Comisiones » Permanentes » Comisión Permanente de Industria » Reuniones » Versiones Taquigráficas »

INDUSTRIA

Comisión Permanente

Of. Administrativa: Piso P01 Oficina 106

Miércoles 12.00hs

Of. Administrativa: (054-11) 6075-2107 Internos 2107/06/68

cindustria@hcdn.gob.ar

  • INDUSTRIA

Reunión del día 10/11/2004

- PRESENCIA DEL SEÑOR SECRETARIO DE INDUSTRIA, LICENCIADO ALBERTO DUMONT, Y DEL SEÑOR SUBSECRETARIO DE POLÍTICA Y GESTIÓN COMERCIAL, LICENCIADO GUILLERMO FELDMAN.

En Buenos Aires, a los diez días del mes de noviembre de 2004, a la hora 10 y 52:
SR. PRESIDENTE BROWN Damos comienzo a la reunión de la Comisión de Industria agradeciendo la presencia del señor secretario de Industria, licenciado Alberto Dumont, y del señor subsecretario de Política y Gestión Comercial, licenciado Guillermo Feldman.

Hemos invitado al señor secretario en relación con un tema específico, que nos genera bastante preocupación. Inclusive acabamos de aprobar un pedido de informes al Poder Ejecutivo sobre esta cuestión, que es la situación de la industria del calzado y la relación con Brasil, fundamentalmente.

Tiene la palabra el licenciado Dumont.

SR. DUMONT Señor presidente: agradezco por la invitación a exponer en esta comisión, y antes de intercambiar opiniones creo que sería útil que hiciera una breve exposición, que no va a llevar mucho tiempo, sobre la situación del calzado y la relación con Brasil.

Quisiera recordar que este gobierno, desde el primer momento, tomó la preocupación expresada por los productores de calzado en su diálogo con Brasil. No sé si ustedes recuerdan que con motivo de la reunión de presidentes en Asunción en julio de 2003 la Argentina y Brasil negociaron una declaración conjunta de cancilleres en la cual se dejaba constancia que la Argentina veía una serie de dificultades en sectores específicos y que en ese sentido deseaba llevar adelante un diálogo con Brasil sobre los problemas que se presentaban en ese sector debido al comercio bilateral.

Esta declaración de cancilleres de julio del 2003 fue seguida por un acta que se firmó con motivo de la visita del presidente Lula a la Argentina ese mismo año, en la cual se crea la Comisión de Seguimiento del Comercio entre Brasil y Argentina, coordinada por el lado argentino por mi persona y por el lado brasileño por el secretario de Industria, doctor Marcio Fortes.

En esa reunión, y en el comunicado, se reflejaron los sectores que la Argentina identificaba como problemáticos. En esa lista figuraba también el sector de calzados.

Desde entonces hemos tenido numerosas reuniones con mi contraparte brasileña, y el tema del calzado ha estado presente en muchas de las reuniones que hemos mantenido.

En el marco de las discusiones de esta Comisión de Seguimiento del Comercio hemos tratado de llevar adelante intercambios entre los sectores privados argentinos y brasileños. En principio se llevaron a cabo tres reuniones entre ambos sectores para tratar de analizar la situación del comercio bilateral y ver cuáles eran las posibles soluciones. En esas tres reuniones no hubo acuerdo entre los sectores privados sobre cómo debía encararse esta situación comercial.

Asimismo, en septiembre de este año mantuve una reunión en Buenos Aires con el sector privado brasileño, teniendo en cuenta cuáles eran las cifras que nosotros veíamos de comercio bilateral hasta ese momento y las importaciones que estaban proviniendo de Brasil.

Así es el marco general dentro del cual se lleva a cabo el ejercicio de la relación argentino-brasileña en lo que hace a la competencia de esta comisión de comercio y, en particular, cómo ha sido tratado el tema en ese grupo y cuáles han sido las reuniones llevadas a cabo entre el sector privado argentino y el sector privado brasileño.

Es evidente que entre los dos sectores no hay una visión conjunta de cuánto es el mercado argentino y tampoco hay una visión acordada de cómo manejar el comercio, en particular por el hecho de que los productores argentinos tienen una fuerte preferencia por manejar cifras globales, y por lo tanto, prefieren limitar la participación en términos globales y no en términos específicos. Pero a esto me referiré más adelante cuando haga la presentación para aclarar un poco este punto.



Dicho esto me gustaría mostrar algunos gráficos contenidos en las filminas que pasamos a proyectar.

Uno de los puntos que es necesario clarificar entre los actores que participamos en este ejercicio es cuál es el mercado argentino y cómo estimamos ese mercado.

En la siguiente filmina pueden ver diferentes cifras relacionadas con el consumo de calzado per cápita, por país y dos escenarios posibles en términos de lo que podría ser el mercado argentino. Un escenario donde el consumo per cápita es de menos de 1,3 pares al año por habitante y otro escenario donde el consumo per cápita es, aproximadamente, de 2,2 pares de zapatos por habitante.

Esta no es una discusión menor ni un elemento que sea tan fácil de definir. Si los señores diputados observan el cuadro verán que con el consumo de 1,3 per cápita, la Argentina se posiciona en las cifras más bajas, incluso por debajo del promedio mundial. Es decir, está a la altura de Rusia y muy por encima de lo que es India, pero prácticamente por debajo de las cifras de consumo del continente Latinoamericano. El que más se acerca es Ecuador con 1,4.

Si vemos esto en relación con nuestros vecinos observamos que Uruguay tiene un nivel de 2,3 , Brasil 2,8 , Chile 2,2 y algunos otros de la región como Venezuela, Colombia y Paraguay están entre 2 y 2,1.

En el gráfico siguiente se puede ver una fuerte concentración alrededor de dos pares por año y per cápita -es el punto rojo. El cálculo en función de la tendencia lineal, en el caso del punto rojo es de un mercado de 78 y 80 millones de pares, y en el caso del punto azul, de Argentina, estamos hablando de un mercado de 48 millones de pares.

