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MERCOSUR

Comisión Permanente

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  • MERCOSUR

Reunión del día 15/10/2010

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INVITADOS

  • señor Kreckler Embajador
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a los quince días del mes de noviembre de 2010, a la hora 11 y 1:
SRA. PRESIDENTA MICHETTI Sin contar todavía con el quórum suficiente -aunque esperamos tenerlo en algún momento-, damos inicio a la reunión de la Comisión de Mercosur, que es de carácter meramente informativo. De todos modos, están presentes los asesores de casi todos los diputados que integran la comisión.

He anticipado al embajador Kreckler y a su delegación que lamentablemente el lunes es un día complicado para los diputados porque algunos vienen del interior y suelen hacerlo los martes.

Les comento que la señora vicepresidenta de la comisión, diputada Julia Perie, integrante del bloque oficialista, llegará en unos momentos. Asimismo está presente la señora diputada Chiquichano, también perteneciente al bloque oficialista.

En esta reunión contamos con registro taquigráfico, lo que nos permitirá a todos tener la información que el embajador y su equipo tan amablemente nos brinden. Entiendo que es bueno contar con la presencia de la Cancillería para ir cerrando las actividades del año.

Asimismo quiero comentarles que oportunamente nos reunimos con quien era secretario de Relaciones Económicas de la Cancillería para ponernos al tanto de las negociaciones entre la Unión Europea y el Mercosur. Y también les cuento que hicimos algún seminario sobre el tema de la relación con Brasil, además de haber desarrollado otras actividades.

Ingresa la señora diputada Perie.
SRA. PRESIDENTA MICHETTI Reitero que de este modo trataríamos de dar un cierre a las reuniones informativas.

Aprovechando la llegada del embajador Sigal, voy nombrar a la delegación que acompaña al embajador Kreckler.

Están el embajador Eduardo Sigal, de la Subsecretaría de Integración Económica Americana y Mercosur; el ministro Pablo Grinspun, director de Asuntos Económicos y Comerciales del Mercosur; el ministro Horacio Salvador, director Nacional de Negociaciones Económicas Internacionales; el ministro Estanislao Zawels, de la Unidad de Negociaciones con la Unión Europea; y Gonzalo Urriolabeitia, consejero de la Dirección de Asuntos Parlamentarios. También está presente Alejandro Alonso Sanz, director General de Promoción de Exportaciones, además de ser mi amigo y compañero de facultad.

Tiene la palabra el señor embajador Kreckler.

SR. KRECKLER Señora presidenta: en primer lugar quiero agradecer a la Comisión de Mercosur, en especial a la diputada Michetti por habernos invitado a participar en la reunión de hoy, y a todos los diputados y asesores presentes. Para nosotros es una buena oportunidad venir a esta comisión a brindar un panorama sobre la posición en la que estamos en el eventual tratado entre Unión Europea y Mercosur.

Les voy a dar un pantallazo de los antecedentes y de dónde estamos actualmente. Veo que está presente Carlos Gimeno Verdejo, que es el embajador comercial de la Unión Europea. Aunque voy a hablar de cosas reservadas, sé que él es reservado. Pero no sé si hay periodistas presentes ni si la reunión es abierta.

SRA. PRESIDENTA MICHETTI Sí, es abierta.

SR. KRECKLER Entonces trataré de ser lo más delicado posible.

SRA. PRESIDENTA MICHETTI Pero acá aceptamos todo.

SR. KRECKLER No tengo problema; sigo a cara cortada.

Ustedes recuerdan que las negociaciones para la firma de un acuerdo de asociación birregional tomaron cuerpo con el Acuerdo de Cooperación Interregional en 1995, que fue ratificado en la reunión del Consejo de Cooperación celebrada en noviembre de 1999 en Río de Janeiro.

Este acuerdo en aquella época proponía una asociación entre ambas regiones, incluyendo tres capítulos: uno político, uno económico comercial y otro de cooperación.

