eliminación ya de los ingresos brutos a la exportación. Digo esto porque aunque existe un reintegro a las exportaciones en la provincia de Misiones, el pago de los ingresos brutos es inmediato y el reintegro es muy demorado.
Una medida sería utilizar esos importes para compensar cargas sociales, etcétera.
Hablé del reintegro para pymes según distancia. El costo logístico resulta sumamente afectado por la distancia a los puertos de embarque de Buenos Aires o Rosario. Estamos proponiendo un reintegro mínimo del 10 por ciento sobre el valor FOB. En la actualidad el valor FOB de maderas cepilladas es 18.000 dólares, por lo que el 10 por ciento estaría rondando los 1.800 dólares, con lo cual estaríamos muy cerca de compensar esa diferencia que tenemos con los países vecinos. Básicamente, reitero, se trataría de una compensación para la logística.
Por su parte, hay que tener en cuenta que en relación con este reintegro, la erogación del Estado solo existirá si hay exportación; si no se exporta, el Estado no erogará un peso. Ahora bien, esa recuperación del mercado externo argentino se ha ido perdiendo y va a llevar un par de años reconstruirla. Por lo tanto, el aporte del Estado nacional en estos reintegros sería gradual a través del tiempo. Considerando el potencial de exportación de las pymes del norte correntino y Misiones -unas cuarenta empresas capacitadas para exportar-, rondaríamos los mil contenedores anuales, es decir unos 25 millones de dólares como mucho, con lo cual el reintegro que se solicitaría sería de alrededor de 2 millones de dólares, unos 30 millones de pesos argentinos. Si lo comparamos con los reintegros o adelantos para las industrias tabacaleras o yerbateras -por mencionar las misioneras-, creo que es muy poco.
Desde ya, se prevén algunos beneficios. Básicamente, consideramos que habrá una mejora en los ingresos fiscales, porque al aumentar la producción para la exportación, produciremos más cantidad de rollos, habrá más transporte y fletes, incremento de insumos varios, talleres, etcétera, lo cual movilizará la cadena económica y llevará a aportes crecientes de IVA e ingresos brutos en toda la actividad.
Asimismo, estas medidas implicarán un incremento de la mano de obra directa e indirecta. Cuando empezamos a producir mayor cantidad de rollos en el monte, más cantidad de fletes, insumos, y por la misma industria directa en el aserradero, evidentemente habrá un incremento sustancial en este rubro.
Otra ventaja es la liberación del mercado interno para aquellas industrias que en este momento no están capacitadas para exportar. Exportar tiene sus bemoles; no es cuestión de serruchar madera y cargarla. De esta manera, a muchas empresas se les abriría el mercado interno, hoy saturado por la gran oferta de las grandes empresas.
Finalmente, se estaría fomentando la exportación de productos con mayor valor agregado. Evidentemente, al ser mayor el reintegro -si bien hay una mayor inversión para lograr ese valor agregado- creemos que esto motorizaría a las industrias a instalar el sello "madera misionera" o "madera argentina" -para no olvidarme del norte correntino- como una madera de calidad. (Aplausos.)
Por mi parte, vengo a hablarles de otra pata de la foresto industria, que es la exportación y, específicamente, quiero mencionarles la madera sólida. El sector involucra varios tipos de productos: la pasta de celulosa, el tablero, etcétera.
Pero lo que me interesa plantear acá, básicamente apuntando a las pymes de madera, es a la madera sólida para la construcción.
Recién intenté mostrar una planilla pero no se veía bien. La misma intentaba mostrar la demanda del mercado mundial en madera sólida y cómo lo abastecen los países de la región, es decir Chile, Brasil, Uruguay y nosotros.
Todos los países registraron una fuerte caída de las exportaciones de madera con las crisis del 2007 y del 2009. Yo creo que una de las causas por las cuales Brasil, Chile y Uruguay fueron recuperando ese mercado -además de factores económicos que no vamos a entrar a discutir-, es la fuerte demanda del mercado interno que registraba Argentina. Esa fuerte demanda del mercado interno, hizo que a muchas de las industrias les conviniera más el mercado interno que exportar.
Hoy, realmente la situación de la exportación de maderas es crítica.
Las exportaciones del sector foresto industrial en su conjunto, representaban en Misiones el 63 por ciento. Esto porque estaba fuertemente influenciado lógicamente por la pasta celulósica. Hoy en día estamos por debajo del 42 por ciento. De manera que la caída de las exportaciones de la madera sólida en los dos últimos años, supera el 49 por ciento.
Una de las variantes de la caída de las exportaciones es la depreciación del dólar, aunque no es la principal causante. Esto se puede ver en el incremento de los insumos de la mano de obra como en los insumos necesarios en valor dólar que ha tenido el salario, que ha crecido entre el 2007 y el 2015 un 85,5 por ciento. Aclaro que siempre hablo de madera sólida. Aquí no está incluida la pasta celulósica ni tablero, donde ya Román Queiroz nos dio otra visión.
Teníamos también el efecto de las retenciones, hoy eliminadas, y algo que tiene la provincia de Misiones creo que con exclusividad, que es un aporte del 3 por ciento en ingresos brutos a las exportaciones.
Todas estas cuestiones son discutibles o se pueden pelear. Pero hay algo que gravita fuertemente, que es la alta incidencia del costo logístico.
