Expresar repudio por el fallo que condenó a la Revista Barcelona al pago de una indemnización en favor de Cecilia Pando por una publicación realizada en el año 2010.

Señor presidente:

El presente proyecto de resolución tiene por objeto expresar el repudio de esta Cámara a la sentencia del día 29 de Abril de 2016, del Juzgado Civil Nro. 108 a cargo de la magistrada Susana Amelia Nóvile, que condenó a la revista Barcelona al pago de una indemnización de cuarenta mil pesos ($40.000.-) en carácter de daños y perjuicios.

En Agosto de 2010 Cecilia Pando - figura de reconocimiento público- , se encadenó al Edificio Libertador donde funciona el estado Mayor General del Ejército Argentino en la Ciudad de Buenos Aires, pidiendo una reunión con la Ministra de Defensa con el fin de provocar un hecho de trascendencia pública en defensa de los derechos de los procesados y condenados por delitos de lesa humanidad cometidos en el marco de la última dictadura militar.

Cabe recordar que el hecho de mayor de transcendencia como figura pública de Pando fue en oportunidad de haberle enviado un reclamo al entonces Presidente Néstor Carlos Kirchner en favor de “genocidas” a quienes ella denominaba “presos políticos”. De ese modo y a través de distintas acciones públicas, Cecilia Pando se constituyó con claridad en la figura que los representa.

Cecilia Pando fundó para acompañar los pedidos de militares procesados, condenados y presos por causas de violaciones de derechos humanos de la última dictadura militar, la “Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de la Argentina” y fue así que logró atraer aún más el interés de la opinión pública y de todos los medios periodísticos marcando un fuerte rechazo a las políticas de derechos humanos llevadas adelante por el gobierno nacional.

A raíz de las noticias publicadas sobre el encadenamiento precedentemente mencionado, la Revista Barcelona publicó en la contratapa de su edición una foto trucada de Pando con su rostro verdadero y una figura desnuda que no le corresponde atada con cadenas y diversas frases acompañándola, tales como “soltá el genocida que llevas adentro”, “aprópiate de esta bebota”, “las chicas quieren guerra antisubversiva”, entre otras.

Fue así que Pando inició acciones judiciales considerando pornográfica la imagen con dichas frases, y que se sintió lastimada en su honor, pudor e intimidad, reclamando por los correspondientes daños y perjuicios.

La Revista Barcelona -como tantos otros medios de comunicación impresos- recurren a la sátira y la parodia para resignificar el discurso de los medios de comunicación, para valorarlo, analizarlo, criticarlo intentando provocar en el lector informado una variada lectura en interpretación. Fue así que varias figuras que transcienden en la política y en la sociedad han sido emblemas de diversos mensajes que la Revista Barcelona ha elegido para transmitir el pensamiento del medio periodístico desde la coyuntura política y la controversia de opiniones.

La sentencia que por este proyecto repudio sostiene que se violó la intimidad de Pando cuando no corresponde debido a que, es de público conocimiento su desenvolvimiento social, político y su activo rol como vocera de los acusados genocidas en diferentes causas de lesa humanidad.

La Revista Barcelona a lo único que atinó fue satirizar una de las tantas acciones que Pando hizo de manera pública para que llegare al conocimiento del público en general. Y en consecuencia, al trascender estas acciones del ámbito de intimidad de las personas es que debiera asumir la realidad de enfrentar elogios como críticas a su accionar de trascendencia pública.

La sentencia ha admitido, en rasgos literarios, que existió sátira en dicha publicación. Pero bajo el pretexto del exceso persistió en condenar por daños, no habiendo ponderado que se trató de expresiones y actos públicos realizados por la accionante en el ejercicio de su derecho de libertad de expresión y fuera del ámbito de su intimidad personal.

De hecho, fue amplio el arco de repudios, desde el constitucionalista Andrés Gil Domínguez, que consideró que el fallo que condenó a Barcelona “viola los estándares sobre libertad de expresión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y de la Corte Suprema”, hasta el especialista en medios Martín Becerra, que lo calificó como “preocupante”.

Y es por todo lo expuesto, solicito a mis colegas que me acompañen en este proyecto.