El proceso de negociaciones es tan antiguo como la entrada del Mercosur a la Unión Aduanera, si tomamos como base la firma de ese acuerdo marco entre ambas regiones en 1995. Y de alguna manera incluso podemos rastrear sus inicios desde la propia creación del Mercosur en 1991 en virtud de acuerdos de cooperación entre el Mercosur y la Comunidad Europea, que significaron mucho en nuestra organización regional. Ellos incluían lazos entre la Comisión Parlamentaria Conjunta, que seguramente ustedes recuerdan, y entre el Parlamento del Mercosur y el Parlamento Europeo. Es decir que el tema de la integración entre la Unión Europea y el Mercosur ha sido una política de Estado. Y debido a ello comento estos antecedentes.

Ahora bien, la negociación comercial propiamente dicha cobra impulso con la presentación de la oferta de bienes de la Unión Europea en julio del 2001 y del Mercosur en octubre del mismo año.

El proceso de negociación a partir del 2001 fue prolongado. El Comité de Negociaciones Birregionales celebró dieciséis reuniones a tal fin. Este proceso conoció altibajos, algunos propios de la dinámica de la negociación, y otros como resultado de las expectativas de las partes respecto de la evolución del ALCA y de lo que venía pasando principal y específicamente en la ronda de DOHA en el marco de la Organización Mundial de Comercio.

A pesar del empeño y del gran trabajo que realizaron ambos bloques, no se logró el objetivo de concluir las negociaciones a fines del 2004 debido a que las ofertas intercambiadas en septiembre de ese año no resultaron satisfactorias para las partes.

Por otro lado, subsistían discrepancias muy importantes en otros capítulos de la negociación, tales como el tema de las subvenciones, los servicios y la propiedad intelectual.

Y luego del fracaso de dos encuentros de alto nivel, uno celebrado en Brasilia y otro en Lisboa, en noviembre del 2004 se suspendieron las negociaciones y ahí se trabó el tema.

A partir de ese momento se produjeron diversos intentos de reconstrucción de las condiciones para la continuación del proceso. Y en marzo del 2006, dos años después, el Mercosur entregó un documento titulado "Elementos para un posible acuerdo Mercosur-Unión Europea", con el propósito de inducir un avance en la negociación. Dicho documento planteaba las aspiraciones cuantitativas del Mercosur en catorce contingentes tarifarios para productos agropecuarios, entre los cuales estaba la carne bovina, la carne de ave y la leche en polvo.

SRA. PRESIDENTA MICHETTI ¿En qué año se hizo ese documento?

SR. KRECKLER Ese documento es del 2006.

Así como las expectativas en relación con los productos agrícolas procesados y manufacturas industriales, por supuesto.

La Unión Europea respondió en el 2006 a través de un documento cuya orientación distó de ser satisfactoria para el Mercosur. Entre otros elementos el papel europeo condicionaba un importante número de concesiones en el campo agrícola a la evolución de la ronda de Doha siempre con la misma mecánica. Es decir avanzamos si avanza la ronda de Doha. Entonces, las concesiones agrícolas se van dando de acuerdo a cómo avanza la ronda. Y algunos requerimientos de lo que se llama OMC plus en cuestiones de alta sensibilidad para el Mercosur, por ejemplo en el tema de la propiedad intelectual. Es decir, que no hubo ningún tipo de avance.

En el contexto del estancamiento de la ronda de Doha, cuando comienza a estancarse se da un impulso notable que cobra la agenda bilateral de la Unión Europea: empieza a firmar acuerdos de asociación con las cuencas mediterráneas, por ejemplo, con Colombia y Perú.

Además, se llevan acabo nuevos encuentros informales entre el Mercosur y la Unión Europea que tuvieron lugar en Lima en el 2008 y en Lisboa en el 2009.

En dichas reuniones -informalmente, por supuesto- se decidió reevaluar el estado de situación de los puntos pendientes en la negociación con el objetivo de analizar alternativas que permitieran su lanzamiento formal.

Entonces, de estas reuniones informales llegamos al 2010 y fue justamente en Buenos Aires, en el mes de marzo, teniendo la Presidencia pro tempore la Argentina, donde el Mercosur realiza dos movimientos significativos que anuncian su disposición a mejorar en su oferta de bienes incrementando la cobertura del acuerdo.

Además el Mercosur adelantó eventuales mejoras en la oferta de servicios y la posibilidad de negociar el capítulo de compras gubernamentales bajo ciertas condiciones.

Por el otro lado, el Mercosur detalló sus expectativas sobre el equilibrio general del acuerdo, en especial la aplicación plena del criterio de trato especial y diferenciado, lógicamente con lo que llamamos los programas de desgravación más largos o cobertura asimétrica, etcétera.