El puerto de Buenos Aires, es uno de los puertos más caros de la región si lo comparamos con los puertos de Paranaguá o el puerto de Itajaí, de nuestro vecino brasileño.
Además de esto, la incidencia del flete para cubrir los 1.200 kilómetros que nos separan tanto del puerto de Buenos Aires como del puerto de Rosario, es de 1.304 dólares. Eso representa por metro cúbico, 29 dólares, pero no voy a entrar en esos valores que se complican un poco. La aduana está en el orden de los 306 dólares, el consolidado, 821 dólares; los costos del puerto, 428 dólares y los costos de la agencia marítima, 575. Esto, sin hablar de algunos otros costos ocultos que pueden existir.
Llegamos a un total de 3.400 dólares por contendor. Cuando un contenedor lleva 45 metros cúbicos, estamos hablando de un costo de 76 dólares por metro cúbico.
En la siguiente filmina vemos un tema que realmente es muy preocupante. Aquí puede observarse cómo Brasil y Chile han podido recuperarse bastante bien por las pérdidas que tuvieron con la crisis de la famosa burbuja. Respecto de los gastos de logística para Argentina, con el puerto de Buenos Aires, estamos en 76 dólares por metro cúbico, Brasil está en 25 y Chile en 19. Estamos hablando de Brasil con una industria instalada en los estados de Paraná y Santa Catarina -alrededor de 300 o 400 kilómetros de distancia de los puertos principales del sur brasileño-, y de Chile, con empresas que alejadas del puerto están a 50, 60 o 70 kilómetros. La diferencia es muy grande. Otro tema a tener en cuenta es que un contenedor de Argentina lleva 45 metros cúbicos, mientras que los de Brasil y Chile pueden cargar un poco más por la diferencia en peso de la madera versus la nuestra; tienen más volumen por tener menos peso.
Respecto al valor de la tabla cepillada, que hoy en día puede estar en los 400 dólares el metro cúbico -es el mismo valor para nosotros y para nuestros vecinos-, un contenedor que se vende a 18.000 dólares -contra 20 y 22.000 de Chile por la incidencia, como dije, del peso de la madera-, si dividimos el costo de la logística por lo que lleva el contenedor, estamos hablando de que el contenedor en la Argentina está en 3.420; Brasil, 1250, y Chile, 1.045. Aquí vemos los porcentajes de la incidencia en la logística y un valor a favor de los países vecinos que les permite bajar el precio o negociar de otra forma; para Brasil es de 2.100 dólares y para Chile, de 2.375 dólares.
Esto podría solucionarse de forma más o menos inmediata y a mediano plazo. Como dijo el ingeniero Lichowski hace unos momentos, se está trabajando en Misiones con el puerto de Posadas. También hemos tenido algunas ofertas para salir por el puerto de Corrientes, pero totalmente inviables porque es más caro que el de Buenos Aires, entre otras cuestiones.
En consecuencia, lo que urge a mediano plazo es mejorar la infraestructura. No cabe ninguna duda de que alguna vez tenemos que volver a poder navegar el río Paraná, que hoy en día lo tenemos para ver cómo los paraguayos sacan las barcazas cargadas de soja y otros productos, cuando nosotros solo lo usamos para andar en lancha porque otra cosa no se puede hacer. Obviamente, también ayudaría el transporte ferroviario.
A la luz de que hace pocos días el gobierno instrumentó una serie de reintegros a algunos tipos de producciones, me atrevo a dar este pechazo: solicito a los señores diputados y senadores que forma inmediata se aboquen a analizar la posibilidad de establecer un reintegro logístico para empresas pymes; estoy hablando siempre de empresas pymes, que son las que en este momento están más necesitadas. Desde el punto de vista provincial, solicito la eliminación ya de los ingresos brutos a la exportación. Digo esto porque aunque existe un reintegro a las exportaciones en la provincia de Misiones, el pago de los ingresos brutos es inmediato y el reintegro es muy demorado.
Una medida sería utilizar esos importes para compensar cargas sociales, etcétera.
Hablé del reintegro para pymes según distancia. El costo logístico resulta sumamente afectado por la distancia a los puertos de embarque de Buenos Aires o Rosario. Estamos proponiendo un reintegro mínimo del 10 por ciento sobre el valor FOB. En la actualidad el valor FOB de maderas cepilladas es 18.000 dólares, por lo que el 10 por ciento estaría rondando los 1.800 dólares, con lo cual estaríamos muy cerca de compensar esa diferencia que tenemos con los países vecinos. Básicamente, reitero, se trataría de una compensación para la logística.
Por su parte, hay que tener en cuenta que en relación con este reintegro, la erogación del Estado solo existirá si hay exportación; si no se exporta, el Estado no erogará un peso. Ahora bien, esa recuperación del mercado externo argentino se ha ido perdiendo y va a llevar un par de años reconstruirla. Por lo tanto, el aporte del Estado nacional en estos reintegros sería gradual a través del tiempo. Considerando el potencial de exportación de las pymes del norte correntino y Misiones -unas cuarenta empresas capacitadas para exportar-, rondaríamos los mil contenedores anuales, es decir unos 25 millones de dólares como mucho, con lo cual el reintegro que se solicitaría sería de alrededor de 2 millones de dólares, unos 30 millones de pesos argentinos. Si lo comparamos con los reintegros o adelantos para las industrias tabacaleras o yerbateras -por mencionar las misioneras-, creo que es muy poco.
