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LIBERTAD DE EXPRESION

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  • LIBERTAD DE EXPRESION

Reunión del día 29/04/2010

- VISITA DE LOS PERIODISTAS: EDGARDO ALFANO, MARCELO BONELLI, LUIS MAJUL, MAGDALENA RUIZ GUIÑAZÚ, RICARDO KIRSCHBAUN, JOAQUÍN MORALES SOLÁ Y DANIEL SANTORO

INVITADOS

  • señor Edgardo Alfano Periodista
  • señor Marcelo Bonelli Periodista
  • señor Luis Majul Periodista
  • señora Magdalena Ruiz Guiñazú Periodista
  • señor Joaquín Morales Solá Periodista
  • señor Daniel Santoro Periodista
  • señor Andrés D'Alessandro comisión directiva de FOPEA
  • señora Mónica Baumgratz comisión directiva de FOPEA
  • señor Fernando Ruiz comisión directiva de FOPEA
  • señor Ricardo Kirschbaum Periodista
la Ciudad Autónoma Buenos Aires, a los veintinueve días del mes de abril de 2010, a la hora 11 y 37:
SRA. PRESIDENTA GIUDICI Damos comienzo a la reunión de la Comisión de Libertad de Expresión convocada en un día muy especial. Agradecemos la presencia de los periodistas profesionales de la Argentina que hoy nos acompañan: Edgardo Alfano, Marcelo Bonelli, Luis Majul, Magdalena Ruiz Guiñazú, Joaquín Morales Solá, Daniel Santoro, así como también a los integrantes de la comisión directiva de FOPEA, Andrés D'Alessandro, Mónica Baumgratz y Fernando Ruiz. Se encuentra presente Ricardo Kirschbaum, entre otros periodistas que también trabajan en la sala de periodistas del Congreso y se encuentran igualmente afectados.

Los ataques que motivan esta reunión muy especial de hoy, así como la resolución emitida por el Senado en el día de ayer, tienen que ver con toda la prensa argentina. No se trata de ataques sobre algunos o determinados periodistas o medios, sino que son hechos muy lamentables que desde hace mucho tiempo involucran a todos los trabajadores de la prensa argentina.

Para poner en contexto la reunión de hoy, en primer lugar queremos decirles que respaldamos y nos solidarizamos por la situación de crispación que se vive en este momento, y en particular con algunos de ustedes, que fueron afectados por una serie de medidas adoptadas las últimas semanas y que no quisiéramos ver nunca más reflejadas en nuestro país.

Nosotros creemos que la libertad de expresión se defiende entre todos y sin cortapisas. Creemos que la libertad de expresión no es algo que se da o se otorga y el gobierno tiene algún grado de poder para condicionarla, sino todo lo contrario: es algo que es propio de cada uno de nosotros, no sólo de ustedes como periodistas sino también de cada uno de los ciudadanos de la Argentina.

Lo que ha sucedido estos últimos días profundiza algo que venimos monitoreando en esta comisión desde hace más de tres años. Distintos ataques durante todo este tiempo han llegado a conocimiento de esta comisión a través de denuncias individuales, de agrupaciones de periodistas, de FOPEA, y cada año vemos con preocupación cómo se va incrementando este tipo de condicionamientos y presiones sobre la prensa.

En estos últimos días aparecieron afiches intimidatorios anónimos y en el día de hoy habrá un acto político que pretende juzgar en la Plaza de Mayo a buena parte de los periodistas que hoy tenemos aquí presentes. Esto es algo que no imaginamos nunca vivir en democracia, y esperamos que luego de la reunión de hoy -y del pronunciamiento del Senado en el día de ayer- algún funcionario, la presidenta o alguno de sus ministros detenga este proceso que se pretende iniciar a la tarde.

Esto no sólo es grave por su simbología sino porque creemos que es realmente aterrador que aquellos sectores que defendieron los derechos humanos y que son los más identificados en el mundo por esa defensa hoy utilicen prácticas que alguna vez sufrieron.

Además, el procedimiento de esta tarde tiene que ver con que algunos periodistas se creen con la potestad de juzgar a otros periodistas. Creo que esto merece un ámbito de discusión para poder abordar la cuestión. Esta es la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara baja y tenemos competencia para debatir estos temas.

Antes de darles la palabra a los periodistas quiero decirles que hoy se encuentran aquí diputados que han presentado distintos proyectos que son objeto de tratamiento de esta comisión. Luego de la charla y el debate entre quienes quieran participar y los periodistas, les daríamos tratamiento para poder concluir hoy esta reunión con la firma de un dictamen de comisión que exprese claramente el repudio a todo acto de violencia, hostigamiento o intimidación que sufran los periodistas, a fin de respaldar institucionalmente su labor en la Argentina.

Si están de acuerdo, la mecánica sería escuchar a los periodistas que nos visitan y luego abrir el debate y dar la palabra a quienes quieran expresarse. Posteriormente, daríamos tratamiento a los expedientes que fueron presentados en la comisión así como también a aquellos que fueron ingresados en las últimas horas.

El vicepresidente 1° de la comisión, el señor diputado Dante Gullo, ha solicitado la palabra. Luego, escucharemos a los periodistas.

SR. GULLO Gracias, señora presidenta.

Quisiera hacer una moción en función de la fecha de hoy, aprovechando que está presente este grupo tan importante de periodistas y que la comisión está tan concurrida. Hago esta moción en función de un tema que me parece que es caro para todos, y además voy a hacer dos aclaraciones. La primera de ellas es la siguiente: en el día de ayer, según algunas lecturas, se mencionó la cifra de cien periodistas desaparecidos o fusilados durante el proceso dictatorial, pero según mi cuenta se trata de más de 120 compañeros y compañeras y creo que tenemos que ser fidedignos a este respecto.

La segunda aclaración es la siguiente. Se dijo que en épocas de gobiernos democráticos hubo un compañero periodista asesinado, José Luis Cabezas. Quiero dejar registrado que desgraciadamente en épocas de democracia hubo dos periodistas asesinados, ya que el otro es Mario Bonino, asesinado el 11 de noviembre de 1993, quien trabajó en los diarios "Popular", "Sur" y "La Razón".

La moción que quiero hacer está relacionada con que un 29 de abril, pero del año 1977, fue detenido desaparecido Juan Marcelo Soler Guinard, periodista franco-argentino que trabajada en la revista "Confirmado" y en el diario "El Mundo". Si no le parece mal, señora presidenta, como recordatorio de Juan Marcelo Soler Guinard en esta fecha y de los 120 compañeros detenidos desaparecidos, quisiera pedirle que hagamos un minuto de silencio antes de comenzar con el desarrollo de la reunión tal cual usted lo explicó.

SRA. PRESIDENTA GIUDICI De acuerdo, señor diputado.

Puestos de pie los señores diputados, invitados y el público presente, se hace un minuto de silencio.
SRA. PRESIDENTA GIUDICI Quiero aclarar que tenemos quórum. Les pido a los miembros de la comisión que luego del debate se queden para firmar los expedientes acordados, los expedientes que vienen de la Comisión de Seguridad Interior, y dar inicio al estudio de los expedientes sobre publicidad oficial.

Tiene la palabra el señor Luis Majul.

SR. MAJUL Buenos días, y gracias a todos por la invitación. Me voy a tomar unos pocos minutos para hacer mi exposición y lamentablemente después me voy a tener que retirar porque tengo que ir a trabajar a la radio, por lo que desde ya les pido disculpas.

Primero quiero poner en un contexto esta serie de agresiones, que para mí son muy serias. Obviamente esto no tiene nada que ver y fue mucho menos dañino que lo que pasó durante la dictadura militar o lo que pasó con José Luis Cabezas, con Mario Bonino -compañero de la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires, al que muchos de nosotros conocíamos muy bien- o con Adela Gómez, la periodista que hace apenas un mes fue atacada en Caleta Olivia, provincia de Santa Cruz, además de incendiarle su camioneta, por lo que, con una enorme tristeza, decidió no seguir ejerciendo el periodismo.

Creo que este clima de tensión se está disfrazando de un falso debate y es, primero, una pelea -a la que todo el tiempo le están cambiando el eje- entre el gobierno y el grupo Clarín, para luego ampliarse a una pelea entre el gobierno y los periodistas, o algunos periodistas.

Las características de esta pelea es que del lado del poder -que no es nuevo, es el poder de turno-, con financiamiento del poder, con canales públicos... Realmente me pone muy contento que estén acá Dante Gullo y Diana Conti, porque la verdad es que me gustaría que en lo posible se debata sobre la responsabilidad del Estado en esto, que para mí es lo más importante.

Se agrede anónimamente a periodistas, a partir de los carteles que vimos, pero además se recrea en la calle, a partir de la bendición del poder, un estado de persecución que hasta ahora no terminó mal pero que podría llegar a terminar mal. A muchos de nosotros nos insultan y se nos hace bastante difícil salir a la calle, no porque yo o cualquier otro periodista tengamos miedo de salir a la calle sino fundamentalmente por nuestras familias.

Y la frutilla del postre es que en la Feria del Libro, el lugar por excelencia del debate, se presentó una barrabrava -en este caso, de Chicago, que se tiene que probar si tiene vinculaciones o no con algunos organismos oficiales-. Lo que intentan es anular el debate.

Yo no voy a hablar en nombre de todos porque, por suerte, cada uno de los que estamos acá tenemos nuestro propio pensamiento. Y si esta discusión sirve para debatir, entre otras cosas, la cláusula de conciencia que está pidiendo FOPEA para sus periodistas cuando no quieren escribir o decir lo que sus jefes le obligan a decir, bienvenido sea eso también. Yo particularmente no tengo ningún problema en discutir los errores, las falencias o las discusiones que hay por los intereses de los medios de comunicación.

Pero se quiere disfrazar esto como una pelea de románticos que están contra un grupo de comunicación; románticos que hacen prácticas fachistas y grupos de medios y periodistas que somos malignos y que lo único que queremos es destituir a un poder constituido que va a llevar al país a la próxima revolución. Creo que esto es un falso debate.

Lo que vamos a hacer nosotros como periodistas -por lo menos es lo que estoy haciendo yo- es seguir trabajando. Les duele mucho más -no solamente al poder de Cristina Fernández de Kirchner y de Kirchner sino a todos los poderes, como el de Macri y todos los de turno- el dato, la denuncia, la investigación y el trabajo serio que la respuesta a una puteada, las pegatinas o la muestra de un cartel a través de un programa de un canal público pagado por todos los contribuyentes. Les duele mucho más lo que está pasando ahora con Venezuela que cualquier opinión, agresión o descalificación.

Les voy a contar una pequeña anécdota. La primera información sobre la causa vinculada con Venezuela la dio en el año 2006 un periodista que no está acá y que se llama Jorge Lanata. Pero esa información se pedió. La segunda información apareció en el libro que publiqué en noviembre de 2009: fue una declaración del ex embajador de Venezuela Eduardo Alberto Sadous, quien denunció lo que todos ya saben. Sobre la base de esa declaración, el fiscal y el juez de la causa empezaron a preguntarle cosas, que por supuesto se tienen que probar pero que abrieron un campo de investigación muy importante para saber si desde el poder se reciben o se piden coimas para hacer negocios, en este caso con Venezuela.

Ese recorrido de la información, ese itinerario del trabajo que tienen que hacer los periodistas duele mucho más que cualquier respuesta altisonante a lo que puedan hacer.

Por supuesto que es un clima preocupante. Yo no sé qué les pasa a los demás periodistas. Lo que me pasa a mí es que esto me da más ganas de trabajar, más ganas de investigar y más ganas de empezar a pensar para publicar otro libro. Más de una vez me pregunto si responder o no a las barbaridades que me dicen por la calle, o eventualmente a las agresiones físicas. Con respecto a estas últimas, a mí todavía no me pasó pero sé que a otros periodistas les pasó y no lo dicen públicamente porque no quieren preocupar a sus familias.

¿Cómo se termina este clima? De una manera muy fácil. Si desde lo más alto del poder alguien se para, ya sea la jefa de Estado o el ex presidente, y dice "Dejémonos de hacer barbaridades", creo que este clima tan insoportable puede llegar a bajar. Pero me parece que ayer Néstor Kirchner hizo todo lo contrario cuando afirmó que el periodismo es la oposición.

Yo no soy quién para convocar a la presidenta o al ex presidente, pero me parece que si alguna gente cercana -como el "Canca" Gullo, a quien conozco, he discutido con él durante muchos años y espero que lo sigamos haciendo porque conozco su lucha y la vehemencia que tiene para discutir, y me alegro por eso porque de eso se trata- es capaz de ir a tocarle la puerta a la presidenta o al ex presidente y decirles "Miren que esto no da para más" y llaman realmente a la concordia para que baje este clima de persecución, va a ser maravilloso. No tengo mucha esperanza de que eso vaya a suceder, pero sería maravilloso.

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Tiene la palabra el señor Gustavo Silvestre.

SR. SILVESTRE Agradezco a la señora presidenta de la comisión, a los diputados de todos los bloques presentes y a los que nos han hecho llegar su solidaridad.

La verdad es que hoy nuestro papel es un poco incómodo. Durante muchos años hemos estado cubriendo la información parlamentaria del otro lado y hoy estamos aquí porque nos están poniendo en un lugar que en este momento no nos corresponde: nos están poniendo en el lugar de la oposición, de la cual el periodismo no participa.

El miércoles pasado en el programa, con Marcelo Bonelli y junto a Magdalena Ruiz Guiñazú, Héctor D'Amico y Norma Morandini, debatíamos este tema y Magdalena bien decía que no deben confundir la crítica emparentándola con actitudes golpistas, algo que también se dice y algunos medios y colegas se encargan de difundir esta teoría.

Lo que venimos haciendo todos los que estamos sentados aquí es periodismo, una profesión que amamos y que desde hace muchos años abrazamos. Sabemos hacer esto, y de pronto nos pone muy incómodos vernos escrachados, señalados, marcados. El otro día lo decía muy bien la colega y senadora nacional Norma Morandini: ya hemos pasado por estas etapas cuando la Triple A marcaba y señalaba a través de listas, y además señalaba a los buenos y a los malos.

En esta línea, ayer también lo marcaba muy bien Joaquín Morales Solá en el Senado cuando dijo que primero fueron por los medios, ahora están señalando a los periodistas y uno se pregunta qué es lo que están buscando para después. Ya hemos pasado por estas cuestiones y actitudes en nuestro país, pero parece ser que no aprendemos de estos hechos lamentables y penosos.

También quiero referirme brevemente a otro concepto que en estos días he escuchado mucho: se habla de la pluralidad que debe tener el periodismo en la Argentina. Cuando a muchos de los que estamos sentados aquí nos acusan por el solo hecho de trabajar en un grupo prestigioso a nivel mundial, yo me pregunto de qué monopolio están hablando cuando la gente va todos los días al quiosco de diarios y revistas y se encuentra con trece diarios, y puede elegir el que quiera, pues no hay nadie con una pistola que la obligue a comprar un diario en particular. Asimismo, cuando todos los días la gente enciende la radio puede escuchar lo que quiere y a quien quiere, en las distintas variedades que nos ofrecen la AM y la FM, como tal vez suceda en pocas partes del mundo.