Evidentemente acá tenemos dos cosas, se estanca OMC y Europa empieza a decir que tiene que seguir los procesos de integración. El paso argentino del Mercosur en Buenos Aires en marzo del 2010 fue un paso importante. La Unión Europea lógicamente vio que hubo una concesión, o mejor dicho un aporte importante por parte de los países del Mercosur pero asimismo el Mercosur reitera sus ambiciones en materia de volúmenes de cuotas agrícolas para productos sensibles.

También reitera sus ambiciones en liberalización plena de los restantes productos agrícolas incluyendo todos los componentes arancelarios y la eliminación de subvenciones a la exportación y neutralización del efecto de las ayudas internas en el comercio bilateral y la liberalización de los aranceles en productos industriales de interés del Mercosur.

Llegamos a Madrid, donde se realizaba la cumbre Unión Europea-Mercosur y el 18 de mayo de 2010 los jefes de Estado y de gobierno de los estados partes del Mercosur y la Unión Europea acuerdan formalmente el relanzamiento de las negociaciones luego de más de cinco años de haber estado interrumpida.

Entre el 29 de junio y el 2 de julio de 2010 se reúne en Buenos Aires -luego de cinco años- el Comité de Negociaciones Birregionales nuevamente, en el marco de su 17° reunión. En este primer encuentro se establece la estructura de la negociación para esta nueva etapa y se identifican los textos que, en cada capítulo del acuerdo, servirán de punto de partida para las conversaciones.

Se forman 11 grupos de trabajo. El primero de ellos se ocupa del acceso a los mercados de bienes; el segundo, a las reglas de origen; el tercero, a las barreras técnicas al comercio; el cuarto, a las medidas sanitarias y fitosanitarias; el quinto, derechos de propiedad intelectual; el sexto, a la solución de controversias; el séptimo, a la defensa comercial; el octavo, a las políticas de competencia, el noveno, a la Aduana; el décimo, a los servicios y las inversiones y, el undécimo, a las compras gubernamentales.

En el mes de octubre -entre los días 12 y 15- nos reunimos en Bruselas en el marco de la 18° reunión del Comité de Negociaciones.

En términos generales, se registraron progresos en la redacción de los distintos textos y en el esclarecimiento de las posiciones respectivas de las partes y, sobre las cuales, puedo decir que todavía son antagónicas.

Sin embargo, subsisten las principales diferencias entre el Mercosur y la Unión Europea respecto de los temas de fondo. Y esto se da principalmente en lo relativo a los bienes, las medidas sanitarias y fitosanitarias y la propiedad intelectual. Aunque pudo observarse una actitud constructiva por parte de los europeos, también fueron presentadas distintas propuestas, principalmente en el grupo de bienes o de propiedad intelectual que, diría, se alejan de un posible encuentro con las posiciones del Mercosur.

Fue acordado que las partes efectuarían un primer intercambio de non papers, es decir, no van a ser papeles oficiales, conteniendo expectativas sobre las ofertas de las contrapartes con respecto a bienes, servicios y compras gubernamentales.

¿Qué fue lo que sucedió? Durante el transcurso de las reuniones plenarias -que se dieron en tres días- notamos que no avanzábamos. Estábamos tratando de diseñar la metodología de trabajo para una eventual presentación de ofertas. Por un lado, Brasil tenía una posición de trabajar en forma lenta. Lógicamente, ese país estaba pasando por un proceso electoral, con lo cual intentaban atrasar un poco las cosas. Nosotros sabíamos que esto iba a pasar.

De parte de la Unión Europea notábamos bastante ansiedad con la idea de avanzar más rápido en un intercambio de ofertas. Concretamente, los jefes de delegación nos fuimos de la sala de reunión, nos juntamos en un restorán y nos planteamos allí de qué manera seguíamos adelante porque todo se había estancado.

Hablamos de un papel que tenía que presentar cada contraparte con las expectativas de lo que espera del otro. En esta semana estamos intercambiando con la Unión Europea un papel donde vamos a transmitir qué es lo que esperamos de los europeos.