Desde ya, se prevén algunos beneficios. Básicamente, consideramos que habrá una mejora en los ingresos fiscales, porque al aumentar la producción para la exportación, produciremos más cantidad de rollos, habrá más transporte y fletes, incremento de insumos varios, talleres, etcétera, lo cual movilizará la cadena económica y llevará a aportes crecientes de IVA e ingresos brutos en toda la actividad.
Asimismo, estas medidas implicarán un incremento de la mano de obra directa e indirecta. Cuando empezamos a producir mayor cantidad de rollos en el monte, más cantidad de fletes, insumos, y por la misma industria directa en el aserradero, evidentemente habrá un incremento sustancial en este rubro.
Otra ventaja es la liberación del mercado interno para aquellas industrias que en este momento no están capacitadas para exportar. Exportar tiene sus bemoles; no es cuestión de serruchar madera y cargarla. De esta manera, a muchas empresas se les abriría el mercado interno, hoy saturado por la gran oferta de las grandes empresas.
Finalmente, se estaría fomentando la exportación de productos con mayor valor agregado. Evidentemente, al ser mayor el reintegro -si bien hay una mayor inversión para lograr ese valor agregado- creemos que esto motorizaría a las industrias a instalar el sello "madera misionera" o "madera argentina" -para no olvidarme del norte correntino- como una madera de calidad. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE KICILLOF Tiene la palabra el señor diputado Pedrini.
SR. PEDRINI Mi nombre es Juan Manuel Pedrini, diputado nacional por la provincia del Chaco.
Este tema de la supuesta o previsible importación de casas prefabricadas despertó la reacción en nuestra provincia de sectores relacionados con la industria tradicional de la construcción, concretamente los ladrilleros, la delegación Resistencia de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina y APYME, una organización de pequeños y medianos empresarios de la construcción.
Ahí es donde hoy está de Mendiguren dando una charla y seguramente le van a tocar este tema.
Nosotros tenemos prevista una jornada para el próximo jueves en Resistencia sobre toda esta cuestión. Se ha avanzado y tenemos un proyecto de ley de protección de la industria de la construcción. Durante el proceso se discutió si convenía restringir totalmente la exportación de viviendas prefabricadas o, al menos, limitarlas. La decisión del grupo fue que se presente un proyecto restringiendo en forma absoluta la posibilidad de importar viviendas prefabricadas por un año.
En este sentido, se solicita que se presente un proyecto donde la restricción sea para todo tipo de vivienda prefabricada y sus componentes, sean estas ya ensambladas o para ser ensambladas en el territorio nacional.
Esto se vincula con lo que explicitaron respecto de la reunión de ayer con el subsecretario Delgado donde, aparentemente, el proyecto es la fabricación aquí de una parte y el ensamble con el 50 por ciento del resto de los componentes. Salvo que el subsecretario se los haya puntualizado, no sabemos a quién va a afectar ese 50 por ciento: si a los mosaístas, a los que hacen aberturas, etcétera, porque es muy amplio el espectro. Aparte de las aberturas de madera tenemos también las metálicas que se van a ver muy perjudicadas.
Creo que tenemos que seguir en contacto. Desde el Chaco vamos a continuar con esta situación. Voy a informar tanto al sindicato ladrillero como a la UOCRA y a los empresarios. Me imagino la posibilidad de realizar acciones conjuntas en este sentido porque esto los afectará a ustedes, que tomaron la iniciativa a nivel nacional con esta decisión, pero también se van a ver afectadas las cementeras, los productores de chapas, de pisos, en fin, toda la cadena de la producción.
Tenemos que reaccionar rápidamente ante esta situación, porque los daños son realmente incalculables. Ya con el parate de la obra pública en la provincia del Chaco hay 8.000 viviendas sin terminar, los ladrilleros pasaron de ser 4.000 trabajadores registrados en un sistema de cooperativas a ser solamente 300. Y los descensos de la UOCRA superaron los 10.000 trabajadores registrados, que es de lo que estamos hablando. No quiero pensar en el resto de las industrias de la construcción.
Consideramos que esta decisión se basa en un atajo que quiere tomar el gobierno nacional, que consiste en pagar más pero tomar créditos a diez años de plazo. Esto aumentará la dependencia tecnológica argentina y también el grave problema que ya tenemos, que es el de la deuda externa.
Mientras tanto, el gobierno importa 1.000, 2.000 o la cifra que sea de casas y pospone el pago a diez años, para las futuras administraciones. Esto es lo que consideramos que es una de las razones por la que se presenta esta situación, es decir, porque viene involucrado con un crédito a diez años.
Los chinos están siendo muy activos. El ministro debe saber que recorren absolutamente todas las provincias ofreciendo no solamente viviendas sino también rutas y cualquier obra de infraestructura que se necesite a un precio muy alto pero con la posibilidad del pago en diez años.
Muchas provincias y muchos municipios ven en esa posibilidad de diferimiento de pago una oportunidad para quedar rápidamente bien con sus electores y es un potencial peligro que tenemos allí.