Además, tenemos cinco canales de noticias, y la gente ve el que quiere. Lo mismo sucede con los canales de aire. Nadie obliga a la gente a ver un determinado canal. El hecho de que el canal en el que trabajo desde hace veintitrés años sea líder indiscutido como canal de noticias y de las señales de cable se deberá a que algún mérito debemos tener quienes desde hace muchos años hacemos TN; de lo contrario, el canal no estaría en ese lugar. La gente nos elije todos los días; a nosotros no nos votan cada dos o cuatro años, sino que todos los días la gente nos elige. Todos los días la gente nos ve, y gracias a Dios, en la Argentina la gente tiene la inmensa libertad de cambiar el dial, hacer zapping o leer lo que quiera.

En mis veintisiete años de periodismo es la primera vez que me toca ser señalado y escrachado, lo cual me pone en una situación muy incómoda también a nivel familiar porque mis hijas son chicas y tienen que dar explicaciones en la escuela o frente a sus compañeritos, y uno se pregunta de qué tienen que dar explicaciones si nosotros sólo cumplimos dignamente con esta profesión que amamos.

También quiero señalar otro motivo de preocupación al cual no nos podemos acostumbrar, que es el hecho de tener los teléfonos pinchados. Yo recuerdo que cuando vine de Entre Ríos, en el año 1982, la escuchaba a Magdalena, en su programa "Magdalena Tempranísimo", y ella contaba acerca de los mensajes que debían escuchar o que le pasaban las conversaciones. Llamativamente está pasando lo mismo: nos hacen escuchar en nuestros celulares las conversaciones que acabamos de tener. Y la verdad es que no nos podemos acostumbrar a vivir con esto, a saber que nuestros teléfonos están pinchados y que nos hacen estos actos de intimidación.

Gracias a todos los legisladores de las distintas bancadas por la solidaridad brindada, y la solidaridad también para los distintos colegas, como Magdalena y Joaquín, que tienen que soportar el escarnio público de esta tarde.

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Tiene la palabra el señor Joaquín Morales Solá.

SR. MORALES SOLÁ Buenos días a todos. Quiero darles las gracias por estar en esta reunión, por esta invitación que nos han formulado los diputados de los distintos bloques, y en especial, a la presidenta de la comisión.

Quisiera pedirles a los diputados que tratemos todos de hablar de principios y de conceptos más que de casos puntuales. Ayer veía la reunión de la Cámara de Senadores y me parece que muchos senadores del oficialismo y algunos de la oposición tenían la ilusión de Tony Blair de tener un mundo sin periodistas. Las quejas que hubo eran las quejas propias de alguien que no quiere ningún periodista cerca.

Efectivamente, creo que este es un proceso que ha comenzado el año pasado y que primero fue contra los medios. No voy a desconocer el derecho de expresarse que tiene toda persona aludida de manera incorrecta por un diario o por un periodista. De hecho, yo he tenido algunos conocidos y publicitados debates con el ex presidente Kirchner cuando era presidente; él me rebatía en los atriles y eso no me impidió seguir hablando con él después o tomar un café off the record, como hacemos los columnistas. Toda vez que me han pedido un derecho a réplica, ya fuera en mi programa de televisión o alguna aclaración en mi columna, yo siempre lo he concedido.

Pero esto comenzó con los medios en general y ahora ha caído sobre los periodistas de carne y hueso, con algunos procesos que hay que marcar. El primero fue el de los afiches, con doce periodistas, señalados no se sabe a quién. Lo cierto es que no es para ofender, porque para ofender ya lo tenemos al jefe de Gabinete todas las mañanas en la radio. Esto es claramente un señalamiento a no sabemos quién para que haga no sé qué cosa. Estos son los enemigos del gobierno.

Después continuó con la marcha por la ley de medios en la plaza de Tribunales, donde algunos colegas aparecieron con la cara tapada con dólares -único lugar donde no aparecí yo-, lo cual también importaba un agravio. En esa marcha había funcionarios del gobierno, es decir, ya no era un acto ajeno al gobierno.

Lo último es este juicio político que se va a realizar hoy. Yo no tengo ninguna explicación que dar sobre mi actuación como periodista durante la dictadura. Tengo el testimonio de mis compañeros de "Clarín" en esa época y tengo el testimonio, más importante aún, de las organizaciones de derechos humanos, que pueden dar cuenta de que yo nunca me negué a recibirlas sino que, por el contrario, recibí amablemente a Nora Cortiñas, a Graciela Fernández Meijide, por lo que no tengo ninguna explicación que dar sobre esto.

Pero seamos concretos acerca de la conclusión de este tema. Un juicio tiene por definición dos posibles consecuencias: la absolución o la condena. En este caso, la condena está escrita. Lo que yo pregunto es quién va a aplicar el castigo que necesita la condena, quién lo va a ejecutar y cómo se va a ejecutar. Por otra parte, me pregunto quién va a leer o quién está leyendo ese mensaje que sale a través de los afiches anónimos.

No creo que el gobierno no tenga nada que ver en esto, como dijeron ayer algunos legisladores del oficialismo en el Senado. De hecho, el ex presidente Kirchner dijo hace cuarenta y ocho horas que nosotros, la prensa, éramos su principal adversario, en un nuevo acto de descalificación y oposición institucional que sostiene.

Para finalizar, quiero decir que ayer en la reunión de la Comisión de Libertad de Expresión de la Cámara de Senadores la senadora Escudero leyó el Código Penal y dijo que algunas de estas cosas podían inscribirse en los delitos de incitación a la violencia o al homicidio. Y acá voy a hablar en nombre de los periodistas que se encuentran presentes y en nombre de los que no están.



Lo que quiero decir es que si nos quieren callar con esto, no lo van a lograr. No nos van a callar, aun cuando esta lamentable saga tenga que terminar con un muerto, si es que el gobierno así lo decide.

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Tiene la palabra el señor Ricardo Kirschbaum.

SR. KIRSCHBAUM En primer lugar quiero agradecer a los legisladores de todas las bancadas por escucharnos. Me parece que es un acto institucional interesante e importante, al igual que el que tuvimos ayer en el Senado.

Simplemente quiero decir que no es la primera vez que estoy en una lista. Desgraciadamente mi historia es una historia ordinaria en la Argentina; sería extraordinaria en cualquier país pero en la Argentina es ordinaria. En 1974 me tuve que ir de Tucumán porque aparecía en una lista de la Triple A; ahí actuaban un poco más enérgicamente.

SR. MORALES SOLÁ Lugar que compartimos.

SR. KIRSCHBAUM Así es.

Como venía diciendo, lo que hemos vivido estos años es una historia ordinaria; la ha vivido Bonasso como periodista y la ha vivido el diputado Dante Gullo de una manera mucho más dramática.

Desgraciadamente en la Argentina nos hemos acostumbrado a las anomalías, como es esta de que nosotros estemos participando en esta reunión en vez de estar cubriendo lo que ustedes hacen.

Mi planteo es simple. Creo que en definitiva estas prácticas desde el poder, cualquiera sea el signo ideológico, siempre se parecen, porque quienes la ejecutan no tienen ideología -son profesionales de esto-, y quienes persiguieron durante la década del setenta a muchos de los que están hoy sentados, hoy persiguen con otro signo a los que también estamos aquí sentados.

No me cabe la menor duda de que estas acciones tienen un origen y una intelectualidad institucional en el sentido de que han sido alentadas por discursos y por una política determinada. Pero bueno, forma parte de las reglas de juego.

Lo que no forma parte de las reglas de juego es que en una democracia subsistan este tipo de señalamientos. Además, siempre hay quien sobreactúa las órdenes o el clima imperante y las ejecuta, y sabemos cómo termina esto.

Por otro lado, es curioso cómo el concepto del periodismo se ha ido convirtiendo, según voceros conspicuos del oficialismo, en una suerte de militancia. El periodismo ha dejado de ser periodismo y se ha convertido en una militancia. Lo ha dicho una respetada colega en un canal oficial: "No es hora de periodismo, es hora de militancia".

Creo que estamos en desventaja, porque nosotros somos profesionales y trabajamos y enfrentamos a una militancia política, y somos calificados como oposición -como dijo Joaquín acertadamente- con un doble mensaje: que la única oposición seria son los medios periodísticos y el resto de la oposición es fácilmente doblegable. Ese es el mensaje. Y la otra interpretación es: si desaparecen los medios, la oposición no tiene cómo evitar que nosotros sigamos en el poder.

No quiero dramatizar demasiado, pero creo que sería bueno que la democracia tenga una respuesta adecuada. Ya tenemos puestos los pantalones largos desde 1983 y podemos evitar este proceso inevitable que tiene la Argentina de morderse permanentemente la cola y seguir enterrados en el mismo fango.

Me parece que tanto los legisladores del oficialismo que han hecho mucho por volver a la democracia como los legisladores de la oposición actual que han estado en el poder y los periodistas deberíamos dar un ejemplo de que es posible discrepar o disentir, aun vehementemente, sin que crucemos límites como para entrar ya en el Código Penal.

Mi reflexión es que si el gobierno genuinamente quiere saber quién puso los afiches, simplemente tiene que poner en marcha los mismos servicios que actúan contra nosotros, que -como todos ustedes saben- son bastante eficaces. De esa forma lo descubriría rápidamente. Después de una semana de olvidarse de este tema, Aníbal Fernández podría activar todos los servicios que dependen del gobierno y decir "La imprenta donde se hicieron estos afiches es ésta".

Pero como sabemos que eso es como predicar en el desierto, les pido a los diputados y a la Cámara que den una respuesta institucional a esto, en forma unánime como ocurrió en el Senado, aun en las discrepancias que hubo en la Cámara de Senadores sobre la actuación y distintas cuestiones personales que siempre aparecen en estos casos. Muchas gracias.

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Tiene la palabra el señor Edgardo Alfano.

SR. ALFANO En primer lugar les quiero dar las gracias por invitarnos.

Antes que nada quiero hacer una breve aclaración porque puedo dar testimonio a raíz del trabajo que hago en dos grupos periodísticos completamente diferentes, como son el Grupo Clarín y el Grupo Prisa. A partir de la experiencia que tengo en esos dos medios puedo decir que todos los que estamos trabajando en el periodismo desde el año 1983 -en mi caso, desde antes-, es decir, desde el retorno a la democracia, pensábamos que las presiones que tuvo el menemismo sobre los medios de comunicación -durante el gobierno de Carlos Menem- no iban a ser superadas. Pero evidentemente el desarrollo del ser humano no tiene límites.

Ahora vemos cosas que antes realmente no vimos, o por lo menos ahora están en la superficie. Por eso me atrevo a decir que quizás en esta época que estamos viviendo, que esperemos que pase rápido -me refiero a que pasen rápido las presiones, no el gobierno, pues éste tiene que cumplir su mandato hasta 2011, como corresponde, y si es reelecto, que siga-, hay un falso concepto en lo que se refiere a la pluralidad.

Hemos escuchado a funcionarios del gobierno nacional, de la Casa Rosada pero también de lo que fue antes el COMFER, decir que los escraches, los insultos callejeros o las persecuciones forman parte de la pluralidad. La verdad es que los que luchamos, poco o mucho, por el retorno a la democracia creemos que pluralidad es otra cosa y no que nos salgan a escrachar poniendo fotos o como sea.

Me da la impresión de que hay una división: o se es amigo del poder o se es enemigo; no hay un término medio. Esto lo vemos con los ejemplos que parten del gobierno. Como dijo Ricardo o Joaquín, desde la propia presidenta o el ex presidente nos colocan en una posición que no nos corresponde, que creo que inclusive es para desacreditar a la oposición, como diciendo "La oposición en este país no existe", "Los candidatos de la oposición tampoco existen", "Para nosotros lo único importante es el periodismo". Ese es un lugar que no buscamos y que no nos corresponde.

Y a partir de eso se arma un sistema de premios y castigos, es decir, para los que son amigos del poder, todo: empleos con buenos sueldos en medios de comunicación públicos, estatales, y una cosa que puede parecer menor pero que para nosotros que estamos en el medio no lo es, como es premiar, entre comillas, con reportajes a los funcionarios difíciles, a aquellos a los que les está vedado entrevistarse con periodistas "enemigos". Creo que esta también es una forma de marcar; no marcar a los que nos consideran opositores sino marcar a los que consideran amigos, lo cual también les ocasiona un problema a ellos dentro del propio gremio de periodistas, por así decirlo.

También vemos que esa división de amigos y enemigos que hacen en el periodismo se da con los empresarios, con los sindicalistas y con los religiosos: o se está con el poder o se está en contra. Lo que no se admite es estar en un camino intermedio. Creo que esto es realmente peligroso para lo que tiene que ser una democracia que tiene que mejorar año a año.

También quiero aclarar lo siguiente. Más allá de que uno pueda sentirse molesto por las actitudes que llegan desde el poder, el peor ejemplo que pueden tener los de abajo -no digo la mano de obra desocupada sino ocupada en cosas que no corresponden- es ese mensaje que llega desde la Presidencia o del ex presidente; es decir, si ellos nos critican, nos dicen de todo, nos desacreditan y dan vía libre para los escraches, quizás mucha gente se pueda considerar con libertad para hacer lo que quiera con nosotros.

Por último, quiero decir lo siguiente. Así como cuestionamos los mensajes que vienen desde la Casa Rosada, creemos que es justo decir que muchos diputados del Frente para la Victoria, que son habituales voceros del pensamiento de esta Cámara baja, por lo menos en el caso de la televisión y de la radio nos han atendido y nos han abierto las puertas. Esto no quiere decir que uno comulgue con el pensamiento de los Kirchner; simplemente me parece justo decir que no todos nos tratan de la misma manera. Muchas gracias.

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Tiene la palabra el señor Fernando Ruiz, tesorero de FOPEA.

SR. RUIZ Vengo en representación del Foro de Periodismo Argentino. Me acompañan Andrés D'Alessandro, director ejecutivo, y Mónica Baumgratz, quien coordina el sistema de monitoreo, que es hoy el principal sistema de alerta sobre la libertad de prensa en la Argentina.

Nosotros representamos a una organización de periodistas y profesores de periodismo que está presente en todas las provincias argentinas. Desde hace ocho años estamos tratando de construir -esto lo digo con mucho respeto- un parlamento de periodistas que discuta todos los temas, tanto del pasado como del futuro, para tratar de lograr una deliberación por parte del cuerpo profesional que mejore las prácticas cotidianas.

FOPEA nace como una institución autocrítica; no nace como defensa corporativa sino porque está convencido del rol clave que tiene el periodismo en democracia, y por lo tanto, está comprometido en su mejora permanente.