Lo que también llama la atención es cómo nos manejamos cuando relacionamos el PBI per cápita con el consumo.

Estas son cifras del 2002. Lamentablemente no teníamos cifras para el conjunto de países que nos permitiera trabajar con un mapeo más acorde a la realidad actual.

Sin embargo, otra vez llama la atención que si estamos hablando de un mercado de 48 millones de pares, en el año 2002 nos hubiéramos situado en alrededor de un per cápita de 2 mil y algo. Con ese per cápita, si nos referimos a una relación un poco más elevada, estamos más en línea con lo que es el conjunto de nuestros socios y de países que se manejan con un PBI per cápita inferior a la Argentina.

Si nosotros pudiéramos desplazar la posición del punto rojo a lo que es el per cápita de la Argentina de hoy, que es de 3.800 dólares, estaríamos entre Uruguay y Chile.



En el cálculo de tamaño del mercado llama un poco la atención cómo con una diferencia tan fuerte en el número final se puede establecer una correlación con la realidad de los ingresos per cápita del país y de qué manera esos números se vinculan con el resto de los países que nos acompañan.

Por otra parte, 48 millones o 50 millones de pares parece una cantidad muy baja. No sé si estaremos en 65 millones, 70 millones u 80 millones de pares, pero si correlacionamos los datos del PBI con el consumo de calzado parecería que estamos más cerca de la línea de tendencia que lo que indica este escenario de 1,3 pares de calzado por persona por año.

Como decía, este tema no es menor porque se vincula con una de las grandes dificultades que surgió del intercambio de opiniones producido entre los sectores privados argentino y brasileño. ¿Cuál es el tamaño del mercado de nuestro país? Aclaro que esta situación no se plantea exclusivamente en este sector, ya que con anterioridad se presentó en otros y pudimos llegar a algunos acuerdos de abastecimiento con Brasil.

El caso donde se produjo el debate más importante es quizás el de las heladeras; los números se discutieron durante meses y finalmente, hace unas dos semanas, los sectores privados argentino y brasileño pudieron llegar a un acuerdo en San Pablo.

No es fácil determinar el tamaño del mercado, sobre todo cuando la actividad relacionada con la producción no es forzosamente lo que se denomina un mercado en blanco; por lo menos, así ocurre con la Argentina. En lo que se refiere a la producción hay una situación que va más allá de lo registrado y que, por lo tanto, es bastante difícil de evaluar.

Por otra parte, hablar de un mercado de 48 millones o 50 millones de pares está un poco alejado de la realidad. Quizás estamos mucho más cerca de la línea de tendencia y es allí donde deberíamos afinar los cálculos y, sobre todo, analizar el nivel de producción por sector específico. Incluso, si sumamos los números correspondientes a producción e importación, la impresión es que estamos bastante por encima de aquellas cifras.

Hasta aquí me he referido al problema que se presenta en el área de evaluación, clarificación o definición del mercado argentino y que constituye el primer punto de dificultad, el primer escollo, en la negociación entre los sectores privados argentino y brasileño.

A continuación me gustaría explicar el cuadro de evolución de las importaciones de calzado de Brasil. La serie de datos presentada cubre el período que se extiende desde 2001 hasta octubre de 2004, porque la última información de que disponemos a través de la Aduana se corresponde con esa etapa.

Quisiera llamar la atención sobre dos aspectos principales. Como se podrá observar, en el cuadro hay diferentes colores: el azul representa el calzado no deportivo, el blanco el deportivo y el verde las ojotas.

Si comparamos la composición del año 2001 con la de 2004 vemos que la participación del calzado no deportivo sobre el total de las importaciones ha disminuido en forma importante. En segundo lugar, observamos que de algún modo la participación de las ojotas se mantiene relativamente estable, esto es, no es que no varíe sino que tiene una participación sobre el total que es similar. Y en tercer lugar -aquí está la gran diferencia con respecto a la situación de 2001-, vemos cómo aumenta la participación del calzado deportivo, que de ser menor en las importaciones de 2001 pasa a ser importante en 2003 y sobre todo en 2004.

Para que ustedes tengan una idea más gráfica, del total de 2.600.000 pares de calzados no deportivos ingresados en 2003 desde Brasil, el 50 por ciento fueron ojotas, es decir, 1.300.000.

El cuadro que aparece sobre la derecha permite ver el año 2001 y dónde estamos a octubre de este año, y muestra claramente esta tendencia. Allí se puede apreciar cuánto representaba el calzado deportivo en 2001, cuánto representó en 2003 y cuánto representa en 2004. Como ustedes ven, en 2004 y 2003 baja notablemente lo que es calzado no deportivo y en realidad este cuadro habría que corregirlo en la medida en que las ojotas en 2004 están subestimadas, porque están los datos hasta octubre de este año y todavía va a haber ingresos de ojotas por temporada en el mes de noviembre, por lo cual esa línea verde todavía tiene que subir.

En cuanto al panorama que tenemos, la situación en 2001 en términos de comercio con Brasil no es la misma que se viene desarrollando después del cambio de la política y las variables económicas.

Hay un dato bastante poco conocido -reconozco que hasta hace cuatro o cinco meses era relativamente desconocido para mí- y es hasta dónde llegan las importaciones desde Brasil por parte de los productores argentinos de calzado. Aquí tienen un cuadro, que lamentablemente sólo tiene los datos de enero a septiembre; no hemos podido incluir octubre porque los datos de la aduana nos impedían conocer origen por importador. Este cuadro es bastante aleccionador en lo que hace a los puntos que mencionábamos anteriormente.

Por empezar, si se fijan en calzados no deportivos, tenemos importados por parte de productores argentinos casi un millón de pares al mes de septiembre. Calculamos que a fin de año tendremos probablemente cerca de un millón y medio o más de pares de calzados no deportivos importados por productores. Pueden ver que eso contribuyó al crecimiento total de las importaciones en alrededor de un 28 por ciento.