En síntesis, vamos a presentar este proyecto y estamos dispuestos a trabajar lógicamente en conjunto para llegar, primero con nuestra obligación de legisladores, que es tratar de poner un freno, y luego ver si podemos trabajar en el desarrollo de la industria de la construcción y particularmente en el desarrollo de la industria de la madera como ustedes lo están planteando.
Este tema de la supuesta o previsible importación de casas prefabricadas despertó la reacción en nuestra provincia de sectores relacionados con la industria tradicional de la construcción, concretamente los ladrilleros, la delegación Resistencia de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina y APYME, una organización de pequeños y medianos empresarios de la construcción.
Ahí es donde hoy está de Mendiguren dando una charla y seguramente le van a tocar este tema.
Nosotros tenemos prevista una jornada para el próximo jueves en Resistencia sobre toda esta cuestión. Se ha avanzado y tenemos un proyecto de ley de protección de la industria de la construcción. Durante el proceso se discutió si convenía restringir totalmente la exportación de viviendas prefabricadas o, al menos, limitarlas. La decisión del grupo fue que se presente un proyecto restringiendo en forma absoluta la posibilidad de importar viviendas prefabricadas por un año.
En este sentido, se solicita que se presente un proyecto donde la restricción sea para todo tipo de vivienda prefabricada y sus componentes, sean estas ya ensambladas o para ser ensambladas en el territorio nacional.
Esto se vincula con lo que explicitaron respecto de la reunión de ayer con el subsecretario Delgado donde, aparentemente, el proyecto es la fabricación aquí de una parte y el ensamble con el 50 por ciento del resto de los componentes. Salvo que el subsecretario se los haya puntualizado, no sabemos a quién va a afectar ese 50 por ciento: si a los mosaístas, a los que hacen aberturas, etcétera, porque es muy amplio el espectro. Aparte de las aberturas de madera tenemos también las metálicas que se van a ver muy perjudicadas.
Creo que tenemos que seguir en contacto. Desde el Chaco vamos a continuar con esta situación. Voy a informar tanto al sindicato ladrillero como a la UOCRA y a los empresarios. Me imagino la posibilidad de realizar acciones conjuntas en este sentido porque esto los afectará a ustedes, que tomaron la iniciativa a nivel nacional con esta decisión, pero también se van a ver afectadas las cementeras, los productores de chapas, de pisos, en fin, toda la cadena de la producción.
Tenemos que reaccionar rápidamente ante esta situación, porque los daños son realmente incalculables. Ya con el parate de la obra pública en la provincia del Chaco hay 8.000 viviendas sin terminar, los ladrilleros pasaron de ser 4.000 trabajadores registrados en un sistema de cooperativas a ser solamente 300. Y los descensos de la UOCRA superaron los 10.000 trabajadores registrados, que es de lo que estamos hablando. No quiero pensar en el resto de las industrias de la construcción.
Consideramos que esta decisión se basa en un atajo que quiere tomar el gobierno nacional, que consiste en pagar más pero tomar créditos a diez años de plazo. Esto aumentará la dependencia tecnológica argentina y también el grave problema que ya tenemos, que es el de la deuda externa.
Mientras tanto, el gobierno importa 1.000, 2.000 o la cifra que sea de casas y pospone el pago a diez años, para las futuras administraciones. Esto es lo que consideramos que es una de las razones por la que se presenta esta situación, es decir, porque viene involucrado con un crédito a diez años.
Los chinos están siendo muy activos. El ministro debe saber que recorren absolutamente todas las provincias ofreciendo no solamente viviendas sino también rutas y cualquier obra de infraestructura que se necesite a un precio muy alto pero con la posibilidad del pago en diez años.
Muchas provincias y muchos municipios ven en esa posibilidad de diferimiento de pago una oportunidad para quedar rápidamente bien con sus electores y es un potencial peligro que tenemos allí.
En síntesis, vamos a presentar este proyecto y estamos dispuestos a trabajar lógicamente en conjunto para llegar, primero con nuestra obligación de legisladores, que es tratar de poner un freno, y luego ver si podemos trabajar en el desarrollo de la industria de la construcción y particularmente en el desarrollo de la industria de la madera como ustedes lo están planteando.
SR. PRESIDENTE KICILLOF Tiene la palabra la señora diputada Ciciliani.
SRA. CICILIANI Señor presidente: soy diputada socialista por la provincia de Santa Fe y en primer lugar quiero agradecer las exposiciones que se han hecho con tanta claridad.
Las conclusiones que puedo adelantarles es que estamos ante un problema grave estructural y coyuntural.
Creo que tenemos graves problemas en la coyuntura pero también tenemos graves problemas estructurales. Esto pudimos verlo recién en la presentación acerca de los costos de logística y de infraestructura necesaria, de los números de la macroeconomía y otra gran cantidad de cuestiones.
Si aceptamos este diagnóstico, tenemos que tener la inteligencia de ver el problema en su conjunto y con la complejidad que tiene.
Presté mucha atención a las palabras del ministro de Industria de Misiones. Un ministro de Industria, hoy en cualquier lugar de la Argentina, seguramente está preocupado porque el incremento de la actividad económica no genera nuevos empleos. Y eso también lo tenemos que poner en la balanza.