Pero desde hace un tiempo largo estamos realmente preocupados porque el clima se ha enrarecido debido a la acción de distintos actores sociales, que incluye a los gobiernos. A partir de allí creemos que esos climas pueden generar acciones, y FOPEA, entre otras cosas, va a hacer todo lo que tenga que hacer para defender a los periodistas como comunidad profesional. FOPEA no defiende las acciones políticas de los medios, FOPEA no defiende a empresas, FOPEA no defiende a los organismos públicos, sino que FOPEA defiende a los periodistas. Esta defensa a los periodistas la va a hacer; para eso nace y tiene una fuerza importante en todo el país, que va a tratar de consolidar en una organización que incluye a periodistas de todas las ideologías existentes en la Argentina.

Nosotros tratamos de que en el Foro se produzca una discusión sin agravios. Nosotros creemos que este clima, entre otras cosas, está agravado porque en vez de criticar al periodismo en muchos casos se lo agravia. Y estos agravios -como decía al comienzo- van construyendo un clima que puede generar acciones que no sabemos cómo pueden terminar en algún momento. Nosotros no sólo hacemos declaraciones ni nos mandamos mails entre nosotros sino que hacemos acciones concretas.

A continuación, Andrés D'Alessandro, director ejecutivo de la organización, va a explicarles muy brevemente la agenda parlamentaria. Nosotros creemos que el Parlamento es clave para lograr una legislación, que es buena a nivel continental pero respecto de la cual todavía se pueden hacer muchas reformas. Luego, Mónica Baumgratz va a explicarles también brevemente el sistema de monitoreo para que lo puedan tomar como referencia para todos aquellos temas relacionados con la libertad de expresión.

SR. D'ALESSANDRO Reitero el agradecimiento a la comisión por esta invitación a FOPEA. Para nosotros es muy importante participar de esta reunión con tantos prestigiosos colegas, quienes de alguna manera nos han manifestado todas estas sensaciones y todo lo que genera la intimidación y el hostigamiento para que nosotros elaboráramos un comunicado a raíz de los afiches que aparecieron. Aclaro que ese comunicado salió el 16 de abril y lo ponemos a disposición de la comisión para que lo compartan.

Muy brevemente, para no abusar del tiempo, queremos manifestar que respecto de la libertad de expresión la agenda debería ser mucho más amplia y por eso planteamos ciertos temas que quizás van más allá de lo que se está debatiendo estrictamente hoy. Creemos que es importante señalar estos aspectos porque muchas de estas cuestiones se relacionan directamente con este clima del que estuvieron hablando los colegas.

En principio, creemos que es muy importante -y lo vamos a señalar todas las veces que sea necesario- que se apruebe una legislación de acceso a la información pública. Sabemos que hay unas cuantas iniciativas parlamentarias en este sentido y saludamos y valoramos esa institucionalidad. Nosotros, junto con otras organizaciones de la sociedad civil, vamos a acompañar esta imperiosa necesidad de una ley a este respecto, teniendo en cuenta la gravedad de la situación del acceso a la información pública a nivel estatal. Sabemos que el decreto que está vigente se está incumpliendo en muchos sentidos.

En segundo lugar, creemos que es muy importante -y esto lo vamos a ver reflejado cuando hablemos del interior del país- la existencia de una legislación específica de publicidad oficial. No me voy a remitir a cada proyecto o a cada tema porque sería abusar del tiempo, pero ustedes saben muy bien cuáles son las demandas o necesidades que existen en esta materia.

En tercer lugar, hace un rato el señor Majul habló de la necesidad de que haya una cláusula de conciencia. Sabemos que hay proyectos en ese sentido y estamos dispuestos a debatirlos y acompañar la discusión adentro y afuera del Parlamento en lo que respecta a esta necesidad, para que el periodismo tenga una defensa frente a todo este clima que se está generando en los medios privados y públicos.

Por supuesto, saludamos la despenalización que se produjo el año pasado de los delitos de calumnias e injurias y creemos que debe haber una reglamentación específica para la ley de medios públicos. Cuando se debatió la ley de servicios de comunicación audiovisual fue insuficiente el tratamiento que se le dio al aspecto de medios públicos. Teniendo en cuenta el contexto y cómo se utiliza a los medios públicos como medios gubernamentales, es muy importante marcar esta diferencia.

Les agradezco nuevamente la invitación y les pido disculpas por haber dividido el uso de la palabra. La señora Mónica Baumgratz va a explicar brevemente los resultados del monitoreo de la libertad de expresión en todo el país.

SRA. BAUMGRATZ Les voy a contar muy brevemente -como dicen todos- en qué consiste este programa. Desde hace tres años en FOPEA tenemos un programa que se llama Monitoreo de la Libertad de Expresión, cuyo objetivo específico es el análisis, registro e investigación de los ataques que se producen a la prensa en todo el país. Hago énfasis en este aspecto porque no solamente FOPEA es una organización muy federal, sino que a veces situaciones que parecen no muy graves desde acá, a nivel local o municipal realmente cobran una relevancia muy importante y significan ataques serios y graves a la libertad de expresión.

Nosotros tratamos de darles visibilidad a nuestras investigaciones e informes, que figuran en nuestro sitio web y están disponibles para todos ustedes, con el relato de cada caso, ya que nos basamos en las investigaciones de cada situación. Además, tratamos de difundirlas acá en nuestro país, pero también tenemos una estrecha relación con organizaciones internacionales tales como IFEX -que es una red de alertas de la libertad de expresión-, con la Relatoría de la libertad de expresión de la OEA, con organizaciones que velan por la seguridad de los periodistas, como es el Centro de Protección de Periodistas de Nueva York, con un fuerte trabajo en América Latina.

Nosotros trabajamos con veinticuatro monitores en todo el país. Se trata de socios de FOPEA que además de su labor como periodistas en su medio apoyan este tipo de trabajo. Si hay un caso en Corrientes, trabajamos con el monitor de Corrientes, quien nos ayuda a hacer la investigación, y nos aferramos mucho al rigor periodístico para poder basarnos en información real.

Les cuento rápidamente los resultados generales del monitoreo del año pasado, pero reitero que el informe completo está en nuestro sitio web para quien lo quiera ver.

Las tres grandes clasificaciones tienen que ver con los tipos de casos más comunes registrados en nuestro país, los distritos donde se han desarrollado -a nivel provincial e incluso a nivel de la Ciudad de Buenos Aires- y el tipo de agresor. En la medida de lo posible, dejamos constancia del agresor que ha perpetrado el ataque en cada caso.

En cuanto al tipo de caso, claramente en la Argentina se trata de la amenaza y la agresión física o psíquica. Afortunadamente no tenemos una situación tan extrema como la de países como Honduras, México o Colombia, donde mueren muchos más periodistas en el ejercicio de su labor. No obstante, en la Argentina hay mucha agresión psíquica a través de amenazas. Esto es muy frecuente, y en muchos casos de la manera más desvelada, es decir, con nombre y apellido, con celulares registrados, inmediatamente después de un informe periodístico que salió al aire.

Dentro de las agresiones físicas son muy comunes las manifestaciones públicas; y tenemos algunos hechos aislados pero graves, como el de Adela Gómez, así como también se sucedieron otros casos muy graves en el interior del país.

El atentado contra la propiedad, la emisión o la difusión está en segundo lugar. Atentado a la propiedad no significa solamente destruir un edificio completo, sino que va desde "hackear" un sitio que a nivel de una pequeña localidad es absolutamente importante para nutrir a esa comunidad de información relevante o esencial del día a día, hasta pintadas, roturas de vidrios, bombas debajo de autos. Esto sucede realmente; nosotros lo tenemos registrado e investigamos cada caso.

Los distritos más afectados son claramente la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires; esto también tiene que ver con la cantidad de población y con la cantidad y el tipo de medios. Obviamente en la Capital Federal están situados los medios de cobertura nacional -la mayoría de ellos- o de impacto regional, con lo cual el número de ataques no nos extraña. Pero por otro hay que decir que en el Conurbano de la provincia de Buenos Aires se registra una cantidad importante de ataques a la libertad de expresión. Los distritos que siguen son Entre Ríos y Corrientes, con 10 y 9 casos respectivamente, y luego, Río Negro, Mendoza y Misiones, con 7 casos.

Nosotros hacemos un control individual de los casos, es decir, no tenemos una empresa que audite los ataques. Por lo tanto, estos números pueden ir modificándose en la medida en que nos vamos enterando de nuevos casos. Los que relevamos acá son los que efectivamente registramos y pudimos investigar.

En cuanto al tipo de agresor, el número ganador es el "desconocido". Esto tampoco es una novedad. En general, el ataque es anónimo -de esto hemos hablado muchísimo en estos días- porque la forma más fácil de atacar es desde el anonimato. Además, porque hasta no tener pruebas fehacientes de la autoría no los incluimos. Hemos incluido una categoría de "presuntamente Fulano de tal" porque hay evidencias bastante claras de que pudo haber sido tal agresor, pero no tenemos suficientes pruebas. Por lo tanto, respetamos el rigor periodístico y no lo incluimos.

En segundo lugar está el funcionario municipal. Este dato tampoco es curioso y es bastante fácil de explicar. En tercer lugar está el funcionario policial. Y en cuarto lugar se encuentra el funcionario nacional junto a fallos desfavorables de la Justicia Federal; luego le siguen el funcionario provincial y los propietarios de medios. Los funcionarios provinciales y los propietarios de medios se encuentran en paridad de números como agresores.

Esto también habla de que el programa de FOPEA no solamente mira al Estado sino que trata de ver las diferentes circunstancias en las que vive el periodista, que también tiene al poder privado muchas veces al acecho.

Para terminar les quiero comentar que estamos intentando abrir nuestra agenda para ir más allá de los ataques tradicionales a la libertad de prensa y prestar más atención a las presiones estructurales o sutiles al ejercicio periodístico.

¿A qué nos referimos con esto? A mecanismos con bloqueos informativos, limitaciones al acceso a la información, manipulación o discriminación con publicidad oficial y publicidad privada. Siempre me gusta hacer esta aclaración porque en general no se habla mucho del poder de la publicidad privada, que en el día a día, en el trabajo cotidiano de los periodistas estas formas estructurales o sutiles de presión influyen muchísimo en la libertad de expresión, que a su vez, cuando es limitada, la consecuencia es la autocensura en términos generales.

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Quiero señalar que tenemos una lista extensa de periodistas y diputados que quieren hacer uso de la palabra.

Antes de darle la palabra al señor Marcelo Bonelli, quiero aclarar lo siguiente. Respecto de lo que planteaban los periodistas acerca de un respaldo institucional, quiero decirles que tenemos en estudio en esta comisión los siguientes expedientes: 2379-d-2010, de los señores diputados Atanasof, De Narváez, Solá y Amadeo; 2413-d-2010, de los señores diputados Alfonsín, Gil Lavedra, Benedetti, Giudici, Tunessi, Carrió, Quiroz, Fein, Comi, Giubergia y Atanasof; y 2420-d-2010, de los señores diputados Giudici, Pinedo, Ferrari, Bullrich (P.), Quiroga, Cortina y Solá. Además tenemos dos expedientes a la vista, de los señores diputados De Marchi y Patricia Bullrich, y otro proyecto de repudio por el juicio de esta tarde.

Hemos unificado todos estos expedientes en una declaración con la intención de emitir un dictamen por unanimidad y esperamos que eso pueda ser posible. Vamos a pasar a la firma ese expediente y por supuesto luego cada bloque definirá cuál es su posición.

Lamentablemente nos encontramos con que muchos de los expedientes que pasan por la Comisión de Libertad de Expresión tienen que pasar también por la Comisión de Comunicaciones e Informática, cosa que es bastante cuestionable porque este tema que estamos tratando hoy es algo totalmente inherente a la libertad de expresión. De manera tal que espero que podamos tratarlo rápidamente en el recinto.

Tiene la palabra Marcelo Bonelli.

SR. BONELLI Agradezco a la comisión y a todos los diputados aquí presentes la invitación y la posibilidad de expresarnos en este ámbito, al que no estamos acostumbrados porque siempre estamos del otro lado del mostrador, pero creo que las circunstancias lo ameritan.

Quiero ser muy sintético y muy concreto. Los carteles y las otras formas de presión, las escuchas que uno siente que le hacen a través de los teléfonos, apuntan a intimidar, a amenazar, a desprestigiar a los periodistas. Esto es así de concreto; está clarísimo.

Aquí nadie tiene una posición corporativa con respecto a los periodistas. Los periodistas no estamos exentos de las críticas. A veces hacemos las cosas bien, a veces regular, a veces mal, y la crítica es bienvenida cuando es de frente y con nombre y apellido, con una persona con la cual uno pueda intercambiar opiniones. En estos casos, lo que se está haciendo es todo anónimo para crear un clima que lamentablemente todos sabemos cómo empieza pero no sabemos cómo termina. El clima se produce precisamente haciendo una acusación generalizada.

Personalmente, en la década del 90 fui víctima de un hecho parecido, con carteles acusándonos en aquel momento, junto a un grupo de periodistas, de que nos pagaba Domingo Cavallo. Eso terminó con una agresión física en la puerta de radio Mitre un día a las cinco de la madrugada. Después le pasaron otras cosas aún más graves a Santos Biasatti, etcétera.

Por eso creo que esta comisión, la Cámara de Diputados en general, el Senado, el Poder Judicial y también el Poder Ejecutivo tienen que fijar un límite institucional a este tipo de agravios. Eso tiene que ser terminante.

Aplaudo que aquí haya un dictamen y que aquí haya legisladores del oficialismo, pero también tengo que decir que se debe actuar con celeridad y no esperar a que ocurran los hechos, es decir, que haya un cartel o una agresión para emitir un dictamen. Frente al clima que generan este tipo de agresiones hay que generar un contraclima, que es el de la democracia, el de la diversidad de ideas, el del intercambio de opiniones.

Hace más de veinticinco años que ejerzo el periodismo. Han pasado muchos gobiernos. En esos gobiernos, muchos de los que están acá fueron opositores u oficialistas y viceversa, y en todos esos casos se ejerció la crítica pero dando la cara, diciendo "Acá estoy y opino esto por las siguientes razones", acertadas o equivocadas.

Obviamente, creo que las instituciones tienen que dar una tajante respuesta, y los periodistas, por lo menos en mi caso, damos la cara. Todos los que estamos aquí estamos dando la cara y vamos a seguir haciéndolo. Y frente a estas agresiones, lo que hay que hacer es más periodismo, más investigación, más información, más actitud crítica, y no amedrentarnos por este tipo de carteles. Pero cabe a los poderes institucionales del Estado poner un límite y crear el clima de concordia.

Por nuestra parte, vamos a seguir trabajando todos los días. Acá no hay ningún millonario. Tenemos que trabajar para vivir. Podremos estar mejor que otra gente o no, pero nosotros ejercemos el periodismo de esta manera, es decir, nos levantamos a las cinco de la mañana y nos acostamos muy tarde porque el periodismo es una tarea de veinticuatro horas al día. Y lo vamos a seguir haciendo por más que estén los carteles.