Todo esto es básicamente complementación de línea reconocido por las propias empresas. Pero no es un dato menor el hecho que estemos enfrentando esta situación en el sector del calzado deportivo. Probablemente, en las cifras que estamos presentando en el calzado no deportivo hay una importante participación de las ojotas.

En cuanto al calzado deportivo la cifra es mucho menor. Esto se explica porque en realidad hay solo dos productores argentinos que importan, y también tiene que ver con la performance de producción que existe hoy día en Argentina, marcada por la salida de Gatic del mercado. Por lo tanto hoy no hay productores de calzado de alta performance y no hay producción que pueda responder a las necesidades de líneas como Adidas, Nike, Reebok, Le Coq Sportif, etcétera.

Lamentablemente no tenemos abiertos los números de importación entre deportivos y no deportivos, de manera que el número global de importaciones por productores argentinos a fin del mes de octubre es de 1.900.000 pares.

Quisiera ahora mostrar unos gráficos para ver dónde está la situación de la producción de importaciones de Brasil, en términos de algunos otros sectores que nosotros estamos discutiendo con los brasileños.

En el gráfico se ven cuatro casos de sectores donde la Argentina ha tomado medidas o ha acordado la situación de mercado con los productores brasileños.

En el caso de televisores -las cifras son hasta septiembre del 2004- estamos prácticamente en 90 millones de unidades. Si comparamos esto con las cifras entre el año 1998 y 2001 estamos en un promedio de 40 millones de unidades.

En el caso de heladeras, a fines del año 2003 estábamos en casi 290 mil heladeras. Luego se hizo alguna corrección en la baja porque se acordaron los cupos con Brasil. Y hoy estamos fluctuando entre 100 y 160 mil heladeras.

En tejidos de algodón, entre los años 1998 y 2001, hemos estado fluctuando entre 500 y 450 mil toneladas, y en el 2003 estábamos en más de un millón.

En denim, que es el tejido para hacer los jean, estábamos fluctuando entre 6 y 8 mil toneladas, y en el 2003 habíamos superado las 10 mil toneladas. Aquí existe un acuerdo entre los productores argentinos y los productores brasileños para limitar las importaciones a 7 millones de metros en el primer semestre y 6 millones en el segundo, llegando a un total de 13 millones de metros.

Si nosotros miramos cuál es la situación en el ámbito del calzado vemos que entre 1998 y 2001 hemos estado fluctuando entre 10 y 21 millones de pares; en el año 2003 hemos estado en alrededor de 11 millones de pares y en 2004 seguramente superaremos los 11 millones de pares ya que a octubre tenemos registrados 12.200.000 de pares.



Por lo tanto, si se compara la situación de mercado que les he descripto en algunos casos anteriores, con la situación del mercado del calzado verán que no estamos siguiendo exactamente la misma evolución ni tenemos las mismas características de urgencia.

De todos modos sería bueno recordar algunos hechos relacionados con el historial del calzado.

Entre 1992 y 1995, la Argentina, aplicó derechos específicos a la importación de terceros sin respetar el compromiso OMC de mantener el 35 por ciento. A esa medida de derechos específicos se le adjuntó una salvaguardia en general -es decir aplicada a todos los orígenes- que estuvo vigente desde 1995 hasta 1997. La cuestión es que tuvimos una causa legal iniciada en contra nuestra -lo que se llama un panel- en la OMC en 1996, que falló en 1997 en el sentido de que la medida aplicada por la Argentina a la totalidad del sector calzado era ilegal. Esa era la primera parte del fallo, y la segunda parte del fallo era que los específicos no podían superar el 35 por ciento de derechos consolidados en la OMC.

Lo que pudimos salvar -por así decirlo- de ese fallo fue que la limitación relacionada con el calzado pudiera mantenerse en relación al calzado deportivo.

En la práctica hemos visto que ese resultado ha ido generando una paulatina transferencia de abastecimiento de calzado deportivo de terceros mercados hacia Brasil, y esto se nota cada vez de manera más fuerte. Es decir, el hecho de que el calzado de terceros orígenes esté pagando el 35 por ciento, sumado a la diferencia del tipo de cambio, hace que la performance brasileña, en términos de calzado deportivo, sea cada vez más fuerte, sobre todo en desmedro de terceros mercados, que no diría que han desaparecido porque hay más de 2 millones de pares que ingresan de terceros mercados con fuerte preeminencia de calzado deportivo, pero que básicamente son complementación de línea de las grandes empresas.

Esta situación que se ha generado en el calzado deportivo, también a la luz del fallo de la OMC, se vio acentuada por el desabastecimiento creado por la desaparición de Gatic del mercado que -como decía antes- ha dejado a solo dos empresas en condiciones de cubrir la demanda de calzado deportivo de alta performance.

Para finalizar quiero expresar algunas conclusiones.

Evidentemente, a la luz de lo que estamos viendo, Brasil ha dejado de jugar un rol importante en términos de calzado no deportivo, más allá del tema de las ojotas que sigue constituyendo una situación específica del mercado.

Por otro lado, tenemos una importación generada por complementación de línea de los propios productores argentinos, que sería bueno que se transparentara en términos del debate general que mantenemos con los brasileños.

En el caso del calzado tanto deportivo como no deportivo, una parte no menor de las importaciones corresponden a demanda que antes cubría Gatic.

En cuanto al control de importaciones, la experiencia ha demostrado que si nosotros limitamos las importaciones de calzado deportivo proveniente de Brasil, lo que vamos a tener es un crecimiento sostenido de las importaciones provenientes de terceros mercados.





Las grandes marcas -Nike, Adidas, etcétera- no dejarán de abastecer al mercado argentino porque nosotros operemos sobre el brasileño. Lo único que harán es transferir esa demanda a los abastecedores internacionales, sobre todo al sudeste asiático, y el resultado más probable será que nos encontraremos en una situación donde respecto del calzado deportivo registraremos un mercado con aumentos de precios relativamente marcados.