Es decir, qué concesiones esperamos de ellos. Y ellos van a presentarnos un papel sobre las concesiones que esperan de nosotros. Creo que en materia de negociaciones esto es importante porque ahí veremos en qué podemos ceder o estar de acuerdo y así empezar a trabajar. De ese modo notaremos dónde hay trabas y tendremos que acercar a las partes y ver quién sacrifica qué.

Esta información la vamos a intercambiar durante esta semana. Luego, los días 6 y 7 de diciembre nos vamos a reunir en Brasilia para discutir estos dos papers, aunque en las semanas previas también se realizarán reuniones entre los grupos de trabajo para tratar cada uno de estos once temas que yo les estaba planteando, analizar los documentos y avanzar sobre ellos.

SRA. PRESIDENTA MICHETTI Disculpe, ¿la reunión de Brasilia será en calidad de comité de negociación?

SR. KRECKLER Sí, de comité de negociación. Ahí ya vamos con la carne al asador.

SRA. PRESIDENTA MICHETTI Será la reunión número 19.

SR. KRECKLER Vamos a ser francos, cada uno va a tener un shock cuando reciba estos papeles. Ellos van a tener un shock y nosotros también. Mañana van a mandar un cable informando lo que se está diciendo. Dirá: "Con carácter urgente infórmase que..." (Risas.)

Eso lo sabemos y lo hemos dicho entre las partes del Mercosur y entre los negociadores europeos. Los primeros dos documentos van a ser muy duros.

En la reunión celebrada en Bruselas se fijó un cronograma de trabajo. Entre el 22 de noviembre y el 2 de diciembre se celebrarán reuniones de los grupos de trabajo, y los días 6 y 7 de diciembre se llevará a cabo la reunión de los coordinadores en jefe. A la Unión Europea le hablamos de principios del año que viene, pero consensuamos con el Mercosur que va a ser en marzo. Vamos a tener que trabajar mucho durante este verano.

Después haremos el intercambio de ofertas sin celebrar ninguna reunión y entre el 14 y el 18 de marzo habrá un comité de negociaciones en Bruselas. Luego, del 2 al 6 de mayo tendremos un comité de negociaciones en Paraguay, que va a tener la presidencia pro tempore. Posteriormente, del 4 al 8 de julio celebraremos en Bruselas supuestamente la última reunión ya que contaríamos con un tratado prácticamente terminado.

Nuestra posición es ambiciosa, como también lo es la europea, pero vamos a tratar de trabajar para tener algo listo a fin de año.

En resumen, destacaría que la Argentina ha tenido un rol destacado en el relanzamiento de las negociaciones por un acuerdo comercial, político y de cooperación entre la Unión Europea y el Mercosur.

Luego de cinco años de parálisis nos tocó a nosotros el relanzamiento en Buenos Aires en un contexto de macroeconomía global y con una notable incertidumbre sobre el futuro de las regulaciones económicas internacionales en general. Creo que haber empezado esta negociación en Buenos Aires en momentos de tensión comercial creciente fue positivo tanto para la Argentina como para el Mercosur.

El acuerdo entre ambos bloques constituye el acuerdo de integración comercial más ambicioso del que se tenga conocimiento a nivel global. Estamos involucrando a dos regiones. Por un lado, a cuatro países, más un quinto que es Venezuela que ingresará oportunamente, y por el otro a veintisiete naciones europeas. Estamos hablando del 25 por ciento del PBI mundial y de alrededor de 700 millones de habitantes.



Este no es un tratado entre un país A y un país B. Primero hay que consensuar posiciones intramercosur e intraeuropa. Esto es muy complicado. Por ejemplo, en el tema agrícola en Europa hay una posición que va de un lado al otro y la franja es enorme. Entonces haber llegado a este punto de sentarnos a hablar creo que merece destacarse porque la existencia de un consenso interregional significa que hay buena voluntad para llegar a la firma de un tratado.

Como he dicho en la última ronda de negociaciones mantenida en octubre de este año, se avanzó en el intercambio de ofertas de acceso al mercado y del establecimiento de este cronograma de trabajo. Sin embargo, el desafío que tenemos por delante es importante ya que el intercambio de ofertas será objeto de arduas negociaciones. Evidentemente un acuerdo mal negociado de parte del Mercosur no servirá a los intereses de nuestros países, tal como lo demuestran algunas proyecciones de los acuerdos de libre comercio que la Unión Europea firmó con países de nuestra región, los que no ayudaron a impulsar las exportaciones.