Reitero que las instituciones tienen que fijar el límite y el clima adecuado para desarrollar esta profesión. La profesión del periodismo tiene muchas acepciones. Yo creo que es un vaso comunicante entre el poder y la gente y entre la gente y el poder desde el punto de vista de la discusión de las ideas. Por supuesto que hay otras formas de comunicación, que existen y son válidas totalmente, como la comunicación directa, lo cual me parece muy bien. Pero el periodismo da la cara y fija sus posiciones.

Hay innumerables voces en el periodismo. No hay una voz, dos voces ni tres voces. Todos los que estamos acá competimos además entre nosotros. Esto es lo que hay que defender: la pluralidad de ideas, la pluralidad en el sentido de poder ejercer la profesión desde distintos puntos de vista.

Por ello, pido a esta comisión en particular y a la Cámara de Diputados en general, así como también a los demás poderes del Estado, que se ponga un límite a esto porque no podemos dejar que avance más. Esto es agraviante, genera malestar; algunos lo toman peor, otros lo toman mejor y a otros no los afecta, pero este clima debe tener un coto ya mismo.

SRA. PRESIDENTA GIUDICI El señor diputado Recalde se acercó a esta Presidencia para entregar un proyecto sobre el estatuto del periodista profesional. También hay un proyecto de la senadora Morandini sobre libertad de conciencia.

A raíz de lo manifestado por el representante de FOPEA debo decirles que esta comisión hace dos años que intenta dar dictamen a un proyecto de publicidad oficial que tiene estado parlamentario y fue presentado por diputados de distintos bloques. Ojalá esta comisión pudiera dar rápida respuesta a estos temas, no sólo mediante este dictamen motivado por los ataques sino también respecto de aquellas leyes que hacen falta para proteger la tarea periodística, la publicidad oficial, el acceso a la información, este proyecto del diputado Recalde y todos los otros que esperan tratamiento. Ojalá esta comisión tuviera una dinámica de trabajo y de quórum que nos permita tratar esos expedientes rápidamente.

Tiene la palabra la señora Magdalena Ruiz Guiñazú.

SRA. RUIZ GUIÑAZÚ Muchas gracias por habernos invitado. Acá se han dicho muchas verdades y muchas cosas, por lo que voy a ser breve.

La verdad es que en tantos años de profesión, esto no lo había visto nunca. Yo creo que la Argentina siempre ha tenido el culto del coraje, pero lo que estamos viendo es de una cobardía insostenible. Vemos carteles anónimos con las fotos de mis compañeros empapelando toda la ciudad de Buenos Aires y las ciudades del interior. Y esta tarde se va a producir un episodio respecto del cual hablar de tribunal es una usurpación. Tribunal es un término jurídico, y lo que vamos a ver esta tarde es algo que me pregunto elegido por quién, constituido por quién, con la autorización de quién.

Además, si en este país hubo una oscura y espantosa dictadura, ¿cómo es posible que en democracia ocurra un hecho de estas características? Realmente me parece muy insultante para los ciudadanos y para aquellos que vamos a votar que con la vigencia de la Constitución Nacional absolutamente encausada y activa tengamos un episodio de estas características, un juzgamiento. ¿Qué es esto?

Por suerte, después de tantos años de periodismo tengo un buen archivo, y esta mañana encontré una conversación que mantuve con la señora Hebe de Bonafini en febrero de 1984, que pasé hoy a la mañana. En dicha conversación la señora de Bonafini agradece al periodismo y a quien les habla en particular por haber sido las únicas voces que se ocupaban de las madres. Esto está a disposición de todos en el sitio web de Radio Continental. Incluso, la señora de Bonafini dijo que no se iba a olvidar nunca.

Creo que a lo largo de veintiséis años hay muchas cosas que se olvidan, pero yo no me olvido de otras, como por ejemplo cuando vino la Triple A y la ley de prescindibilidad, que a mí me aplicaron. Yo no soy muy religiosa pero en ese momento pensé que Dios existía porque quien firmaba el telegrama -que tengo enmarcado en mi oficina- era el señor José María Villone, el jefe de la Triple A. En ese momento nosotros no sabíamos que José María Villone, que además era secretario de prensa de la Presidencia de la Nación, era el jefe de la Triple A.

Es decir que tantos años después es inconcebible que ocurran cosas como éstas.

Señores diputados: yo les agradezco que nos hayan invitado porque realmente estos hechos son incalificables e inaceptables. El ministro tal o cual nos dice "Es una marcha". No, señor; no es una marcha, es un agravio a la legalidad y a la civilidad. Este tipo de fenómenos no se pueden aceptar.

El otro día, cuando en la Feria del Libro presentamos el libro de Fontevecchia, una persona del público se levantó y dijo: "Me parece que están exagerando cuando hablan de totalitarismo y de fascismos". Recuerden El huevo de la serpiente. ¿Cómo empiezan determinadas cosas? Actos de autoritarismo, tribunales que nadie sabe quién los forma ni por qué, cuándo ni dónde.

Yo personalmente me siento muy agraviada y no voy a permitir que manchen mi buen nombre. Yo le he iniciado una querella por injurias a la señora de Bonafini que está radicada en el Juzgado de la doctora Quinn, y creo que ésta es su respuesta. Cuando la señora Bonafini dice que yo he sido la jefa de prensa del doctor Martínez de Hoz, creo que ha perdido la memoria. No solamente es una mentira sino que además había una jefa de prensa que no era yo, evidentemente.

Son momentos aciagos para el periodismo, y estoy muy de acuerdo con mis colegas en que estamos ante un clima que tenemos que evitar, pero tampoco vamos a dejar de defendernos. No tenemos miedo y vamos a seguir trabajando. Lo que sí les pido a los poderes legalmente constituidos, como lo son las legislaturas, que adviertan que esto es muy grave y que, tal como se ha dicho aquí en varias oportunidades, no queremos que vuelvan a ocurrir hechos dramáticos sin posibilidad de arreglo.

Por mi parte, yo voy a seguir trabajando. Todo el mundo sabe dónde vivo, quién soy, a qué supermercado voy y qué familia tengo, pero no estoy dispuesta a arriesgarlo. Además, la voy a pelear con la ley en la mano. Así como le entablo una querella a la señora de Bonafini se la voy a entablar a quien sea, porque las mentiras a esta altura de los acontecimientos tienen las patas muy cortas. Si el gobierno no tiene el aparato de inteligencia para saber quién hizo los carteles, la verdad es que tiene un servicio de inteligencia de cuarta, porque eso se averigua en cinco minutos.

Recién se habló de la pinchadura de los teléfonos, y la verdad es que están usando los mismos métodos que en la Guerra de Malvinas. Mis hijos, que eran chicos en aquel momento, habían descubierto que marcando el número 4 uno volvía a escuchar todo lo que había conversado. Bueno, ahora es más o menos lo mismo, así que quiere decir que técnicamente no hemos avanzado. Esperemos que en lo moral no nos suceda lo mismo. Gracias. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Tiene la palabra la señora Fanny Mandelbaum, quien también recibió agresiones y mails.

SRA. MANDELBAUM Lo mío es nada e insignificante, pero se lo comenté porque en treinta años de periodismo es la primera vez que alguien me manda un mail insultante, y además haciendo alusión a mi condición de judía, ya que en el mail me ponen "judía fascista". Hablé con la gente del INADI para ver qué van a hacer, porque el mail debe tener una dirección falsa pero indudablemente se podrá averiguar de dónde salió.

Estoy acá para apoyar a mis colegas, y tal como alguien dijo por radio, creo que esto es una canallada. Hoy escuché el reportaje que hizo Magdalena con Hebe de Bonafini; creo que dio vueltas en su vida y no es la misma persona que habló en el año 1983. Creo que nosotros tenemos que pensar que la señora Hebe de Bonafini es la misma persona que aplaudió la caída de las Torres en Nueva York, que es la misma persona que aplaudió los atentados de la ETA, y no sé cuál es la ética de ella para arrogarse el derecho de hacer un juicio ético en la Plaza de Mayo. En primer lugar, porque utiliza el día en el que las Madres hacen su ronda habitual -día que todos los argentinos respetamos-; en segundo lugar, porque la Plaza de Mayo es de todos; y en tercer lugar, porque peleé toda mi vida por la libertad de expresión.

Yo respeto absolutamente a todos, concuerde o no con lo que dicen. Además, hay un control remoto para elegir los programas que queremos ver y en las radios hay un dial para elegir los programas que queremos escuchar.

Estoy totalmente en contra de lo que va a suceder esta tarde. Me gustaría que alguien tuviera el poder para detenerlos: sin embargo, escuché que se va a hacer a pesar de todas las voces en contra que se están escuchando.

Me iría muy contenta si por unanimidad esta Cámara de Diputados condena lo que va a pasar esta tarde. Asimismo, quisiera escuchar alguna voz del gobierno nacional que también lo condene, pero que lo condene drásticamente.

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Tiene la palabra el señor Daniel Santoro.

SR. SANTORO Muchas gracias a todos por habernos invitado. Realmente es importante poder sentirse acompañado en estos momentos.

Por supuesto, suscribo todo lo que dijeron mis colegas. Yo voy a empezar con una ironía para descomprimir un poco: agradezco a la mano de obra ocupada porque en los carteles puso una foto en la que estoy más joven; por lo menos salí favorecido en eso. (Risas.)

Estoy preocupado por esto que significa ser un blanco móvil, sobre todo los que estamos en los diarios y no somos tan visibles como otros colegas que están en la televisión.

Para que ustedes vean que nosotros no vinimos a ponernos en el papel de víctimas sino a reclamar como ciudadanos -tenemos que partir de que hay libertad de expresión en la Argentina, como bien dijeron mis colegas-, el problema es el clima enrarecido para el ejercicio del periodismo profesional. Argentina no es Colombia, donde hubo cien periodistas muertos en los últimos diez años; ahora el récord lo tiene México, y Honduras anda bastante cerca. Nuestra preocupación es que se pase de los ataques verbales a los ataques físicos y a algo realmente mucho más dramático.

¿Cuál es el límite de las reglas de juego entre ustedes y nosotros? Yo creo que ustedes tienen todo el derecho a criticar nuestras notas diciendo "Usted se equivocó, este dato es falso, así que por favor rectifíquese", o nos pueden decir "No me llamaste, te falta esta documentación", etcétera. El problema es cuando se pasa a los ataques anónimos y a los ataques personales. Que nos digan "estúpidos" o "cobardes", como dijo recientemente un embajador refiriéndose a mí y a otros colegas, me parece que es pasar el límite e incitar, en un país de 40 millones de habitantes, a que cualquier loquito pueda tomar una medida grave.

Obviamente nosotros cometemos errores, pero ese es el procedimiento del diálogo entre periodistas y políticos, en un país donde hubo cien periodistas desaparecidos y un periodista asesinado, que es José Luis Cabezas, a quien debemos recordar en esta oportunidad.

Por eso, el límite es ese, y no ir al ataque personal. Nosotros no calificamos de "estúpidos" o "cobardes" ni a ustedes ni a la presidenta ni a nadie; simplemente tratamos de buscar hechos comprobables.

Es normal que haya tensión entre el gobierno y los medios de comunicación. Una democracia crea tensión entre el Poder Legislativo y los periodistas porque discutimos cuáles son los temas de la agenda del día que los argentinos debemos discutir por su importancia, pero no debemos llegar a estos límites de intolerancia.

Además de este pronunciamiento que ustedes están discutiendo para condenar estos ataques anónimos, es muy importante lo que mencionaba recién mi colega de FOPEA acerca de los códigos de ética, los estándares profesionales, la figura del defensor del lector, la ley de acceso a la información pública, la ley de libertad de conciencia y la ley de regulación oficial.

Lo que hizo ayer la Cámara de Senadores es importantísimo, porque es decirle a cualquier loquito que puede haber en cualquier partido -ya que esto no es un problema del kirchnerismo o de algún partido en particular-: "Este es el límite", "Se puede criticar el contenido o el procedimiento pero no pasar a la agresión física".

Por eso es muy importante que ustedes, si llegan a un consenso, pongan un límite bien claro de cómo es la relación entre la política y el periodismo.

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Vamos a dar paso a los pedidos de palabra de los diputados tratando de hacerlo con un orden lo más equilibrado posible, para que puedan escucharse todas las voces: primero los miembros de la Comisión de Libertad de Expresión intercalados por bloque y luego vamos a dar lugar a los pedidos de palabra de los diputados que no son miembros de esta comisión. Me parece que todos tenemos ganas de hablar pero lo importante es el apoyo. Por eso les pido síntesis.

Tiene la palabra la señora diputada Bullrich.

SRA. BULLRICH Como autoridad de esta comisión y también en representación del bloque de la Coalición Cívica, quiero decir que nosotros estamos preocupados y ocupados en plantear un freno concreto a esto que está pasando en la Argentina.

Esto comenzó desde hace algún tiempo con cuestiones que parecían de segundo orden: un tipo de comunicación discrecional, eligiendo qué periodistas podían recibir o no la voz oficial, con un canal oficial que expresaba algunas voces y no todas, y finalmente con un ataque concreto a determinados medios de comunicación. Ahora hemos pasado a una etapa superior, que es el ataque directo a periodistas marcados, escrachados, identificados, con un llamado juicio popular que señala y coloca a una cantidad de periodistas en un grupo de enemigos. Esta es, a nuestro entender, una situación realmente peligrosa.

Creemos que hay una realidad muy terrible, que es que el perseguido se ha convertido en perseguidor. Nos parece que esto es muy grave en una Argentina que ha tenido los niveles de violencia que hemos padecido durante las etapas dictatoriales.

Ningún periodista debe ponerse a explicar qué es lo que hizo porque eso sería una manera de avalar esa famosa frase que se escuchaba durante la dictadura, que decía "Por algo habrá sido". Y de ninguna manera se puede aceptar eso. Se trata de periodistas que hace muchos años trabajan en la democracia, que están comprometidos con su palabra y que ponen su palabra y su cuerpo todos los días. Nosotros creemos que cuando el poder -y en este caso específicamente, el Poder Ejecutivo- tiene una política tan clara de enmarcar a este grupo, de encuadrarlo, de identificarlo, está llamando a una escalada de violencia. Y desde esta Comisión de Libertad de Expresión exigimos que el Poder Ejecutivo cese con este ataque permanente que hace a los medios de comunicación y a los periodistas.

Creemos que esta decisión del gobierno de plantear un permanente escrache con frases tales como que los periodistas tienen que darse la vacuna antirrábica, que dice la presidenta de la Nación, lo que hace es generar esa rabia: rabia que hoy se expresa en la calle -como manifestó Luis Majul-, rabia que se expresa en la Feria del Libro, rabia que se expresa en la gente que va a impedir que otros puedan hablar.