Quiero terminar mi presentación con el siguiente comentario. Nosotros, y cuando digo "nosotros" me refiero a la Secretaría de Industria, Comercio y de la Pequeña y Mediana Empresa del Ministerio de Economía y Producción, no tenemos ninguna mala predisposición a que se produzca un ordenamiento en el mercado del calzado. Y cuando digo "ordenamiento" pienso sobre todo en la producción y exportación brasileñas.

Creemos que para poder trabajar realmente tanto con el gobierno de Brasil como con el sector privado de ese país necesitamos, primero, que se defina mejor qué se entiende por mercado y, segundo, discutir con más profundidad las características de cada uno de los sectores específicos que componen ese mercado.

En este caso estoy convencido -así como lo estoy en cuanto a las heladeras, los textiles y otros productos- que resulta difícil convivir con un país que indudablemente es un gran productor mundial de calzado y que el día de mañana, por circunstancias externas o internas del propio mercado brasileño, puede ingresar al mercado argentino un número importante de productos y acarrear la posibilidad cierta de una desorganización del mercado.

Pienso que para que la industria del calzado siga progresando en la Argentina como todos queremos es preciso contar con un marco referencial adecuado desde el punto de vista del abastecimiento exterior. También creo que debemos tratar de generar ese marco referencial a través de un acuerdo entre privados, con participación del gobierno, donde se fijen objetivos a largo plazo y no sólo para seis meses o un año. No me parece que recurrir constantemente a restricciones puntuales le dé al empresario argentino un escenario de inversión a mediano y largo plazo. Por el contrario, entiendo que ello se logra con un conjunto de factores: seguridad para producir inversiones, expectativas de crecimiento, determinado nivel de salarios en la economía, distribución de ingresos, etcétera.

Muchos de estos puntos se han discutido en el foro de la industria del calzado -donde contamos con la más amplia participación del sector privado argentino-, que si no me equivoco estará en condiciones de aportar sus sugerencias hacia fin de año.

Como gobierno estamos dando batalla para tratar de conseguir, a nivel Mercosur, que se establezcan disposiciones que nos permitan manejar situaciones imprevistas en términos comerciales. Los señores diputados saben qué se habló con Brasil y el carácter de los documentos que el señor ministro entregó a ese país. Creo que ése será el elemento que nos permitirá tener la seguridad jurídica necesaria para poder trabajar.

A la espera de ese instrumento, si es que algún día sale a la luz, tenemos que seguir trabajando y presionando sobre los sectores brasileños de modo tal de poder llegar a un acuerdo.

Pero a su vez, como digo, creo que nosotros mismos -el Estado y las contrapartes argentinas- necesitamos clarificar todo lo que de algún modo se refleja en esta presentación: cuando hablamos de mercado, cuál es el mercado real de la Argentina; dónde están los reales problemas y dificultades, sector por sector; dónde está el problema con el calzado deportivo, no deportivo y ojotas.

La demostración palpable de que el avance sectorial no es imposible si se empieza a discutir de ese modo, lo hemos tenido en algunos problemas que hemos podido resolver en el sector textil y en general lo que hemos podido resolver en el sector de línea blanca. Me parece mucho más difícil poder resolver la problemática en la medida que nos limitemos simplemente a manejarnos con cifras globales.

Con respecto a la política general que estamos siguiendo, nosotros hemos estado desde hace varios meses en constante conversación con los productores de calzado deportivo de alta performance. Creemos que es importante que las grandes firmas -como Adidas, Nike, etcétera- vuelvan a producir en la Argentina. Hemos tenido varias reuniones con ellos para estimularlos a producir. Ustedes han visto en la prensa que ha habido algunos anuncios al respecto en las últimas semanas. El año próximo tendremos una producción de calzado de alta performance en la Argentina que de ser de un millón de pares en 2004 pasará a dos millones.

Ustedes han visto que Le Coq Sportif ha decidido producir 200 mil pares el año próximo en la Argentina. Creo que este también es un ámbito sobre el cual hay que seguir trabajando, hay que seguir presionando y hay que tratar de conseguir resultados.

La necesidad de abastecimiento y producción en el mercado argentino también pasa por ese capítulo: conseguir que las grandes marcas y las grandes empresas vuelvan a producir en la Argentina.

SR. PRESIDENTE BROWN A continuación los señores diputados formularán sus inquietudes al señor secretario. Para ello tenemos un poco menos de media hora, dado que asumí el compromiso con el señor secretario de que él se retire a las 12.

Tiene la palabra el señor diputado Borsani.

SR. BORSANI Señor secretario: la consulta tiene que ver específicamente con la industria del calzado, pero en general se enmarca en la relación bilateral con Brasil, que involucra una balanza comercial reafianzada durante este año de más de mil millones de dólares deficitaria para la Argentina. Para tomar una referencia, por ejemplo, la relación bilateral comercial con el NAFTA -México, Estados Unidos y Canadá- está arrojando un superávit de aproximadamente 400 millones de dólares, y solamente la relación con Brasil está dando un déficit de más de mil millones de dólares.

Estamos observando que Brasil ha incrementado las exportaciones en el intercambio de bienes de origen industrial hacia la Argentina, mientras que la Argentina está disminuyendo las exportaciones de bienes primarios, tipo commodities agropecuarios, que generaban una neutralización y que en este caso no se está dando porque Brasil ha comenzado a producir fuertemente bienes primarios, especialmente en el caso de granos, oleaginosas y carne; no sólo se está autoabasteciendo sino además está siendo principal exportador en el mercado mundial agropecuario.

Vinculando esto con el resto de las otras actividades que ha manifestado el señor secretario, como los electrodomésticos, se pone de manifiesto la ausencia en el país de una política de desarrollo industrial. Esto, obviamente tiene que ver con la necesidad de tener un sistema financiero acorde a ese crecimiento, al desarrollo, a contar con una política de inversiones locales y extranjeras, con un sistema de promoción industrial que sea equitativo en todas las zonas del país, con tener una política de parques industriales y con tener un tipo de cambio estable y una política arancelaria común del Mercosur, como del país, para las distintas negociaciones bilaterales.