Hoy, una nueva actividad económica o el crecimiento de la economía no implica una linealidad con la creación de empleos, como sucedía hace veinte, treinta o cuarenta años. Estamos viendo que la incorporación de tecnología suplanta trabajo. Eso también tiene que estar en la mesa de debate de cualquier análisis macroeconómico.
Desde nuestro interbloque creemos que pretender incorporar o importar casas prefabricadas de China o de donde sea, es una irracionalidad económica y social que merece el más absoluto rechazo. No tiene que haber ninguna razón para ingresar al país casas prefabricadas. Si me dijeran que con esto están intentando solucionar el problema de la vivienda en la Argentina y nos dan las razones macroeconómicas y los números, bueno. Pero no es así. Están hablando de una importación que lo único que hace es desplazar mano de obra y producción nacional.
Lo más grave es que con esto se está impidiendo un desarrollo tecnológico. El país está en condiciones de desarrollar tecnología de viviendas sustentables para dar solución al problema de la vivienda en Argentina y creando empleo.
Cuando se presentó el presupuesto nacional y vimos que iba dirigido a financiar obras de infraestructura en rutas y autopistas, dijimos que si bien es algo que nos parecía muy bien, podía esperar. Nosotros creíamos que la urgencia en Argentina era financiar vivienda para reactivar el mercado interno y dar más empleo.
Lo único que les quiero decir es que la cadena de valor se desarrolla en mi provincia de Santa Fe. Hay enclaves, tanto en Cañada de Gómez como en Esperanza, de producción de muebles, que dan empleo, trabajo y vida a ciudades intermedias de la pampa santafesina y que hacen a su cadena de valor. Y creemos que hoy es absolutamente imprescindible la mirada de la cadena de valor.
En este sentido, reciban nuestra solidaridad y compromiso para trabajar en una mesa de trabajo con números concretos para elaborar un proyecto sustentable desde el gobierno nacional junto con los ámbitos provinciales. Los gobiernos provinciales deben tener hoy un rol estratégico a la hora de acordar las políticas. Este no es un problema de Misiones solamente, sino también de Santa Fe, del Chaco y de todo lugar donde se desarrolle la industria.
En particular nuestro compromiso para con ustedes es el de trabajar juntos en cosas concretas para desarrollar propuestas dentro de la Cámara de Diputados. Asimismo, por supuesto que nos sumamos al rechazo de la importación de viviendas prefabricadas de China o del lugar de donde vengan. (Aplausos.)
Las conclusiones que puedo adelantarles es que estamos ante un problema grave estructural y coyuntural.
Creo que tenemos graves problemas en la coyuntura pero también tenemos graves problemas estructurales. Esto pudimos verlo recién en la presentación acerca de los costos de logística y de infraestructura necesaria, de los números de la macroeconomía y otra gran cantidad de cuestiones.
Si aceptamos este diagnóstico, tenemos que tener la inteligencia de ver el problema en su conjunto y con la complejidad que tiene.
Presté mucha atención a las palabras del ministro de Industria de Misiones. Un ministro de Industria, hoy en cualquier lugar de la Argentina, seguramente está preocupado porque el incremento de la actividad económica no genera nuevos empleos. Y eso también lo tenemos que poner en la balanza.
Hoy, una nueva actividad económica o el crecimiento de la economía no implica una linealidad con la creación de empleos, como sucedía hace veinte, treinta o cuarenta años. Estamos viendo que la incorporación de tecnología suplanta trabajo. Eso también tiene que estar en la mesa de debate de cualquier análisis macroeconómico.
Desde nuestro interbloque creemos que pretender incorporar o importar casas prefabricadas de China o de donde sea, es una irracionalidad económica y social que merece el más absoluto rechazo. No tiene que haber ninguna razón para ingresar al país casas prefabricadas. Si me dijeran que con esto están intentando solucionar el problema de la vivienda en la Argentina y nos dan las razones macroeconómicas y los números, bueno. Pero no es así. Están hablando de una importación que lo único que hace es desplazar mano de obra y producción nacional.
Lo más grave es que con esto se está impidiendo un desarrollo tecnológico. El país está en condiciones de desarrollar tecnología de viviendas sustentables para dar solución al problema de la vivienda en Argentina y creando empleo.
Cuando se presentó el presupuesto nacional y vimos que iba dirigido a financiar obras de infraestructura en rutas y autopistas, dijimos que si bien es algo que nos parecía muy bien, podía esperar. Nosotros creíamos que la urgencia en Argentina era financiar vivienda para reactivar el mercado interno y dar más empleo.
Lo único que les quiero decir es que la cadena de valor se desarrolla en mi provincia de Santa Fe. Hay enclaves, tanto en Cañada de Gómez como en Esperanza, de producción de muebles, que dan empleo, trabajo y vida a ciudades intermedias de la pampa santafesina y que hacen a su cadena de valor. Y creemos que hoy es absolutamente imprescindible la mirada de la cadena de valor.
En este sentido, reciban nuestra solidaridad y compromiso para trabajar en una mesa de trabajo con números concretos para elaborar un proyecto sustentable desde el gobierno nacional junto con los ámbitos provinciales. Los gobiernos provinciales deben tener hoy un rol estratégico a la hora de acordar las políticas. Este no es un problema de Misiones solamente, sino también de Santa Fe, del Chaco y de todo lugar donde se desarrolle la industria.