Quienes hemos sufrido la represión de la dictadura, quienes hemos sabido lo que eso significa, no podemos hoy avalar de ninguna manera que un solo periodista sea perseguido o juzgado, con absoluta independencia de lo que haya sido su historia. Si hay causas por las cuales una persona debe ser juzgada, esas causas deben encuadrarse en los Tribunales de la Nación y en la Constitución, que todos los argentinos avalamos como el contrato a través del cual hemos decidido convivir.

He planteado una investigación en la Oficina Anticorrupción -que espero que sea autónoma- para que se investigue el origen de los afiches que han sido impresos y que aparecieron en las paredes de la Ciudad de Buenos Aires y del Gran Buenos Aires. Aún no he tenido respuesta, pero espero tenerla a muy corto plazo. Hay muy pocas imprentas en la Argentina que pueden imprimir este tipo de afiches. Quienes estamos en la política y sabemos de campañas electorales, sabemos que no hay más de diez imprentas que pueden confeccionar estos afiches llamados de doble paño. También sabemos perfectamente que hay algunas empresas que son las que realizan el trabajo de pegar esos afiches en las calles. Se trata de una investigación bastante simple para llevar a cabo.

Las leyes que regulan la prensa política han planteado este tema hace años. Es decir, hace años que en las campañas políticas es obligación que se ponga en el pie de los afiches la imprenta que los realizó. Esto es así para impedir las campañas sucias, pero a pesar de ello siempre hubo violaciones y campañas sucias en las que no se respetó ese pie de imprenta, y que muchas veces fueron recogidas por la Justicia Electoral.

Esta investigación debe ser llevada adelante por un fiscal de la Nación al que nosotros le vamos a acercar este material -también lo pueden hacer quienes han sido agraviados en estos afiches- para que se pueda investigar quién mandó a imprimir estos afiches y a nombre de quién está la factura.

En lo que respecta al juicio popular, está a la vista de todos los argentinos quiénes han avalado y quiénes están llevando adelante este mal llamado juicio por la ética.

En consecuencia, nosotros vamos a ser, como dice Bonelli, muy concretos en el planteo de mecanismos claros para que se termine la persecución, para que la Argentina no vuelva atrás en su historia y no vuelva a perseguir a aquellos que tienen la voz que quieran tener; no me importa lo que digan, ni si están a favor o en contra. Yo he participado de un gobierno y sé lo que es tener a la prensa en contra en determinados momentos. Pero bajo ninguna circunstancia y desde ninguna perspectiva he planteado una crítica en tal sentido. Porque no es tener a la prensa en contra sino saber que ésta tiene el rol de focalizar a quienes están ejerciendo el rol de gobierno. Ese es el rol de la prensa. Si el que está ejerciendo el gobierno no quiere eso, lo que no quiere es que haya libertad de prensa. Ese es el papel que la prensa juega siempre. El que está en el gobierno siente esa presión, siente en la nuca el aliento de la prensa que está atrás de todos y cada uno de los actos que realiza el gobierno.

Ese es el papel que tiene que jugar la prensa y eso es lo que se tiene que bancar el funcionario. Y se lo tiene que bancar le guste o no le guste porque esa es la verdadera libertad de prensa: bancarse que los periodistas opinen a favor, en contra, que digan lo que no les gusta, que digan que uno no está preparado para tal o cual cargo, que uno no tiene los conocimientos para estar en tal o cual lugar, o que la medida que presentamos es absolutamente incorrecta. Es así. Y el funcionario lo que tiene que plantearse es la capacidad de construir una relación de defensa de las políticas que su gobierno realiza teniendo en cuenta que va a tener una prensa que siempre va a ser crítica -porque ese es su rol- de lo que hace un gobierno.



Pero la prensa también es crítica de la oposición. ¿Qué dice hoy la prensa de la oposición? Dice que somos impotentes, que no tenemos ninguna capacidad de unirnos, que somos una oposición totalmente ineficiente. ¿Qué tendríamos que hacer nosotros con las cosas que la prensa dice de la oposición? ¿Decir "Miren, nos atacan a todos; hagamos una corporación de políticos contra la prensa"? No; nos la tenemos que bancar. Ese es el rol. Hemos decidido dedicarnos a la política para estar permanentemente interpelados por la sociedad, por los votantes, por aquellos grupos que piensan de una determinada manera frente a un determinado asunto, y por la prensa.

Este es el concepto de la libertad de prensa, porque el otro concepto es el de que uno puede elegir aquello que le gusta y aquello que no.

En consecuencia, debo decir que todos los temas que ha planteado FOPEA están en estudio. En la Comisión de Asuntos Constitucionales hemos habilitado la discusión sobre el acceso a la información pública; estamos habilitando la discusión sobre publicidad oficial; estamos habilitando la discusión sobre libertad de conciencia de los periodistas y todos los temas que hagan a una mejor profesión por parte de quienes ejercen el periodismo.

Lo que sí tenemos que plantearnos es que de ninguna manera y bajo ninguna circunstancia se puede establecer un límite a la palabra del periodista; no se puede establecer ningún tipo de límite.

Por último, quiero decirles que se sientan apoyados por esta comisión y por este Parlamento porque vamos a ocuparnos realmente de este tema y a pensar en alguna medida para ponerle un límite. Como decía Bonelli, y me pareció muy importante, tenemos que ver cómo frenamos esto. Tenemos que pensar entre todos cómo lo hacemos. Este es el desafío más importante.

Pero frenémoslo rápido porque, tal como se dijo al comienzo, quizás haya un muerto. No puede haber un muerto. Acá somos todos conscientes de lo que está pasando. No lo puede haber, y todos nosotros somos responsables. Pensemos entre todos qué otra cosa podemos hacer para frenar esto ya.

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Tiene la palabra el señor diputado Barrandeguy, secretario de la comisión.

SR. BARRANDEGUY Sé que hay una extensa lista de oradores y seguramente todos los diputados de la comisión estarán en condiciones de hacer aportes importantes a este debate. Por tales razones, voy a intentar ser muy breve.

El debate sobre la libertad de expresión en la Argentina, y en cualquier lugar del mundo que se precie de disfrutar de formas democráticas de gobierno, es sistémico.



En consecuencia, asumirlo con la mayor honestidad y lealtad y con la mayor probidad intelectual posible es una obligación irrenunciable de todos los que queremos hacer un aporte.

Equivocados o no, señora presidenta, seguramente no voy a coincidir con muchos de quienes han hablado y quienes hablen después, pero quiero asegurarle mi absoluta honestidad en esto y mi voluntad para examinar lo que se diga.

Lo primero que debemos examinar cuando se trata de valorar el grado de libertad de expresión que se dispone o se disfruta en un país es la cantidad de ciudadanos que disponen del mismo.

Esto me parece central, y con mucha franqueza digo que estoy dispuesto a firmar y a defender esto. Como respondió la presidenta de la Nación en una conferencia de prensa: "Soy capaz de dar la vida para que usted y su diario continúen publicando mentiras". Quiero decir que estoy en condiciones de firmar, incluso en defensa de aquel que hoy en los quioscos ha publicado -y esto también forma parte de nuestro debate- una revista con una tapa verdaderamente ofensiva para quienes pensamos de verdad en la democracia y tenemos la trayectoria de una vida a su favor, con una foto trucada del ex presidente Kirchner simulando ser el ex dictador Hitler.

Entonces, cuando nos planteamos la necesidad de establecer cuántos argentinos disponen de este derecho a la libertad de expresión y cuando decimos que vamos a defender incluso a ese señor para que no sea amenazado y para que pueda seguir publicando las atrocidades que nos escandalizan y que él publica en ejercicio de este derecho sistémico, la cuestión sigue siendo la de establecer dónde estamos parados.

En este plano quiero recordar que hace algunos años, cuando algunos legisladores actuales eran funcionarios, un presidente de la Nación querelló a un periodista llegando a presionar a la Corte Suprema para que modificara una doctrina que todo el penalismo argentino sostenía sobre prescripción de la ley penal para forzar una condena. Por fortuna, este tipo de cosas ya no se ven en la Argentina, y esto debe ser valorado. Debe ser valorado que no tenemos -por fortuna, y nos va la vida en esto- denuncias de amenazas o atentados contra periodistas.

Para ser muy sincero, no le he visto las caras a los señores periodistas que han hecho uso de la palabra; algunos me resultan muy familiares y sé quiénes son porque los escucho, y a alguna la he escuchado muchísimos años durante toda mi vida.

A todos ellos hago llegar mi solidaridad y mi vocación de defender con todas las fuerzas lo que uno hace, pero en este contexto: en el contexto de proscribir la violencia, las amenazas y la intolerancia pero aceptando que puede haber muchos que piensan diferente y asumiendo que la opinión de éstos puede no favorecernos.

Quiero citar un caso -y les ruego que no se rían- porque verdaderamente creo que entre todos nosotros los tribunales Russell tienen un prestigio enorme y muy bien ganado. Quería recordar que los tribunales Russell, sobre todo el segundo, se dieron el trabajo de juzgar y denunciar las dictaduras de América latina en 1975; y aunque el formato no sea el mismo, asumiendo este derecho y esta responsabilidad de opinar, que es sagrado en democracia, de opinar a favor o en contra, de generar opinión.

Por eso estaría dispuesto a acompañar cualquier tipo de resolución de esta comisión que relevara esta circunstancia: libertad de expresión para todos los argentinos, sin excepcionar absolutamente a ninguno.

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Tiene la palabra el señor diputado Aguad.

SR. AGUAD Antes que nada, quiero solidarizarme con los periodistas argentinos, con todos en general, pero quiero decirles que esto no es sólo un acto de solidaridad con la prensa. Nosotros estamos acá porque tenemos responsabilidades funcionales y morales con la defensa de las libertades públicas. Atacar y desacreditar a la prensa es atentar contra la libertad de todos los argentinos a estar informados y a informarse con la fuente que estimen conveniente. Esto es un ataque a la libertad de los argentinos, además de ser un ataque a la libertad individual de los periodistas y a la libertad de prensa.

Estoy convencido de que ésta es una respuesta violenta a la crítica, que pone en evidencia uno de los fracasos más estrepitosos de la historia argentina. Esto es así porque este gobierno en un tiempo propicio no pudo transformar la realidad de la Argentina.

Creo que el gobierno, que no los puede callar, está tratando de desacreditar a los periodistas; está tratando de que la opinión pública no les crea, y esto es sistemático. También lo está haciendo con la oposición, pero pareciera que ustedes, los periodistas, hoy son el blanco preferido, porque el gobierno está tratando de que sean los culpables del fracaso.

Hay que entender que ya no se le puede echar la culpa a las naciones centrales, a las multinacionales, al Fondo Monetario Internacional o a los militares; la culpa es de la prensa. El fracaso de este gobierno encuentra culpable a la prensa. Nosotros tenemos la obligación y las herramientas como para tratar de hacer cesar esta canallada, y tenemos que hacerlo.

A los periodistas los exhorto a que resistan y sigan opinando como hasta ahora, y a mis colegas de la Cámara de Diputados los exhorto a que juntos, con las herramientas que tenemos, tratemos de hacer cesar esta canallada.

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Siguiendo con el criterio de un diputado por bloque, tiene la palabra el señor diputado Roy Cortina.

SR. ROY CORTINA Obviamente el Partido Socialista ya ha hecho llegar su solidaridad a todos los periodistas que han sufrido este escrache a través de afiches anónimos y de los hechos que se han comentado aquí, y también hemos enviado nuestra solidaridad individualmente a cada uno de los periodistas. Realmente vemos con preocupación lo que está sucediendo.

Pero más allá de la solidaridad de cada uno de los bloques y de cada uno de los partidos, nos parece que de alguna manera debemos completar lo que ha hecho ayer la Cámara de Senadores para que el conjunto del Congreso -senadores y diputados-, de manera orgánica, a través de dictámenes de las comisiones pertinentes, pueda aprobar en el pleno esta condena, esta denuncia, este pedido de investigación de lo que ha sucedido.

Nosotros vemos con mucha preocupación que en un clima de polarización y de crispación política como el que vive la Argentina se susciten estos hechos cuya lógica es la de que se van incrementando, que su periodicidad es más corta entre uno y otro y que la variedad y la intensidad es mayor. Tenemos escraches con afiches anónimos, juicios públicos en la Plaza de Mayo, teléfonos pinchados, el uso de la TV pública respecto de lo cual -no sé si la presidenta lo anunció al principio de la reunión- tenemos en tratamiento un proyecto de mi autoría y de otros diputados de otros bloques -entre ellos, la presidenta de la comisión- para darle un marco al funcionamiento más plural y democrático de la televisión y la radio públicas en la Argentina. Asimismo, tenemos funcionarios que lamentablemente incitan a este tipo de acciones, como lo que ha sucedido con el ministro Aníbal Fernández o el hecho bochornoso que ocurrió en la Feria del Libro, que hacía muchísimo tiempo que no sucedían.

Quisiera decir que en una primera etapa el silencio podría ser irresponsabilidad, en una segunda etapa es complicidad, y no quiero imaginar lo que puede llegar a ser en etapas futuras.

Por otro lado, quiero valorar la participación de los senadores del Frente para la Victoria ayer en el Senado y la presencia aquí de muchos diputados de ese bloque y autoridades de la comisión. Se han puesto ejemplos, y ayer escuchaba al senador Pichetto hacer referencia a lo que ocurrió con la discusión de la resolución 125, cuando los representantes del Frente para la Victoria eran escrachados en afiches y cuando los hechos pasaron a casos de violencia, como los que sufrió el señor diputado Agustín Rossi. En esa oportunidad hubo solidaridad prácticamente de todo el arco político y del periodismo porque la violencia no se puede convalidar jamás.

Pero yo creo que existe una asimetría que en democracia hay que tener siempre presente: no es lo mismo una tapa de mal gusto de una revista -que yo critico y que realmente me parece de mal gusto- que el poder que tiene el Estado para llevar adelante, ser cómplice o guardar silencio frente a hechos como los que están sucediendo en este momento en la Argentina.

Expreso nuevamente nuestra solidaridad y esperamos que pueda emitirse un dictamen rápidamente y aprobarse en el pleno de la Cámara. Además, señora presidenta, creo que deberíamos explorar la posibilidad para ayudar entre todos a crear un contraclima de convivencia en paz, de no crispación y que esta Comisión de Libertad de Expresión solicite oficial e institucionalmente una reunión al Poder Ejecutivo nacional para discutir estos temas y llevarle nuestra preocupación, porque así lo amerita el tiempo que está viviendo la Argentina.

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Tiene la palabra el señor diputado Atanasof.

SR. ATANASOF Voy a tratar de utilizar el menor tiempo posible para decir algunas cosas. En principio, el mismo día que desde el bloque del Peronismo Federal vimos los afiches en la calle, con De Narváez, Solá, Ferrari, Amadeo, Carranza y una cantidad importante de diputados presentamos un proyecto por el cual rechazábamos y repudiábamos esta situación. Recogimos allí una frase de ADEPA que me voy a permitir repetir porque me parece que enmarca claramente esta situación.