Luego de este breve diagnóstico -con el que seguramente coincidirán en parte- respecto de en qué estado está la política de desarrollo teniendo en cuenta que desde el 2002 con la caída del régimen de convertibilidad hemos entrado en un tipo de cambio distinto, quería saber, señor secretario, si la cartera a su cargo está trabajando o proyectando una política de desarrollo industrial. Digo esto para que no tengamos solamente que ir analizando puntualmente cada uno de los sectores que observamos, son parte del contexto general en la relación comercial con Brasil.

SR. DUMONT Creo que esto va más allá de la problemática textil pero no tengo ningún inconveniente en hacer varios comentarios al respecto.

Por empezar coincido en el análisis general del déficit comercial con Brasil, aunque no haría de esto una comparación con el superávit con el NAFTA, con la Unión Europea o con quien fuere. Hay que partir de la base que cuando analizamos el comercio con Brasil, estamos analizando el comercio con un país con el cual tenemos arancel cero. Cuando analizamos el comercio con la Unión Europea o con el NAFTA tenemos probablemente un promedio arancelario de protección del 9 o 10 por ciento, y si se fijan en ciertos sectores, ese nivel de protección es mucho más elevado. Por ejemplo los autos tienen un 75 por ciento.

Menciono el tema de los autos porque es una parte nada desdeñable del déficit de la balanza comercial con Brasil.

De todos modos coincido con usted en el sentido que por un lado hoy tenemos un proyecto donde hay un ingreso sostenido de bienes industriales desde Brasil, aunque habría que ver con un poco más de detalle a qué nos referimos cuando hablamos de bienes industriales. Reitero, la cantidad de autos que ingresan de Brasil no es menor en este número, y como usted sabrá es un punto que tanto mi cartera como el Ministerio de Economía hemos levantado con el gobierno brasileño. Es decir, ya hemos anunciado, de algún modo, cuál es la política general que nos va a guiar sobre ese tema a partir de enero de 2006.

En cuanto al tema de la caída de nuestras exportaciones haría un análisis un poquito diferente. Por un lado, creo que las commodities en las cuales nosotros hemos perdido participación son básicamente en el trigo. Creo que a eso se refería usted, señor diputado, cuando mencionó los niveles de producción.



Efectivamente, creo que Brasil tiene una política sostenida de producción de trigo. Con lo cual la Argentina va a dejar de abastecer de manera importante a Brasil en el mediano plazo.

Por el otro lado la Argentina, en los años 90, fue un abastecedor para nada desdeñable en el área energética. En esta cuestión, por razones que todos conocemos, la situación de la Argentina en los 90 no es la misma que del 2003 en adelante.

De modo que en estas dos áreas, probablemente desde un punto de vista estructural, la Argentina vaya perdiendo participación en el mercado brasileño.

En lo que hace a los demás productos vemos una mejoría de los números desde hace más de seis o siete meses, pero sobre todo se ve en los últimos tres o cuatro meses ante la reactivación industrial y económica que se está llevando a cabo en Brasil.

De manera que, sacando el producto trigo y el producto llamado energético, hoy tenemos una performance bastante mejor de la que teníamos a principios de este año sobre los demás números, y particularmente en la MOI, manufactura de origen industrial.

La recuperación que está habiendo desde el punto de vista industrial y del consumo en Brasil nos lleva a pensar que deberíamos estar afirmando esas cifras a lo largo del año y teniendo una mejor performance para el 2005.

No me gustaría adelantar números ahora porque me parece muy prematuro, además tampoco puedo dar números de dónde va a estar Brasil en términos de crecimiento económico dentro de un año, pero evidentemente ante la recuperación económica de Brasil se nota una recuperación también de las exportaciones argentinas a ese mercado. Sobre todo se está notando una recuperación en MOI, que es un dato no menor para nuestra industria y para nuestra política industrial. En cuanto a la cuestión más general y a los puntos que ha manifestado el señor diputado respecto de la política industrial quisiera hacer dos o tres reflexiones.

Por empezar creo que en lo que hace a la cuestión de atracción de inversiones estamos tratando de dar todas las señales factibles para hacer atractivo el mercado argentino a la inversión nacional y a la extranjera. Lo hacemos no sólo a través de reglas de juego claras. Las indicaciones que han sido dadas, y los compromisos asumidos de mantener superávit fiscal a largo plazo, un tipo de cambio competitivo, el acceso al crédito, etcétera son un marco general que debería atraer de por sí las inversiones y dar las garantías básicas relacionadas con la inversión.

Pero usted también es consciente que hemos puesto en marcha un mecanismo para incentivar las inversiones, aunque más no sea en un cupo, relacionado con la amortización acelerada y con el descargo de la hiperinflación.

Hemos abierto los sobres de estos proyectos de inversión que no son menores -se han presentado cuarenta y cuatro proyectos- donde ha habido buenas presentaciones pymes, ha habido presentaciones importantes en el sector de insumos intermedios y todavía estamos evaluando si efectivamente no estamos superando el cupo ante estos proyectos. Parecería que estamos justo dentro de los números. Este no es un esfuerzo menor. Se trata de 3.600 millones a la inversión, exclusivamente en los próximos tres años. Esto va a hacer subir algún punto adicional.

También hemos tomado medidas específicas para facilitar la inversión en el sector de pymes. No me gustaría extenderme demasiado en este punto porque quisiera volver al punto que usted mencionó relacionado con el sistema financiero.





Hay tres puntos que me gustaría mencionar. El primero de ellos, al cual se refirió el señor diputado Borsani, es la cuestión del crédito general. Respecto de este punto, donde hay que hacer una diferenciación con la evolución de las tasas, gracias al esfuerzo del gobierno, la situación de liquidez de los bancos y las decisiones adoptadas por el Banco Central, estamos logrando liquidez en la plaza y una disminución de la tasa. A esto debemos agregar que se está trabajando mucho en distintos instrumentos a fin de facilitar el acceso al crédito al sistema financiero a través de fideicomisos, sociedades de garantía recíproca, etcétera.