En particular nuestro compromiso para con ustedes es el de trabajar juntos en cosas concretas para desarrollar propuestas dentro de la Cámara de Diputados. Asimismo, por supuesto que nos sumamos al rechazo de la importación de viviendas prefabricadas de China o del lugar de donde vengan. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE KICILLOF Tiene la palabra la señora diputada Passo.
SRA. PASSO En primer lugar quiero agradecer a los presentes por su exposición, a quienes les pido los materiales que han informado aquí porque contienen datos muy importantes que a nosotros, como legisladores, nos sirven mucho para seguir trabajando sobre los proyectos que vamos teniendo arriba de la mesa.
En segundo lugar, quiero traerles el saludo y las disculpas de mi compañero Ignacio De Mendiguren. Ya han sido expuestos aquí los motivos por los que hoy no pudo concurrir a la reunión. No obstante, mi presencia se debe no solo a que formo parte de la Comisión de Pequeñas y Medianas Empresas -a través de la cual tuve la invitación a participar de esta reunión-, sino también a que comparto con Ignacio y con el resto de los integrantes de mi bloque la preocupación por ver cómo distintas medidas del gobierno generan lastimosamente la posibilidad de que vayan ingresando productos de afuera mientras que nuestra industria nacional se va muriendo de a poco. Esto sucede particularmente con las pymes que son las más vulnerables frente a esta situación y que casualmente son las que generan mayor capacidad de trabajo en la Argentina.
Como legisladores tenemos una gran responsabilidad y una gran oportunidad. Este tema, que es de altísimo impacto en las economías regionales, merece ser visto en conjunto con otros temas coyunturales, tal como refirió la señora diputada preopinante. Cabe señalar que esta cuestión se encuentra relacionada también con otros temas que se están debatiendo hoy en el Congreso, concretamente en la Cámara de Diputados.
En este sentido, no puedo dejar de mencionar que en esta Cámara se está debatiendo la modificación de la ley de compre argentino. Tampoco puedo evitar mencionar que estamos fomentando el debate para que prontamente podamos tener una ley de marina mercante nacional que permita bajar los costos logísticos que tienen las economías regionales de nuestro país. Justamente, en comparación con las posibilidades que tienen otros países, esta ley nos pone en una situación de desventaja absoluta para poder seguir creciendo y fomentando la industria nacional. Y, por supuesto, el Poder Ejecutivo debe ocuparse prontamente también de las cuestiones relacionadas con la infraestructura.
Pero no quiero dejar de mencionar que estamos frente a la posibilidad de que a través de otras ideas, propuestas y medidas podamos seguir trabajando y empujando desde el Poder Legislativo para generar leyes sustentables y que brinden la posibilidad de generar trabajo argentino, más aún cuando uno observa que no existe voluntad política del oficialismo de fomentar estas políticas.
Muchas gracias a todos ustedes y solicito nuevamente que la información que han traído sea entregada a cada uno de los señores diputados presentes.
En segundo lugar, quiero traerles el saludo y las disculpas de mi compañero Ignacio De Mendiguren. Ya han sido expuestos aquí los motivos por los que hoy no pudo concurrir a la reunión. No obstante, mi presencia se debe no solo a que formo parte de la Comisión de Pequeñas y Medianas Empresas -a través de la cual tuve la invitación a participar de esta reunión-, sino también a que comparto con Ignacio y con el resto de los integrantes de mi bloque la preocupación por ver cómo distintas medidas del gobierno generan lastimosamente la posibilidad de que vayan ingresando productos de afuera mientras que nuestra industria nacional se va muriendo de a poco. Esto sucede particularmente con las pymes que son las más vulnerables frente a esta situación y que casualmente son las que generan mayor capacidad de trabajo en la Argentina.
Como legisladores tenemos una gran responsabilidad y una gran oportunidad. Este tema, que es de altísimo impacto en las economías regionales, merece ser visto en conjunto con otros temas coyunturales, tal como refirió la señora diputada preopinante. Cabe señalar que esta cuestión se encuentra relacionada también con otros temas que se están debatiendo hoy en el Congreso, concretamente en la Cámara de Diputados.
En este sentido, no puedo dejar de mencionar que en esta Cámara se está debatiendo la modificación de la ley de compre argentino. Tampoco puedo evitar mencionar que estamos fomentando el debate para que prontamente podamos tener una ley de marina mercante nacional que permita bajar los costos logísticos que tienen las economías regionales de nuestro país. Justamente, en comparación con las posibilidades que tienen otros países, esta ley nos pone en una situación de desventaja absoluta para poder seguir creciendo y fomentando la industria nacional. Y, por supuesto, el Poder Ejecutivo debe ocuparse prontamente también de las cuestiones relacionadas con la infraestructura.
Pero no quiero dejar de mencionar que estamos frente a la posibilidad de que a través de otras ideas, propuestas y medidas podamos seguir trabajando y empujando desde el Poder Legislativo para generar leyes sustentables y que brinden la posibilidad de generar trabajo argentino, más aún cuando uno observa que no existe voluntad política del oficialismo de fomentar estas políticas.
Muchas gracias a todos ustedes y solicito nuevamente que la información que han traído sea entregada a cada uno de los señores diputados presentes.