ADEPA decía que el señalamiento de periodistas mediante la reproducción de sus imágenes en espacios públicos es una manera de definir un blanco, de marcar un enemigo, de apuntarle con un arma potencial. Creo que de alguna manera esto puede llegar a resumir todo lo que hemos estado escuchando esta mañana.

Pero nosotros íbamos más allá de expresar nuestro repudio y nuestro rechazo e instalábamos alguna preocupación básicamente relacionada con la protección y el cuidado de los ciudadanos que estaban siendo atacados de esta manera. Cuando hablábamos de la protección y del cuidado lo hacíamos desde el ángulo que nos compete a los diputados como poder del Estado, porque es nuestra responsabilidad hacer todo lo posible para poder protegerlos y cuidarlos a ustedes y para que puedan seguir trabajando libremente. Porque también nos preocupa -tal como lo planteó Joaquín Morales Solá- cómo se ejecuta el castigo y cuáles son los pasos posteriores a esta cuestión.

Respecto de los teléfonos, muchos estamos acostumbrados a convivir en ese escenario en el que siempre hay alguien en el camino escuchando lo que uno dice. Es claro que hay un ataque y es claro que hay un proceso de incitación a la violencia. Creo que estos episodios que hemos vivido en la Feria del Libro estos últimos días muestran claramente este proceso de ir incitando a la violencia para generar un escenario de crispación y de confrontación que nos hace pensar si no estamos transitando el modelo de algún país sudamericano que ya ha instalado hasta la guerrilla mediática para poder controlar a los medios de comunicación. Los afiches, las pinchaduras telefónicas, los aprietes de todas las formas, el juicio en la Plaza de Mayo para señalar a supuestos responsables de vaya a saber qué cosa, creo que van en ese camino.

Para finalizar, señora presidenta, quiero decirles a los señores periodistas que se queden tranquilos porque vamos a hacer todo lo que podamos, pero también creemos que debemos ir más allá. Si bien la libertad de expresión es un valor fundamental respecto del cual tenemos que trabajar y luchar para que verdaderamente exista, no nos podemos olvidar que estamos viviendo en un país crispado y muy tensionado. Estamos en un país que tiene tensiones en su estructura económico-social, un país que tiene tensiones entre los tres poderes del Estado, un país que tiene tensiones entre los tres niveles del Estado, un país que tiene tensiones en el sistema de los partidos políticos, un país que tiene tensiones con la comunidad internacional, y finalmente, un país que tiene tensiones con la sociedad civil. Yo creo que esto que está ocurriendo es una clara demostración de la tensión que tiene nuestro país en el marco de la sociedad civil.

A esto debemos salirle al cruce rápidamente, y nosotros, como poder del Estado, tenemos la responsabilidad de trabajar en esa dirección. Muchas gracias por los aportes de ustedes.

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Tiene la palabra la señora diputada Bertol.

SRA. BERTOL En primer lugar, en nombre del Interbloque Propuesta Federal-PRO queremos expresar nuestro más enérgico repudio a las amenazas y actitudes intimidatorias que han sufrido los periodistas, así como también queremos repudiar la movilización convocada hoy por Hebe de Bonafini. Tal como decía Magdalena Ruiz Guiñazú, de ninguna manera eso puede ser un juicio; esto está absolutamente fuera de la ley. Nosotros creemos que dentro de la ley, todo, pero fuera de la ley, nada.

También quiero decir que desde hace muchísimos años en esta comisión -a cargo en los últimos dos años de la señora diputada Giudici- hemos intentado una y otra vez tratar proyectos muy importantes para la democracia, como los de publicidad oficial -incluso desde otra comisión comenzamos con el tratamiento del acceso a la información pública-, pero lo que nos ha pasado es que no hemos obtenido quórum.

Aprovecho esta oportunidad para decir que los diputados debemos trabajar en lo que nos compete. Uno de los trabajos más importantes de los diputados nacionales es el trabajo en comisión, y con la incorporación del señor diputado Dante Gullo este año en esta comisión, también aprovecho esta ocasión para peticionar por el quórum, porque es lo único que nos va a posibilitar sancionar los proyectos más importantes.

Además, creemos que uno en la vida es lo que hace y no lo que dice, y si realmente somos miembros de la Comisión de Libertad de Expresión, lo que tenemos que hacer es estar acá trabajando y aprobando los proyectos que creemos que defienden esta libertad civil.

SRA. CONTI Ahora tienen la mayoría ustedes, así que trabajen.

SRA. BULLRICH Estamos trabajando.

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Tiene la palabra el señor diputado Alfonsín.

SR. ALFONSÍN En primer lugar, también quiero expresar nuestra solidaridad a todos los periodistas que han sido agraviados con el ataque a la libertad de expresión, en particular a quienes están aquí presentes.

Sin ánimo de ser demasiado original, me gustaría repetir una frase que no recuerdo a quién pertenece -porque no tengo buena memoria- pero que dice: "La prensa con libertad puede ser buena o mala, la prensa sin libertad siempre es mala".

Ricardo Kirschbaum dijo que no quiere dramatizar, pero a mí me parece que tenemos que dramatizar porque lo que está ocurriendo es grave. La violencia verbal a la que apelan con frecuencia algunos dirigentes del partido de gobierno y también algunos dirigentes de la oposición, o la violencia simbólica que representan estos tribunales populares, pueden potenciarse y multiplicarse hacia abajo y transformarse en violencia real.

Ya hemos conocido casos como estos en la historia. Recuerdo que allá por la década del 70, en un libro titulado Ética y Política, Erich Fromm escribió algo sobre esto. A propósito del asesinato de Kennedy, explicaba cómo de la violencia verbal se puede terminar en una violencia real que jamás habían imaginado quienes ponían en marcha la violencia verbal o la violencia simbólica. Entonces, reitero, me parece que hay que dramatizar.

Por otro lado, quiero decir algo en relación con lo que dijo Gustavo Silvestre, y no me parece mal lo que voy a decir a continuación. No sé si estaré equivocado, pero creo que desde 1983 a la fecha ningún gobierno ha tenido tantos medios o programas que le resulten favorables. Creo que desde 1983 a la fecha no ha habido tantos medios de comunicación o programas periodísticos -no digo que sean oficialistas- que coincidan tanto con las visiones del gobierno. Y no me parece mal.

Por último, diría que lo peor que podemos hacer es relativizar estas cosas y negarnos, por el hecho de pertenecer al oficialismo, a darle la importancia que tienen, desconociendo la gravedad y las consecuencias que podrían tener si no detenemos esto a tiempo.

Otro autor, cuyo nombre no recuerdo en este momento, decía: cuando escribamos las perversidades del siglo XX, no nos va a sorprender la actitud de los malos sino el silencio de los buenos. Realmente pasan muchísimas cosas, en la Argentina y en el mundo, más que por la perversidad de los malos, por el silencio de los buenos.

Me parece que no hay razón alguna -y mucho menos, la pertenencia a un partido- que pueda justificar el silencio frente a casos como estos. Es una situación respecto de la cual debemos actuar con mucha atención y adoptando las actitudes más severas para impedir que esto se potencie, se multiplique y termine produciendo situaciones que seguramente jamás hubieran imaginado quienes ponen en marcha esta violencia verbal o simbólica.

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Tiene la palabra el señor diputado Plaini.

SR. PLAINI En primer lugar, no solamente como diputado del Frente para la Victoria sino también como secretario general del Sindicato de Vendedores de Diarios y Revistas de la República Argentina, quiero expresarme en contra de toda forma o acto de violencia, de discriminación o de agravio.

Quiero recordar con mucho respeto a todos los periodistas que en algún momento de la vida del país, y no en democracia, sufrieron esa situación. Desde Rodolfo Walsh hasta José Luis Cabezas y Mario Bonino, muchos periodistas fueron víctimas precisamente de la intolerancia, y sobre todo en una dictadura genocida, donde también un vendedor de diarios, el compañero Miguel Angel Garaycochea, por el sólo hecho de estar vendiendo las revistas "Humor" y "Satiricón" en la Facultad de Arquitectura, las cuales fueron confiscadas, es hoy un detenido desaparecido. Por eso quiero hacer esta primera recordación, afirmando que nosotros estamos en contra de cualquier tipo de discriminación o acto de censura.

En segundo lugar, quiero decir como vendedor de diarios con más de cuarenta años detrás de un quiosco, en las frías o calurosas mañanas, que en este gobierno se sancionó la ley 26.551, de calumnias e injurias, y en este gobierno no hubo un solo acto de censura de ninguna publicación.

A través de la radio y el mate aprendí a convivir con mis vecinos en la esquina de un barrio de Lomas de Zamora, y bien decía un periodista que cuando uno se para frente a un quiosco de diarios puede ver la diversidad y la pluralidad de ideas, desde aquel editor más pequeño que edita sólo mil publicaciones hasta el más importante, que son cientos de miles. Esa es la democratización de la palabra, de la idea, de la gráfica que se ve frente a un quiosco de diarios. Es la misma democratización que se aprobó en este gobierno democrático con la ley de medios de servicios audiovisuales. Por lo tanto, todos y cada uno de nosotros tenemos la responsabilidad de velar por esta democracia, sobre todo teniendo en cuenta a los 30 mil compañeros detenidos desaparecidos.

En tercer lugar, quiero manifestar a la vicepresidenta de esta comisión, diputada Bullrich, que no coincido con el rol que le asigna a la prensa. No es precisamente la prensa la que debe ser fiscal de un gobierno. Para eso están los poderes establecidos: la Justicia y el Congreso de la Nación. Pero el máximo fiscal que tiene un gobierno es el pueblo, que cada cuatro años vota y dice con su veredicto quién quiere que lo gobierne. Ese no es el rol de la prensa. En todo caso, nadie tiene derecho a decir que es paladín de la justicia o gobernante de la ética; solamente el pueblo. El rol de la prensa -y lo dice alguien que está en esta actividad de la gráfica desde hace muchos años- debe ser el conocimiento, la investigación y, sobre todo, la objetividad.

Quiero manifestar que el conflicto no es un ataque a la libertad de expresión o de prensa -como la llaman algunos sectores-, porque cuando los trabajadores de la gráfica, de la radio o de la televisión, como son los periodistas que están acá presentes, o los vendedores de diarios tienen algún conflicto, muy pocas veces esto se expresa en los grandes medios de comunicación. Y esto lo digo con mucho dolor. Muy poco se habló de lo sucedido con los periodistas de LT3 y LT8, con quienes nos solidarizamos desde la CGT y la CTA, y muy pocos expresaron lo que sucedió con los cuatro delegados llevados a un juicio oral penal: primero los absolvió la Justicia y ahora un juez ordenó su reincorporación, pero AGR desconoció esa orden judicial. Estoy hablando de cuatro compañeros gráficos que todavía no pudieron reingresar a su empresa.

Finalmente, quiero decir algo que no digo yo, un simple canillita o un diputado de la Nación, sino alguien mucho más importante, colega de los periodistas que están aquí, todos ellos muy reconocidos. Me refiero a Ignacio Ramonet, quien escribió La tiranía de la comunicación. También podemos citar el libro de Pascual Serrano La desinformación, que es más reciente. No me gusta aconsejar sino que doy mi parecer: sería bueno que todos leyéramos esos libros para ver lo que dicen con respecto a la concentración de los medios.

Por último, tal como decía el senador romano Tácito: "Si luchan todos separados, somos derrotados todos juntos". Todos tenemos que luchar por la democratización de la palabra, para que nunca más en la Argentina vuelva un gobierno dictatorial donde la palabra esté prohibida y cercenada. Nada más. Muchas gracias. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Tiene la palabra la señora diputada Quiroz.

SRA. QUIROZ En este momento no voy a recaracterizar la situación que estamos viviendo a lo largo y ancho de nuestro país porque creo que tanto otros diputados como los trabajadores de prensa y los periodistas que nos acompañan ya lo han hecho. No me parece necesario desarrollar algunas ideas o frases que algunos de los periodistas han expresado aquí.

Tal como lo intentó plantear Luis Majul, acá hay una habilitación del poder para que pasen las cosas que están pasando. Yo estoy absolutamente de acuerdo con esa caracterización. También decía Majul que el primero que empezó esa investigación fue Lanata. Y yo quiero recordarles que de la misma manera en que Lanata no resignó su función de periodista, nosotros tampoco resignamos como diputados de la Nación nuestro rol de control de lo que ejecuta el Poder Ejecutivo. Por eso denunciamos causas que hoy están en curso.

Digo esto en términos de metodología y no para reivindicar, ni levantar, ni hacer visible absolutamente ninguna cuestión que tenga que ver con una identificación política, sino que estoy intentando ser lo más respetuosa y objetiva posible, si es que alguien como yo puede ser objetivo.

Por otro lado, se planteaba como una cuestión generalizada otra consigna: que en nuestro país hay libertad de prensa. Es cierto que hay libertad de expresión, pero también es cierto que algunos tienen libertad para taparles la boca de un sopapo a los que hablan o piensan de otra manera. Esto es lo que estamos cuestionando. No estamos diciendo si hay o no libertad de expresión, sino que el poder abusa de su poder y acalla lo que no le gusta.

Esta metodología, que sí es cierto que es generalizada, porque lo es desde el poder nacional y se generaliza en los municipios, se generaliza en funcionarios de gobiernos provinciales, a través de todos y cada uno de los métodos y mecanismos que tanto diputados como periodistas hemos descrito desde hace mucho tiempo.

El tema de los afiches, los nombres escritos y las identificaciones que aparecen como blanco de ataque de muchos otros es terriblemente preocupante en el caso de los periodistas, pero también es terriblemente preocupante en el caso de aquellos que militamos en política y tenemos una responsabilidad. Es función nuestra denunciarlo y compartir la responsabilidad de control y del trabajo periodístico que rescataba antes -y que también planteó Majul- para hacer visibles estas situaciones.

Hoy no se encuentra presente el periodista Ernesto Tenembaum que, por ejemplo, en un momento hizo una serie de investigaciones en relación con las prácticas y conductas de algunos intendentes del Conurbano. Hoy el distrito de Merlo está sufriendo persecución, desde el poder municipal hasta todos y cada uno de los funcionarios.

Yo he denunciado en años anteriores en esta comisión y en el propio recinto la persecución, la discriminación, los afiches con la foto de mi casa -con perro y todo- y el desprestigio permanente aun en la puerta del Congreso.

Creo que para que todos podamos encontrar otros mecanismos que nos vinculen con otro tipo de convivencia tenemos que comprometernos a hacer visibles estas situaciones.

Creo que hay una situación que tenemos que rescatar ahora, que a mí me viene muy bien y que creo que a los periodistas también les va a venir muy bien. Yo sé que es muy difícil conservar el ánimo y el espíritu en momentos dolorosos y difíciles de persecución -a mí me pasó-, pero cuando encontramos la posibilidad de compartir un compromiso decimos -tal como dijeron ustedes y muchos de nosotros en situaciones difíciles- que no nos resignamos a vivir mal, que no vamos a resignar nuestro trabajo y que no vamos a acostumbrarnos a este tipo de vínculo y de relaciones.