En segundo lugar, hay un punto sobre el cual los señores diputados están debatiendo mucho y que todavía no hemos logrado concretar. Me refiero a la mochila fiscal de las pymes. Si bien hemos tratado de avanzar en el tema, poniendo nuestro mayor esfuerzo y haciendo una gran tarea junto con la AFIP, los resultados todavía no están a la vista y debemos seguir trabajando en el tema.

El tercer punto es si en realidad tenemos un sistema financiero que pueda ayudar al desarrollo de una política industrial a largo plazo. Si comparamos a la Argentina con el resto del mundo advertiremos que en este punto no estamos en las mismas condiciones, y por eso pienso que deberíamos contar con un banco como el BICE que pueda estar cerca de una política industrial.

Este tipo de objetivos se consigue con el tiempo. No se puede lograr todo en un año, ya que es preciso afirmar gestiones de gobierno e instrumentar mecanismos que permitan trabajar en estas ideas.

Personalmente estoy convencido de la necesidad de que algún día, que espero sea de un futuro relativamente próximo, el BICE se transforme en un instrumento que ayude no sólo a financiar las políticas industriales a largo plazo sino también a trabajar, en términos de comercio exterior, sobre políticas de adelanto cambiario. De ese modo el exportador, principalmente aquel que no opera sobre el mercado de commodity con cash inmediato sino con cobros superiores a los 180 días, podría tener garantizada la utilización de criterios de financiación que aseguren el tipo de cambio.

Todos estos son mecanismos que podemos ir llevando adelante con el tiempo, y creo que ello también contribuye a desarrollar una política industrial.

SR. PRESIDENTE BROWN Como hay varios señores diputados anotados para hacer uso de la palabra y no queda demasiado tiempo para continuar con la reunión, la Presidencia les pide que formulen preguntas cortas a fin de que el señor secretario pueda responder a todas.

Tiene la palabra el señor diputado Gutiérrez.

SR. GUTIÉRREZ (F.V.) Señor presidente: en primer lugar quiero hacer una pregunta respecto de la industria del calzado, porque hemos recibido a trabajadores de ese sector cuya preocupación principal es la invasión de calzado especialmente desde Brasil.

El señor secretario dijo que no hubo acuerdo en el sector privado y que además se prevén importaciones de calzado de temporada -ojotas, por ejemplo- y deportivo, principalmente por haber quedado fuera del mercado la empresa Gatic.

Entonces, me gustaría saber qué solución se ha previsto para acotar la invasión automática de calzado brasileño, permitiendo así que la industria local pueda recuperar su nivel, e impedir que ingrese calzado de terceros países, como por ejemplo los del sudeste asiático.

El tema de Gatic también nos preocupa; he venido siguiendo el caso y sé que hay varias cooperativas de trabajadores que se han presentado para reabrir la empresa. Hubo un intento de hacerlo que falló, producto de una mala organización, y tengo entendido que hay una propuesta de venta de todo el sector en una suma bastante irrisoria.

Viendo cuántos millones de pares de calzado deportivo están aumentando, pregunto si se podría pensar una propuesta concreta de intervención de la Secretaría de Industria para que Gatic pudiera funcionar a través del sistema de cooperativas de trabajo.

En segundo lugar, con respecto al tema automotriz, el señor secretario ha dicho que la balanza deficitaria se debe en parte a esta cuestión. Nosotros estamos trabajando en el foro automotriz para llevar propuestas, algunas de emergencia y otras de largo plazo. Hay una propuesta del gobierno para el año 2006 de no seguir con un mercado abierto sino de compensación; se ha planteado la propuesta del auto económico o popular, con mayor participación de autopartes nacionales. Pero lo que nos preocupa es que mientras llegamos al 2006, para lo cual falta un año y dos meses, seguimos con un intercambio muy flexibilizado que hace que la Argentina vaya perdiendo cada vez más mercado en Brasil y Brasil gane más mercado en la Argentina. La pregunta es si esto puede volver a un intercambio uno a uno, hasta que se resuelva el problema.

SR. DUMONT Dentro de los números que estamos manejando creo que la importación de calzado brasileño va a estar relativamente acotada a fin de año. No creo que se esté hablando del desborde que se señalaba a principios de año.

No estamos seguros que podamos terminar en los 13 millones de pares, sobre todo por la importación de ojotas, y por eso ahora hemos empezado a operar sobre licencias automáticas a diez días en temas específicamente de ojotas, porque es el grueso de los pedidos de importación que tenemos en este momento, y son licencias que nosotros controlamos, en este caso las provenientes de Brasil.

Con respecto al calzado proveniente de terceros países, creo que ahí tenemos un problema de un fallo internacional que nos ha acotado mucho el manejo que tenemos y la discrecionalidad en nuestro movimiento. Aun aplicando derechos específicos no podemos pasar por encima del 35 por ciento de derechos consolidados.

Así como tenemos un diálogo fluido y constante donde también involucramos a los sectores privados con Brasil, yo diría que ese diálogo no lo tenemos con los terceros, que en este caso son Indonesia, Malasia y China, por citar a tres grandes. Por lo tanto, las posibilidades de trabajar sobre calzado de terceros países pasa mucho más por cuestiones relacionadas con prácticas comerciales: subsidios, antidumping, etcétera. Ahí entramos en otro tipo de juego que requiere de una definición que hace a medidas comerciales puntuales pero que no hace a la participación de estos países en la distribución de calzado en la Argentina.