SR. PRESIDENTE KICILLOF Tiene la palabra el señor diputado Pereyra.
SR. PEREYRA Al igual que el resto de los colegas, agradezco la presencia del señor ministro de Industria de la provincia de Misiones y de las autoridades de las cámaras empresarias de la industria de la madera, la mayoría de ellas de dicha provincia.
Soy del oeste de Córdoba, zona que no tiene madera. Pero les quiero dar palabras de aliento, porque en nuestra región en estos últimos quince años se ha usado mucho la madera, especialmente para techos, pero también para casas completas. Había un solo corralón de madera, y ahora tenemos 16 que trabajan bien, la mayoría perteneciente a emprendedores misioneros, quienes también han enseñado a la gente que no sabía cómo se trabajaba la madera en los techos, lo cual ha multiplicado las fuentes de trabajo. Es decir que no es un tema de Misiones o del norte de Corrientes, sino una actividad que se ha expandido por el país. Hay un gran futuro en cuanto a la demanda y en relación con la utilización de la madera para la construcción de viviendas.
La coyuntura ya la han explicado ustedes y la compartimos. Es tremendamente preocupante, no solamente porque pueden venir estas casas ya construidas para armarlas en Argentina, sino que -como están dadas las cosas- va a venir la madera y los clavos.
Les comento que en mi zona se está haciendo un gasoducto con la empresa Odebrecht. Luego de una discusión sobre la compra de los caños, decidieron no comprar los caños en Argentina sino en China. La conclusión es que el responsable de la fábrica que hacía los caños en la Argentina se fue con el presidente de la Nación a inaugurar una fábrica en Estados Unidos para caños de gas sin costura, es decir que los capitales argentinos terminan siendo invertidos en los Estados Unidos.
Para cerrar, les digo que hay preocupación, porque nadie habla del cavado de zanja para colocar los caños. Les digo que eso también se importa: el personal para cavar la zanja para colocar los caños de los gasoductos es traído de Chile y de Bolivia, y ustedes ya saben por qué. Es para que la mano de obra sea más barata, para que se apliquen otras leyes, para que trabajen de lunes a sábado en turnos de 12 horas en lugar de 8 horas.
Compartimos esa preocupación con ustedes y quedamos a su disposición.
Soy del oeste de Córdoba, zona que no tiene madera. Pero les quiero dar palabras de aliento, porque en nuestra región en estos últimos quince años se ha usado mucho la madera, especialmente para techos, pero también para casas completas. Había un solo corralón de madera, y ahora tenemos 16 que trabajan bien, la mayoría perteneciente a emprendedores misioneros, quienes también han enseñado a la gente que no sabía cómo se trabajaba la madera en los techos, lo cual ha multiplicado las fuentes de trabajo. Es decir que no es un tema de Misiones o del norte de Corrientes, sino una actividad que se ha expandido por el país. Hay un gran futuro en cuanto a la demanda y en relación con la utilización de la madera para la construcción de viviendas.
La coyuntura ya la han explicado ustedes y la compartimos. Es tremendamente preocupante, no solamente porque pueden venir estas casas ya construidas para armarlas en Argentina, sino que -como están dadas las cosas- va a venir la madera y los clavos.
Les comento que en mi zona se está haciendo un gasoducto con la empresa Odebrecht. Luego de una discusión sobre la compra de los caños, decidieron no comprar los caños en Argentina sino en China. La conclusión es que el responsable de la fábrica que hacía los caños en la Argentina se fue con el presidente de la Nación a inaugurar una fábrica en Estados Unidos para caños de gas sin costura, es decir que los capitales argentinos terminan siendo invertidos en los Estados Unidos.
Para cerrar, les digo que hay preocupación, porque nadie habla del cavado de zanja para colocar los caños. Les digo que eso también se importa: el personal para cavar la zanja para colocar los caños de los gasoductos es traído de Chile y de Bolivia, y ustedes ya saben por qué. Es para que la mano de obra sea más barata, para que se apliquen otras leyes, para que trabajen de lunes a sábado en turnos de 12 horas en lugar de 8 horas.
Compartimos esa preocupación con ustedes y quedamos a su disposición.
SR. PRESIDENTE KICILLOF Tiene la palabra la señora diputada Cristina Álvarez Rodríguez.
SRA. ÁLVAREZ RODRÍGUEZ Soy diputada nacional por la provincia de Buenos Aires. Nosotros no tenemos la generación de madera que tienen Misiones u otras provincias, pero sí tenemos una extensión de este desarrollo de la industria y contamos con la comercialización de casas prefabricadas por parte de muchas empresas.
Soy arquitecta de origen, y la realidad es que nosotros sabemos que una vivienda genera en términos de mano de obra el empleo de 4 a 5 trabajadores, y cómo esta actividad dinamiza la economía en general, más allá del beneficio social que le da a la familia que luego puede habitarla.
También conocemos el desarrollo tecnológico de construcción de viviendas en madera en otros países, y estos son avances que, como bien manifestaba Leandro, tenemos que desarrollar en la Argentina -el sistema del Baloon Frame y otros- y que nos permitirán hacer abordajes de la problemática del déficit habitacional con inversiones más acotadas y con una dinámica temporal más corta para solucionar este agobiante problema.