Queremos compartir esta consigna y nos solidarizamos con Magdalena, quien creo que fue agraviada muy injustamente. Nosotros vimos esa foto de cuando un grupo de mujeres fue al Ministerio del Interior, o lo que funcionaba como tal -yo la vi en otro momento, en otra situación-, y para nosotros fue un aliento. De la misma manera que un día fue Fanny Mandelbaum a la carpa apenas habíamos empezado y nos dijo: "Ya que el medio no me manda, vengo por las mías". Para nosotros también fue una palabra de aliento.

Quiero compartir esto con ustedes y con nuestros colegas diputados. No nos van a callar, no nos van a mellar en nuestro compromiso, vamos a seguir adelante y vamos a lograr que las cosas sean como deben ser, que los controles funcionen y que los poderes construyan con la verdad, la memoria y la Justicia. Gracias. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Tiene la palabra el señor diputado Giubergia.

SR. GIUBERGIA Voy a ser muy breve.

Tal como manifestaron al comienzo de sus intervenciones los diputados de la Unión Cívica Radical, quiero expresar mi solidaridad hacia todos los periodistas de la República Argentina que están sufriendo estos escraches, que pareciera que empiezan a convertirse en moneda corriente en nuestro país.

Nosotros, que estamos a pocos días de cumplir doscientos años de la Revolución de Mayo, debemos recordar que los hombres de Mayo, como Moreno fundamentalmente, entre los primeros derechos de la República que nacía instauraron el de garantizar la libertad de prensa.

De esto se trata, ni más ni menos: no solamente los legisladores y los periodistas sino todos y cada uno de los ciudadanos argentinos tenemos la obligación de garantizar la libertad de prensa para la existencia de la democracia y para la existencia de la República, porque cuando se perdió la libertad de prensa en nuestro país perdimos la democracia, perdimos las instituciones y fundamentalmente perdió el pueblo argentino.

Por eso, éste debe ser un compromiso no solamente del legislador y del periodista sino de todo el conjunto del pueblo argentino, y debemos exigir al gobierno nacional que respete la función y las actividades de quienes deben informar al pueblo argentino.

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Como estamos precisamente en la Comisión de Libertad de Expresión, no vamos a terminar hasta que todos puedan expresarse; pero les recuerdo que faltan sólo dos horas para la realización del juicio que estamos condenando. Aquí surgieron muchas propuestas y sería importante que las vayamos concretando.

Falta que hagan uso de la palabra los señores diputados Mouillerón, Julio Martínez y Forte, y el diputado Gullo me pidió hacer nuevamente uso de la palabra antes de que termine la reunión.

Tiene la palabra el señor diputado Mouillerón.

SR. MOUILLERÓN Agradezco a los diputados y a los periodistas que hoy nos acompañan.

No sé si decir que veo con satisfacción o con tristeza que hoy estemos aquí reunidos con tantos periodistas calificados con nosotros. Digo esto porque, por un lado, celebramos que nos hayan aportado su testimonio para que esta comisión, que viene trabajando y mucho, tenga más elementos para poder dictaminar; pero, por otro lado, si están aquí es porque las cosas no andan bien. Si las cosas anduvieran bien, no se daría una reunión de estas características, con tantos diputados presentes y con tantos periodistas en momentos en que todos estamos ocupados pero hemos hecho un paréntesis para poder participar de esto y repudiar con todas nuestras fuerzas lo que está aconteciendo, no sólo con los periodistas sino también con otros argentinos.

Lo que sucedió en la Feria del Libro no fue una casualidad. Tampoco lo fue lo que ocurrió en una cancha de fútbol, porque si bien estamos acostumbrados a que en las canchas de fútbol se den este tipo de situaciones, han ocurrido cosas que evidentemente están relacionadas con temas que ligan el accionar de algunos dirigentes con la política y el gobierno. Entonces, me parece que esto no es una casualidad.

Aprovecho para comentarles algo que ocurrió anoche y que todavía no ha trascendido demasiado: el presidente del bloque Unión Celeste y Blanco del Concejo Deliberante de Avellaneda, José Alessi, acompañado de otro compañero concejal de apellido Leiva, al salir de un restaurante vieron cómo una balacera daba sobre el auto de este concejal.

Alguien podrá decir que a lo mejor es un hecho más de violencia o que es otro de los flagelos que debemos soportar, pero la verdad es que, después de lo que viene aconteciendo en todos estos días, me parece que hay algo más que eso. No quiero abrir juicios todavía, pero lo digo como un aporte más para que investiguemos.

Además debemos soportar que hoy, dentro de un par de horas, se realice un juicio que seguramente va a tener trascendencia porque se le va a dar estado público a través de algunos medios, para que algunos empecemos a aprender la lección de qué es lo que nos va a pasar si hablamos demasiado.

Yo tengo bastantes años, y muchos de vida política; llevo muchos años como funcionario, y desde el 55 en adelante tengo todos los recuerdos. Durante gobiernos de facto hemos visto muchas cosas que no quisiéramos ver nunca más, como lo decía un libro que justamente se titulaba Nunca más. Sin embargo, en un gobierno democrático estamos viendo esto.

Algo tendremos que hacer y tendremos que mirarnos para adentro para ver cómo contribuimos a que esto no ocurra más.

Hay cosas que empiezan a poner violenta a la gente. Y nosotros también, compañeros diputados, lo hacemos. El no funcionamiento del Congreso es una forma de aportar a ese raro clima donde también la violencia empieza a aparecer. Con esto quiero decir que tengamos cuidado. Hoy vienen por los periodistas y ponen una voz de alerta. Por supuesto que los periodistas son transmisores de todo este tipo de información y llegan a la gente de la forma más directa para que se conozca qué es lo que se pretende desde esa oscuridad. Pero después vienen por los hombres de la cultura, por los hombres del deporte, por los políticos, y nosotros tenemos que estar preparados para eso.

Por eso ruego que con la información que tenemos, con el aporte invalorable que se ha hecho hoy aquí, el mucho trabajo que ha hecho la comisión donde hay representantes de todos los colores políticos, hoy podamos emitir un dictamen que de alguna manera refleje también lo que aquí aconteció y además dé un poco de luz para lo que pueda venir.

Por eso insto a que una vez que tengamos ese dictamen no pongamos excusas para no sesionar, ganemos o perdamos en las votaciones, pero ingresemos al recinto con estos dictámenes para que de la manera más rápida posible hagamos conocer a los argentinos qué es lo que se está pensando desde la Cámara de Diputados. (Aplausos.)

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Tiene la palabra el señor diputado Julio Martínez.

SR. MARTÍNEZ Voy a tratar de ser breve porque quiero que esto se concrete lo antes posible. Sin duda quiero llevar nuestra solidaridad -soy diputado por la provincia de La Rioja- a los periodistas que están siendo agredidos de esta manera, con escraches, con juicios populares, con estos afiches, desde el anonimato, que es algo que ya no debería existir y que el Estado debería poner todo lo que está a su alcance para impedirlo.

Cuando algún periodista recién se preguntaba "¿cómo le explico a mi hijo por qué estoy en estos afiches, cuando lo único que hago es levantarme temprano para ir a trabajar durante todo el día?", la verdad es que nos llega. Creo que tenemos que hacer algo, y no les quepa ninguna duda de que vamos a hacer lo que esté a nuestro alcance legislativamente para frenar este tipo de atropellos.

Quiero decir que no estoy en contra de que el ex presidente y la actual presidenta se defiendan desde su discurso, desde su verdad, y respondan a las opiniones de los periodistas con los cuales no están de acuerdo -no está en nosotros vedar esa posibilidad-, sino que estamos en contra de otros tipos de métodos, cuando se usan los dineros del Estado o a las ONGs que están subsidiadas por el Estado para hacer esto.

Y voy a coincidir con la diputada del oficialismo por Formosa -si no me equivoco-, cuando en el día de ayer decía que le resulta difícil creer que las movilizaciones que se hicieron la otra vez para escrachar no han sido promovidas con dinero del Estado. Todos sabemos que se hizo de esa manera y que hay ONGs que están subsidiadas por el Estado. Esto me duele, porque si bien a algunas de esas ONGs no les tengo ningún respeto, hay otras a las que sí respeto por su trayectoria y su lucha, la cual acompaño de distintas maneras.

Para no ser reiterativo quiero aportar un elemento nuevo a esta discusión, que creo que también merece la solidaridad de toda la Cámara y de todos los periodistas que tienen una exposición mediática nacional. Me refiero a lo que está pasando en pueblos chicos como los del interior de toda la provincia de La Rioja, como lo que vivió Fanny Mandelbaum en Catamarca cuando viajó por el caso María Soledad y veía los manejos que se hacían desde aquel oficialismo, y si los medios nacionales no iban a Catamarca, quizás todavía ese gobierno de entonces seguiría estando en el poder.

Quiero decir que en esos lugares chicos del interior no ponen a los periodistas en afiches anónimos para escracharlos sino que los atacan de la peor manera, que es con la pauta oficial. La pauta oficial en los lugares grandes como la Capital Federal es sin duda muy importante; cuando vemos que un medio gráfico de poca tirada recibe mucho más que otros medios gráficos de gran tirada, esto es importante y sin duda les debe molestar. Pero en los lugares chicos del interior del país -en especial de nuestra provincia y de otras provincias pobres del interior-, cuando se saca la pauta oficial es letal.

Un periodista, que normalmente tiene un medio de comunicación chico y que generalmente es familiar, cuando expresa algo distinto y le quitan la pauta oficial tiene dos posibilidades: vende su conciencia y sucumbe a ese apriete o se dedica a otra cosa. La actividad económica de esos lugares no puede bancar o sostener a los medios de comunicación y sólo la pauta oficial es tan poderosa, letal y determinante que marca la editorial de todos esos medios de comunicación.

Otra gran cosa que ocurre en nuestra provincia de La Rioja -no quiero desperdiciar esta oportunidad para hacerlo saber- es que el medio de prensa más importante es el Canal 9, el canal provincial, que también se abre para quienes hablan bien del gobierno y se cierra para quienes, como yo, expresamos una idea de construcción distinta. Yo estoy vetado desde hace ocho meses en el canal provincial.

Estas prácticas hoy suceden en La Rioja pero van a llegar a la Nación a través de esta nueva ley de medios que se sancionó, porque cuenta con un organismo federativo con representantes en las provincias. En la nuestra va a estar quien orquesta este tipo de manejos publicitarios. Seguramente vendrá todo lo que se hace en las provincias chicas con este tipo de manejo: proscripciones, pautas publicitarias, etcétera, todo lo cual es realmente repudiable.

Vaya nuestra solidaridad hacia ustedes y hacia los distintos periodistas. Seguramente esta ONG habrá ido a La Rioja, y si no, los invito para que vean todas estas discriminaciones y postergaciones que existen en nuestra provincia.

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Tiene la palabra el señor diputado Forte.

SR. FORTE Voy a ser muy breve porque lo que tenía para aportar desde una pequeña provincia como La Pampa ya fue anticipado. La última vez que yo estuve en un medio oficial en mi provincia fue en 2003 durante cuatro minutos. Esta es la costumbre que se toman los que confunden los medios del Estado y se creen que son los medios del gobierno. Esta es una gran diferencia.

Ya se ha dicho todo. Yo también quiero sumarme a la solidaridad hacia los periodistas y por supuesto que todo lo que esté a nuestro alcance lo vamos a hacer, bienvenido sea. Respecto de lo que no hagamos, por favor, que nos escrachen y no que lo publiquen para terminar con esta censura de prensa.

Quienes pertenecemos a la generación del 80 y los que arrancamos en la democracia cuando teníamos veinte o veintiún años y veníamos de una adolescencia frustrada por la dictadura, los que venimos de la Guerra de Malvinas, que empezamos a militar con todas las ganas y con toda la fuerza, la verdad es que después de estos veintisiete años de democracia sentimos una gran frustración.

Creo que algún mea culpa tenemos que hacer, porque sin duda que en algo hemos fracasado. Porque este ataque sistemático y cotidiano a la libertad de expresión, y la persecución de los que piensan diferente no sé si son resabios del "lopezrreguismo" o son medidas pseudo fascistas. Lo que sí está claro es que empezaron pegando afiches a dirigentes sectoriales que no pensaban parecido, siguieron con la histórica trompada de D'Elía, luego con el cruzamiento de Moreno con su patota, y ahora continúan escrachando a prestigiosos periodistas o atacando a jóvenes periodistas que todavía no lograron el prestigio de los anteriores pero que en sus comienzos se encuentran con que los censuran. Lo único que falta es que el próximo decreto de necesidad y urgencia establezca que está prohibido pensar en la Argentina. Por eso simplemente me solidarizo. Esperamos que esto no se nos vuelva costumbre.

Los periodistas simplemente tienen la responsabilidad de transmitir e informar lo que está sucediendo a cada minuto en la Argentina. Cuando aparecen estos juicios populares pienso qué importante sería que también sometan a juicio a periodistas que hasta hace un año y medio se la pasaban cuestionando a un dirigente de fútbol y ahora dicen que es el mejor dirigente de toda la historia.

Esto es simplemente metodología fascista. Y la verdad es que no culpo al Poder Ejecutivo como organizador de todo esto, porque no me consta, pero sí lo culpo por inoperancia. Es obvio que ante estos métodos de censura, de persecución, de castigo, tiene que haber un Ministerio del Interior y una SIDE que investiguen. Y si el Ejecutivo todavía no se ha expresado, es como decía mi abuelita: "El que calla, otorga".

SRA. PRESIDENTA GIUDICI Tiene la palabra el señor diputado Dante Gullo.

SR. GULLO Obviamente, la presencia de un nivel importante de periodistas es el dato significativo de esta reunión de la Comisión de Libertad de Expresión, pero creo que desgraciadamente no estamos aprovechando muy bien este momento. Las cosas son más complejas y se podría hacer un mejor trabajo y una mayor elaboración.

Me gustaría que en las próximas reuniones de la comisión, en vez de a FOPEA escuchemos a otras ONGs. Deberíamos tratar de imprimir una dinámica a la comisión que signifique que la libertad de expresión es responsabilidad de todos, pero también deberíamos trabajar de forma tal de no encontrarnos de golpe con situaciones que de hecho obligan a muchos de nosotros a esforzarnos para ver de qué se trata.

Obviamente todos los despachos de los compañeros de mi bloque están abiertos para cualquier inquietud de cualquier periodista que crea que está vulnerada su condición de tal o pone en riesgo su conciencia.

Estamos tranquilos. No quiero entrar en el terreno de una oposición muy "lanzada" ante una supuesta censura del oficialismo porque habrá que ver quién levanta más alto el estandarte de la libertad de expresión y la libertad de prensa o lo que significa la práctica política y la militancia en la Argentina. Pero así como critico esta falsa contradicción, también creo que tenemos que evitar -y espero que se cumpla todo lo que dijo Daniel Santoro- el rol que desgraciadamente cumple o tiene el periodismo en esta democracia que tanto nos cuesta fortalecer, apuntalar, tratando de generar la participación y protagonismo de todos los sectores.