Por eso, dado que el problema de esos terceros países está concentrado básicamente en el sector de calzado deportivo, lo que tenemos que hacer es asegurarnos de que las grandes empresas fabriquen en la Argentina y no nos traigan el calzado de afuera. Ese me parece que tiene que ser nuestro objetivo principal, donde realmente tenemos que poner todos los cañones y toda la fuerza. Adidas, Nike, etcétera, tienen que expandir sus líneas de producción, hacer contratos de producción con empresas argentinas, de modo tal que este peligro de terceros países se aleje.

Con respecto a la situación actual de Gatic, entiendo que está en condiciones de ser adjudicada, por los avisos que he visto en los diarios el fin de semana. Creo que es una pieza importante en lo que hace a la producción en la Argentina; no estamos hablando de plantas menores.

Algunos de los que me comentan del sector privado y los especialistas del calzado y del rubro textil, es que son plantas de generación bastante eficientes, o sea que una vez puestas en marcha deberían estar en condiciones de producir de manera importante, y ese es el objetivo principal: que las empresas vuelvan a producir y recuperar el nivel de mano de obra que tuvieron en su momento.

En cuanto al tema automotriz, volver a la política del uno a uno que se mantuvo por un año, no me parece una solución. Esto va a crear un desabastecimiento brutal en el mercado argentino de autos chicos, y lo que va a disparar es una escalada de empresas monumental.

Acá existe una serie de cuestiones estructurales que de algún modo ya hemos conversado con usted, señor diputado, en forma tangencial. La primera cuestión es dónde se ubica la Argentina en términos de producción del mercado Mercosur y cómo se ubica la Argentina vis-à-vis en el resto del mundo. No tenemos por qué limitarnos a ser exportadores a Brasil.

Las políticas que estamos llevando a cabo en el área automotriz, las discusiones que estamos llevando a cabo con las empresas y los compromisos que las mismas han asumido desde el punto de vista de las inversiones en la Argentina para el período 2005-2008 nos están indicando que, por lo menos, algunas empresas le otorgan a la Argentina un rol que no es solamente exportar al mercado brasileño. Toyota es un caso típico que tiene esta política desde antes. Pero, por ejemplo, las indicaciones que hemos recibido desde Volkswagen tienden a llevarnos a esa línea de pensamiento también.

La segunda cuestión es cómo definimos el Mercosur a futuro en términos de quién produce y quién no, en cada uno de los respectivos países, y si todos los productores pueden gozar del mismo tratamiento a pesar de que no estén instalados del otro lado de la frontera.

La tercera cuestión es si instalarse del otro lado de la frontera significa producir autos u otra cosas que también van en los autos.

En síntesis, con respecto al tema automotor, el gobierno ha marcado la línea general hacia dónde se está dirigiendo, cosa que ha sido muy bien recibida por el sector de producción local de autopartistas.

Creo que hay un conjunto de políticas sobre las cuales hay que seguir jugando. Mientras nosotros mantengamos una política firme vis-à-vis en el mercado regional y nuestras expectativas futuras, las automotrices lo van a entender. De hecho se está entendiendo, si no Peugeot, Toyota o Volkswagen no estarían invirtiendo en la Argentina.

SR. PRESIDENTE BROWN Señor secretario: quería hacer una pequeña acotación a la respuesta que recién le dio al diputado Francisco Virgilio Gutiérrez.

Alguna vez hemos conversado el tema de cómo se resuelve la situación cuando un acuerdo entre privados es superado. Y recién el señor secretario hacía mención al tema de las licencias automáticas.

Entonces, visto y considerando que acá hay una serie de discrepancias entre lo que nosotros hemos escuchado en diferentes ocasiones por parte de las cámaras del calzado y los sindicatos, que nos mencionan números muy superiores a los que se plantean a partir de la Aduana, y visto que estos números en función de la cantidad del mercado es un 20 o 30 por ciento de licencias sólo con Brasil, ¿la definición de la aplicación de este sistema de licencias por parte de la Secretaría de Industria, visto y considerando que este acuerdo se estaría superando por muchos o por pocos, podría acercarse a lo que en algún momento se planteó con la línea blanca o los televisores? ¿Es algo que está definido por la Secretaría para que este acuerdo entre los privados sea un acuerdo que tenga alguna efectividad y no quede simplemente en una propuesta sin sentido?



SR. DUMONT Aclaremos bien las cosas. Acá no hubo ningún acuerdo entre privados. Lo que hubo es un compromiso del sector privado brasileño que le transmitió a su gobierno porque ellos decían que iban a exportar a la Argentina entre 12 y 13 millones de pares. De manera que no hay violación de un acuerdo.

Lo que sí está claro es que la situación del mercado del calzado no es igual a la situación de ciertos productos textiles ni es igual a la situación del mercado de la línea blanca. Eso es lo que he tratado de demostrar aquí en los números que les he presentado.

De todas maneras, dado que nos estamos acercando a los números que ellos nos han presentado, estamos vigilando con más cuidado el tema de las ojotas que es por donde realmente se puede desbordar la cifra. Pero no creo que nosotros pasemos de manera importante el número que estábamos fijando.

Sin embargo también hay una cuestión que tenemos que transparentar para saber dónde estamos. Al día de hoy tenemos registrados 1.900.000 pares ingresados solo de Brasil de productores argentinos. Entonces, clarifiquemos las cosas.

Hay una empresa -no voy a dar el nombre acá-, que es una de las que pide la restricción, que entre importaciones de Uruguay y de Brasil importa casi un millón de pares, y fuera de eso tiene un convenio de comercialización con Chile.

Entonces pongamos todas las cartas sobre la mesa y terminemos de transparentar qué es lo que queremos. Porque ese dato, al igual que lo conozco yo, lo conocen los brasileños. Cuando me lo ponen arriba de la mesa no saben cómo me hacen quedar.

Transparentemos las cosas y hablemos de dónde estamos parados en términos de calzado deportivo, no deportivo y de ojotas y veamos dónde queremos situarnos como Argentina en términos de niveles de producción. Pero abramos más el juego. Y cuando digo que abramos es que se hable con más transparencia conmigo, porque los datos igual los termino conociendo. Yo voy y les digo a los brasileños que no pueden exportar más de 13 millones de pares en total, ellos me dicen: "¿por qué en total?, mire lo que importa este y este otro." Y sé que lo importa porque lo necesita poner en el mostrador.