La realidad es que en materia de viviendas desde el gobierno nacional no hemos recibido una sola respuesta. El primer problema lo tuvimos con el tema del Procrear, que está desactivado. El segundo problema lo tenemos hoy con esta compra de viviendas chinas. La verdad es que nos parece una locura porque pasamos de crecer a tasas chinas a comprar viviendas chinas, y es una pérdida importante.
No es ajeno lo que escuchamos a diario de cada uno de los sectores industriales y de pymes de la Argentina en este año y medio de gestión de Macri. La industria naviera, la textil y la de alimentos han desfilado por aquí convocadas por los señores diputados De Mendiguren y Kicillof para explicar los problemas que tienen en términos de una macroeconomía que, de no cambiar, por más parches que le pongamos, no va a resolver los problemas.
El ministro recién hablaba de la frontera y el tipo de cambio. Tampoco el tipo de cambio alcanza para hacer competitiva la inversión y para desarrollar una industria diversificada, con más tecnología y que genere más empleo.
A diario caminamos la calle y los problemas son los mismos. El mercado interno se cae a pedazos, el salario no es más alto y el desempleo está agobiando los hogares argentinos.
Hoy tuvimos una reunión muy positiva para el sector de ustedes. En este sentido, el Frente Renovador, el Partido Socialista, el Frente para la Victoria y el Partido Justicialista se han comprometido con el sector de la industria forestal, para decirle "no" a las casas chinas, pero también para propiciar otras políticas a fin de que el sector pueda avanzar.
En mi ignorancia sobre las cuestiones del sector al que ustedes representan, hoy descubrí que todo sale por el puerto de Buenos Aires. Así es muy difícil hacer competitivas economías regionales que tienen dificultades concretas, más allá de todas las que hoy manifestaron.
Agradezco todas las exposiciones, que hacen aumentar nuestra capacidad de indignación frente a esta realidad nacional que vino prometiendo "Pobreza Cero". De esta manera, con más de 400.000 nuevos desocupados, del millón de nuevos puestos de trabajo que iban a construir, ya tendrían que construir 1.400.000. (Aplausos.)
Soy arquitecta de origen, y la realidad es que nosotros sabemos que una vivienda genera en términos de mano de obra el empleo de 4 a 5 trabajadores, y cómo esta actividad dinamiza la economía en general, más allá del beneficio social que le da a la familia que luego puede habitarla.
También conocemos el desarrollo tecnológico de construcción de viviendas en madera en otros países, y estos son avances que, como bien manifestaba Leandro, tenemos que desarrollar en la Argentina -el sistema del Baloon Frame y otros- y que nos permitirán hacer abordajes de la problemática del déficit habitacional con inversiones más acotadas y con una dinámica temporal más corta para solucionar este agobiante problema.
La realidad es que en materia de viviendas desde el gobierno nacional no hemos recibido una sola respuesta. El primer problema lo tuvimos con el tema del Procrear, que está desactivado. El segundo problema lo tenemos hoy con esta compra de viviendas chinas. La verdad es que nos parece una locura porque pasamos de crecer a tasas chinas a comprar viviendas chinas, y es una pérdida importante.
No es ajeno lo que escuchamos a diario de cada uno de los sectores industriales y de pymes de la Argentina en este año y medio de gestión de Macri. La industria naviera, la textil y la de alimentos han desfilado por aquí convocadas por los señores diputados De Mendiguren y Kicillof para explicar los problemas que tienen en términos de una macroeconomía que, de no cambiar, por más parches que le pongamos, no va a resolver los problemas.
El ministro recién hablaba de la frontera y el tipo de cambio. Tampoco el tipo de cambio alcanza para hacer competitiva la inversión y para desarrollar una industria diversificada, con más tecnología y que genere más empleo.
A diario caminamos la calle y los problemas son los mismos. El mercado interno se cae a pedazos, el salario no es más alto y el desempleo está agobiando los hogares argentinos.
Hoy tuvimos una reunión muy positiva para el sector de ustedes. En este sentido, el Frente Renovador, el Partido Socialista, el Frente para la Victoria y el Partido Justicialista se han comprometido con el sector de la industria forestal, para decirle "no" a las casas chinas, pero también para propiciar otras políticas a fin de que el sector pueda avanzar.
En mi ignorancia sobre las cuestiones del sector al que ustedes representan, hoy descubrí que todo sale por el puerto de Buenos Aires. Así es muy difícil hacer competitivas economías regionales que tienen dificultades concretas, más allá de todas las que hoy manifestaron.
Agradezco todas las exposiciones, que hacen aumentar nuestra capacidad de indignación frente a esta realidad nacional que vino prometiendo "Pobreza Cero". De esta manera, con más de 400.000 nuevos desocupados, del millón de nuevos puestos de trabajo que iban a construir, ya tendrían que construir 1.400.000. (Aplausos.)
SR. PRESIDENTE KICILLOF Este es un ámbito político y estando reunidos varios señores diputados quiero dejar constancia del repudio absoluto por la decisión de la Corte Suprema de Justicia de la Nación con respecto a la liberación de represores detenidos.
Agradecemos la presencia de los señores diputados y muy especialmente de todos los invitados. (Aplausos.)
Damos por terminada la reunión.
Agradecemos la presencia de los señores diputados y muy especialmente de todos los invitados. (Aplausos.)
Damos por terminada la reunión.