No queremos que cierto periodismo cubra el rol que tenemos que cubrir los partidos políticos, y no queremos tomar esto muy a la ligera.

Aquí hay mucho paño para cortar. Estamos dispuestos a discutir con seriedad las contradicciones, problemáticas o realidades que determinan que debemos ponernos a trabajar con otro sentido. Aquí hay que discutir seriamente lo que es la libertad de expresión, la libertad de prensa, el nuevo rol que le cabe al periodismo.

Hoy nos encontramos ante una realidad científico-tecnológica distinta. Todos tenemos que comenzar a abrirnos y apreciar esta situación. Estamos ante hechos y situaciones que nos exigen mirar mucho más de lo que estábamos acostumbrados desde el esquema de "me callo la boca porque, si no, no me sacan" o "hablo por teléfono porque, si no, no aparezco" o "voy de rodillas porque, si no, no me nombran".

Además, muchos de nosotros tenemos la tranquilidad de que a muchos de los periodistas que hoy estuvieron aquí los conocemos y nos solidarizamos con ellos, pero obviamente somos ajenos a sus programas o comentarios, más allá de recibir eso de que no hay libertad en la Argentina, de que hay persecución del periodismo en la Argentina. Nosotros tenemos la tranquilidad de que cuando se dicen estas cosas entre nosotros decimos dónde están.

Ya dijimos que no nos hacemos cargo y repudiamos todo afiche anónimo. Quienes dicen esto y algunos compañeros seguimos recibiendo prácticamente todas las semanas, de parte de sectores del proceso, afiches con nuestras caras. Jamás escuché a este periodismo, que dice que tiene que cambiar su rol, ponerse a ver qué hay detrás de estas campañas sistemáticas. Ni tampoco hicimos de esto un eje de nuestra responsabilidad, de nuestra presencia y participación en función de las políticas que sustentamos o defendemos.

Aquí no se trata simplemente de sacar un despacho y punto. Si caemos en eso seguimos acumulando limitaciones y errores. Esto debe servirnos para abrir un serio y gran debate. Esto no es un elemento que determina cómo un monopolio puede seguir generando monopolio y los demás nos callamos, o cómo un gobierno puede llevar adelante políticas para eludir las prácticas monopólicas. Esto es mucho más complejo. Hay más elementos para trabajar y debatir. Si alguien quiere jugarla de ser aséptico, que a nivel de la cuestión republicana puede ser admonitorio, me parece que se equivoca.

Tengo la tranquilidad de mirarte a la cara, Daniel Santoro, y decirte que quisiera seguir en este Estado que no reprime, donde no hay periodismo perseguido, periodismo encarcelado, o censura que determine la no salida de diarios, revistas, publicaciones, etcétera.

Creo que hay cosas que hacen al ABC de la relación entre el oficialismo y la oposición. Pero seamos maduros, hablémoslas en el contexto indicado y trabajémoslas con la tranquilidad de los tiempos. Tenemos que ser doblemente serios y responsables y debemos cumplir los objetivos. De lo contrario, todo queda como siempre, en una gran cosa altisonante donde hacemos un juego formal, jugamos a las apariencias y queremos quedar bien para efectivamente sacar resultados muy minúsculos, lo cual honestamente no conduce a nada.

Aparecen una serie de afiches sobre los que habría que investigar el sentido real que tienen y quiénes los impulsan. Muchos de los que venimos transitando este camino preferimos los más de cincuenta, sesenta o setenta mil hombres y mujeres, fundamentalmente jóvenes, que estuvieron el 15 en la calle y en la Plaza Lavalle y no esto que honestamente no conduce ni gratifica, ni es enseñanza para nadie, más allá de que lo denunciamos y de ponernos a trabajar entre todos para poder evitar esto.

Comparto lo manifestado por Silvestre. No dramaticemos, sobre todo, los que tenemos ciertas cosas sobre las que seguir trabajando y duplicando nuestra responsabilidad y militancia. Echemos mano de nuestra experiencia y comencemos a generar un nuevo marco de relación, de reciprocidad y solidaridad que haga las cosas inteligentes. Después, que cada uno ocupe el lugar que le corresponde en esta puja en la que de hecho hay intereses, personalismo, que significa que no estamos aislados y que importa una transición que tiene que ir consolidando mucho más a la democracia y a todos quienes estamos obligados y comprometidos con ella.

Pensemos incluso en las nuevas generaciones que, por suerte, van a estar muy alejadas de las especulaciones que hoy hacen ciertas empresas monopólicas, cierto periodismo o cierta manera de hacer política, que no conduce a nada.

Mi bloque va a emitir un despacho en minoría. No estamos de acuerdo con la forma en la que está redactado este despacho. Creemos que esto es pour la galerie, para hacer ruido, y acá me parece que nos hemos sentado gente que lo que menos queremos ahora es jugar pour la galerie y que no necesitamos hacer ruido. Al contrario, si podemos trabajar en prudente silencio y generar las condiciones que determinen, insisto, un nuevo marco de relación, de reciprocidad, de solidaridad y entendimiento, soy el que primero levanto la mano para duplicar o triplicar responsabilidades, trabajo y todo lo que haga falta.

No estamos de acuerdo con que este despacho censure lo que van a hacer hoy las Madres. Podemos compartir o no esa práctica; de hecho, yo no voy a estar en la Plaza de Mayo, pero tampoco tengo ni siquiera mínimamente la ligereza de palabra de decir "prohibir", "prohibir" o "prohibir". Y mucho menos sostener, como pretenden muchos acá, que la presidenta es la que tiene que prohibir esta supuesta práctica de hoy de un grupo de argentinos y argentinas en la Plaza de Mayo.

¿En este contexto en el que están planteadas las cosas -no seamos ingenuos-, en el que nos quieren retrotraer a un pasado en función de una mordaza que manejan pocos en detrimento de la voluntad soberana, alguien puede pretender que la presidenta de los argentinos diga qué manifestación sí y cuál no? ¿Qué nos pasa? ¿A quién estamos convocando? ¿A qué espíritus estamos convocando? ¿A qué queremos volver? ¿A los decretos de los comandantes en jefe?

Quiero creer que muchas de las cosas que se dijeron acá fueron producto de querer meter rápido muchas cosas en una caja donde no hay para todos los gustos. A veces las cosas entran de otra forma.

Respeto todas las opiniones e insisto en que nuestro bloque va a estar dispuesto a trabajar en profundidad sobre muchas cosas de las que se habló acá, fundamentalmente sobre lo que aportaron muchos hombres y mujeres del periodismo.

Tomo la palabra de la señora diputada Bertol. El lunes 3 de mayo es el día de la libertad de expresión o de la libertad de prensa, producto del año 1991, en Namibia, continente africano, donde ejercer la profesión era tremendo porque no había posibilidad de trabajar ni de manifestar mínimamente las atrocidades que se cometían en los distintos países africanos. Y se toma en el año 1993 en Naciones Unidas y en mérito al trabajo, el esfuerzo y la realidad de la situación que viven estos hombres y mujeres que quieren expresar en libertad y normalidad su realidad, el 3 de mayo como el día de la libertad de expresión, de la libertad de prensa. Es indistinto; uno es genérico, el otro lo contiene.

Los invito a la mesa que en mérito a estas experiencias propias, a estas experiencias de otros lares del mundo y en mérito a que en muchas cosas todavía estamos en pañales, porque esta es la verdad, nos vayamos adecuando seriamente y defendiéndonos. Lástima que no está Joaquín Morales Solá, que se refirió a lo de provocar un muerto. Honestamente yo estoy buscando en estos últimos años y por suerte no encuentro ningún elemento que nos lleve a este drama que muchos quizás por razones de peso de espalda tendrán fijado en otros momentos históricos de la Argentina. Pero hoy habemos otras realidades, otros actores, otras tranquilidades.



Yo me siento en la obligación de decirles a los pocos amigos y amigas que han quedado que hay un sector interesado en generar las condiciones de ida y vuelta, a pesar de que muchos no lo hacemos pero nos podemos seguir mirando y aunque no nos pidamos cosas estamos viviendo en esta realidad que sentimos todos como propia y que es correcto que así sea, más allá del rol circunstancial que cada uno cumple. Muchos de nosotros estamos obligados a desdramatizar, a llamar a las cosas por su nombre y a poner la inteligencia sobre lo que son los arrebatos y situaciones del momento.

Creo que la Argentina está entrando en otra etapa, esto es mérito de otra cosa y no es una cualidad tan solo de nuestro gobierno. Entramos en una etapa en la que comienza a darse un proceso en el que el monopolio, lo mediático y la imagen van a tener que dejar lugar a los hechos concretos, sustentados en palabras y en ideas, mancomunados en la inserción o relación con los distintos referentes, que son los actores que multiplican en el día a día a los millones y millones que somos todos y somos los mismos.

Hacia esta situación debemos abrirnos y entenderla. Si nos quieren seguir manejando con tapas de diarios, con editoriales, con flashes informativos o con zócalos, me parece que se equivocan porque vamos a buscar otras orientaciones y vamos a ir en búsqueda de la verdad y de la multiplicidad de formas que ya están hoy lanzadas. Por suerte observo que cada vez más jóvenes están adaptándose y comprendiendo que son ellos el factor principal de lo que significa la libertad de expresión, la búsqueda de la verdad, el sinceramiento en una Argentina que tiene que ser totalmente distinta, sin estos pesos del pasado.

Estamos a disposición de todos. Honestamente no nos preocupa no firmar el dictamen de mayoría. Vamos a firmar nuestro dictamen tranquilos y queremos hacer aportes. Si nos ayudamos y comprendemos entre todos, esta comisión va a hacer un aporte significativo para muchas de estas situaciones que desgraciadamente van a seguir con muchos puntos suspensivos.

SRA. PRESIDENTA GIUDICI En primer lugar, lamento que los diputados que hicieron uso de la palabra no estén para poder cerrar este debate que evidentemente muestra dos concepciones absolutamente distintas de lo que es la libertad de prensa y la libertad de expresión en la Argentina.

Por lo avanzado de la hora, no quiero entrar a debatir con el diputado Gullo, cosa que me encantaría. Prefiero guardar el lugar institucional de esta reunión -soy presidenta de esta comisión- pero es necesario aclarar que la contradicción no la voy a marcar yo sino el propio discurso del diputado Gullo.

Creo que no hace falta agregar nada más a un oficialismo que nos plantea todos los días una hipocresía distinta. La profundización del conflicto con los medios se vive desde la resolución 125.

Hace años que se intenta pour la galerie decir que este es un gobierno democrático y el que más defiende la libertad de expresión, pero en la realidad y en las acciones hace todo lo contrario. Algún diputado señaló que primero fue D'Elía, que también fue Moyano cuando bloqueó las plantas, todos sectores aliados del gobierno.

Nosotros no cuestionamos a las Madres por su simbología y respetamos su lucha, ya que son el símbolo internacional de la Argentina ante el mundo en la defensa de los derechos humanos. Cuestionamos estas prácticas porque ahora involucran a los periodistas. Hasta ahora todos decían desde el gobierno que la guerra era contra un medio de comunicación, y Aníbal Fernández apareció con una remera que lo explicitó muy bien. Intentan otra vez generar una antinomia. Como fue el campo contra el pueblo, ahora también es el gobierno contra Clarín.

Nada de eso es verdad. Esto es una pelea contra todos. Y la propia contradicción está en que por un lado Mariotto dice que los afiches que escracharon a los periodistas son una manifestación de libertad de expresión. Por el otro lado, tuvieron que salir a disfrazar eso que dijo Mariotto, que lo dijo porque es lo que piensa.

Por un lado dijeron que lo de la Feria del Libro forma parte de grupos violentos que no tenían nada que ver, pero Cosia dijo la verdad. Avalan ese tipo de metodología. No sólo los periodistas están siendo escrachados. Nos sensibilizamos con lo de los periodistas porque con los periodistas, no. Pero a nosotros, en medio de la discusión de la ley de medios, afiches anónimos también intentaron escracharnos.

Como dijo Magdalena, a quien respeto profundamente, no tenemos miedo. Y si este es el tipo de debate que nos intentan proponer diciendo que todo es culpa de un monopolio o de periodistas diabólicos y maquiavélicos, quiero decirles que me expliquen por qué mientras en el Senado firman un dictamen por unanimidad que en términos generales dice lo mismo que este, aquí dicen que esta reunión no vale, que la hacemos para la tapa de los medios o que encerramos vaya a saber qué interés contra el gobierno.

La verdad es que la libertad de expresión está definida no sólo en nuestra Constitución sino también en los tratados internacionales. ¿Y saben qué dice? Que no se puede condenar a nadie por opinar distinto, que los periodistas no pueden ser castigados porque piensen distinto.

En Venezuela hay periodistas presos. ¿Qué va a pasar en la Argentina? ¿Van a aplicar la Constitución y los tratados internacionales? ¿Van a hacerlo de manera inequívoca o van a seguir dejándole ver a la sociedad que la verdad está encerrada en el propio discurso de los dirigentes oficialistas?

Dante Gullo nos dijo que quiere trabajar desde el silencio y pide silencio a esta Comisión de Libertad de Expresión. Sin embargo, se molesta cuando dice que alguien le pide a la presidenta que detenga el juicio. Nadie le pide a la presidenta que prohíba nada. Le decimos institucionalmente desde el Congreso que la libertad de expresión se defiende con los mecanismos constitucionales, en un estado de derecho y dentro de los parámetros que marca la ley.

Lo de esta tarde en la Plaza de Mayo pone en riesgo la credibilidad del sistema democrático y la señal que estamos dando al mundo es parecida a la que hoy lamentablemente sucede en la región: periodistas atacados, encarcelados y asesinados.

Esperemos que nunca tengamos que llegar a arrepentirnos y que esta violencia verbal no pase a mayores y lesione a algún periodista en su integridad física. Esperemos que el gobierno comprenda, como ayer pareció comprenderlo en el Senado, que tiene una responsabilidad superior hacia todos los argentinos y que la manera de resolver esto es unánimemente desde el Ejecutivo, el Congreso y el Poder Judicial.

Y también los partidos políticos tienen que entender que no se puede cambiar el rol del periodismo, como intenta decir el diputado Gullo. El rol del periodismo en democracia es uno solo y es, les guste o no les guste, controlar al poder.

Les agradezco que hayan estado hasta esta hora. Terminamos la reunión con una audiencia mermada porque los distintos diputados deben viajar a sus provincias. Lamentablemente no pudimos obtener una declaración unánime, pero quiero que conste nuestro dictamen de mayoría. Espero que acerquen el dictamen de minoría, y también vamos a circular la declaración de FOPEA que denuncia la aparición de los afiches.

No habiendo más asuntos que tratar, queda finalizada la reunión.

- Es la hora 15 y 27.