Creo que tenemos que trabajar un poquito más las cosas y tener nosotros mismos un poco más de claridad respecto de qué es lo queremos alcanzar en términos de nuestra relación con Brasil. Si tenemos esa claridad es más fácil para el gobierno presentar una posición más firme ante el sector privado brasileño.

SR. PRESIDENTE BROWN Tiene la palabra la señora diputada Cassese.

SRA. CASSESE Desde el conocimiento de campo puedo decir que la ojota forma parte de transferencia de uso de calzado.

La Cámara Argentina del Calzado pidió mucho que la ojota sea tenida en cuenta en el cupo, y me parece sana la decisión de la Secretaría de controlar esto a través de las licencias automáticas restringidas.

Por otro lado, el señor secretario, habló de una política financiera. En ese sentido esperamos tener una política financiera que apoye. Los que representamos a centros altamente poblados como Rosario, Córdoba o el Gran Buenos Aires en mi caso, apoyamos totalmente la política industrial.



Respecto de la formación de instrumentos financieros, aunque sé que la secretaría está trabajando en el tema quiero recordar que así como los sectores agropecuario, de la construcción y de grandes obras públicas cuentan con fuertes instrumentos financieros -como fideicomisos, por ejemplo-, la actividad industrial necesita de un boom en los centros altamente poblados. Es preciso que la secretaría se involucre de lleno en esta cuestión y haga un lobby serio frente a las autoridades financieras para lograr instrumentos que permitan financiar la producción, sobre todo de las pymes.

Otra cuestión muy seria que también está pendiente tiene que ver con la mochila fiscal. Queremos que la secretaría se comprometa en este punto. El RAFA acaba de ser prorrogado hasta fin de año, pero es impagable y está provocando el cierre de las pequeñas y medianas empresas. Por eso necesitamos que el señor secretario nos ayude a hacer lobby sobre nuestro amigo Abad, a quien vapuleamos bastante, porque en realidad se trata de una situación seria, ya que cuando el RAFA termine el próximo 31 de diciembre no habrá ningún instrumento para financiar la mochila fiscal que hoy soportan nuestras pymes que hoy no pueden cerrar sus compromisos fiscales.

SR. PRESIDENTE BROWN Tiene la palabra el señor secretario.

SR. DUMONT Señor presidente: respecto de la presión sobre el amigo Abad, no quepa duda que la ejercemos desde tiempo inmemorial.

En cuanto a la prórroga del RAFA, debo mencionar que fue pedida incluso por el sector privado, razón por la cual no creo que deba tomarse como una mala noticia. Estamos trabajando con representantes de ese sector sobre otras opciones y soluciones adicionales, y con el señor Alberto Abad sobre distintos esquemas, y creo que alcanzaremos algunas definiciones básicas que nos permitirán hacer propuestas en el futuro próximo.

En relación con los instrumentos financieros, debo señalar que la secretaría ha trabajado mucho en el tema. Hicimos todos los subsidios de tasa para las pequeñas y medianas empresas que fue posible, aumentamos de 200 millones a 500 millones de pesos los fondos para subsidios de tasa que pudimos acordar, creamos líneas de crédito especiales destinadas a la compra de bienes de capital nacional y otras para financiamiento específico de actividades puntuales, trabajamos con el Banco de la Nación Argentina y con el BICE sobre instrumentos financieros y discutimos varias veces con el Banco Central acerca de las reglamentaciones para alivianar la mochila fiscal.

En diciembre del año pasado tuvimos el primer resultado y, si no me equivoco, se espera el segundo para un futuro próximo con la nueva conducción del Banco Central. A esto debemos agregar, como dije antes, que hemos generado una serie de instrumentos financieros adicionales tendientes a oxigenar mejor el sistema: fideicomisos, sociedades de garantía recíproca, operaciones de cheque en bolsa, etcétera.

Por supuesto que mejorar el sistema financiero para apoyar al sector industrial también es una preocupación nuestra y trabajamos en ello día tras día.

SR. PRESIDENTE BROWN Tiene la palabra el señor diputado Merino.

SR. MERINO Señor presidente: quiero saber si la fabricación de calzado en la República Argentina se encuentra en estos momentos en condiciones de atender el mercado local, sobre todo en lo que respecta a calzado deportivo de primera marca. No hablo potencialmente porque sé que en un futuro lo podrá hacer; me interesa saber si en la actualidad está en condiciones.

SR. DUMONT La fabricación de calzado deportivo de primera marca no la tomaría porque implica contar con cierta tecnología que hoy no existe en la Argentina.

SR. PRESIDENTE BROWN Tiene la palabra el señor diputado Giorgetti.

SR. GIORGETTI Señor presidente: he concurrido a esta reunión acompañado por los secretarios generales de la industria cárnica de Rafaela, Casilda y Reconquista y por la federación gremial que agrupa a los trabajadores de esa industria.

Lo menciono porque nos gustaría que a la tarde el señor secretario nos pueda atender a través de alguno de sus funcionarios. En Santa Fe existe preocupación respecto del tema de la cuota Hilton, que según entendemos impactará directamente sobre este sector de la industria porque por una grave injusticia se producirá la caída de unos 1.500 puestos de trabajo.

Estamos perdiendo 50 millones de dólares para la industria santafecina.

No puedo dejar de solicitar entonces una entrevista lo más rápido posible con el señor secretario, o con el licenciado Guillermo Feldman, para ver cómo podemos sacar adelante esto. Por eso pedimos encarecidamente que tomen cartas en el asunto porque se está cayendo un sector grande de la industria nacional.

SR. DUMONT Ahora lo vemos.

SR. PRESIDENTE BROWN Muchas gracias, señor secretario.

- Es la hora 12 y 11.