En estos momentos y con este intercambio de expectativas respecto de bienes, servicios y compras gubernamentales, creo que empieza el partido. Y brevemente voy a comentar el documento -no de manera textual- y las expectativas del Mercosur respecto de Europa.

Nosotros esperamos la aplicación del criterio de trato especial y diferenciado. Eso es indudable para el Mercosur, es decir que la Unión Europea debe abrir más su economía y de manera más rápida que nosotros. Esta idea fue transmitida a la Unión Europea en el momento del relanzamiento de la negociación. Ellos saben lo que vamos a pedir y es una condición sine qua non. ¿Qué implica esto? Por un lado, cronogramas de desgravación más largos para nuestros países de modo de otorgar más tiempo a nuestros productores para adaptarse al nuevo esquema comercial. Y por otro lado, una cobertura asimétrica en los productos. La Unión Europea debe incluir más sectores que el Mercosur en la reducción de aranceles. Ello también es importantísimo para poder excluir de las desgravaciones a nuestros sectores más sensibles en la negociación.

El tercer punto es que la Unión Europea deberá bajar todos sus aranceles, no solamente los ad valorem sino también los específicos y todo otro componente que afecte arancelariamente el acceso al mercado europeo.

Esto es muy relevante ya que a diferencia del Mercosur, la Unión Europea tiene distintos aranceles combinados para casi todos sus productos, no solamente el arancel ad valorem. De todas maneras ese no es nuestro caso.

Europa debe mejorar en cantidades y en condiciones. Y yo creo que esto es lo más importante ya que la oferta de bienes agrícolas del 2004 resultaba insatisfactoria para nuestros intereses. A mi modo de ver esa fue la gota que rebalsó el vaso y llevó a la interrupción de las negociaciones en 2004.

Además, debe incluir los bienes que ofertó en el 2004; la Unión Europea ofertó con preferencia fija la canasta de liberalización comercial.

En cuanto a los productos sujetos a cuotas arancelarias estamos exigiendo una reducción en el número de bienes con cuotas ya que la última oferta de la Unión Europea ofreció cuotas para 243 líneas arancelarias que representa el 17 por ciento del total importado por la Unión Europea desde el Mercosur en el sector agrícola; y en el total general, el 7,7 por ciento.

Estamos solicitando adicionalmente un crédito sustancial en el volumen de las cuotas a otorgar por parte de la Unión Europea en algunos productos de nuestro interés respecto a lo ofertado en 2004.

Es decir, que la oferta del 2004 es el piso, menos del 2004, nada. Bajo estos principios que yo enumeré por parte del Mercosur -que serán muy difíciles de digerir por parte de la Unión Europea y seguramente el paper de eso será muy difícil de digerir, por otra parte, por el Mercosur-, creemos que podremos lograr un acuerdo equilibrado y con beneficios mutuos, que debería llevar un amplio acceso efectivo -algunos acuerdos que se han firmado no lo fueron- al mercado comunitario para nuestros productos agrícolas, industriales y de servicios que no sea menoscabado por barreras no arancelarias al comercio, siempre y cuando se garanticen, lógicamente, los intereses que protegen la economía nacional.

Este acuerdo -de concretarse bajo estos criterios- debería llevarnos hacia una mayor interdependencia con la Unión Europea en la cual el comercio intraindustrial y de servicios tengan un protagonismo creciente y más favorable a un desarrollo económico basado en las ventajas que posee nuestro capital humano y no al tipo de especialización que nos unió con Europa en la primera mitad del siglo XX. Los tiempos han cambiado.

Pero es importante destacar que si queremos cambiar el perfil de nuestra integración comercial con el mundo no basta con firmar acuerdos de libre comercio; debemos lógicamente mejorar sensiblemente la calidad y valor agregado de nuestros productos lo cual requiere un esfuerzo que excede el marco de estas negociaciones.

Las negociaciones se han reanudado en un clima cordial, los desafíos continúan, los interrogantes se despejarán en los próximos meses, y ciertamente un punto crucial es el próximo intercambio de oferta y acceso al mercado. En ese momento vamos a ver si realmente vamos a poder llegar a tener el tratado de libre comercio entre la Unión Europea y el Mercosur y un tratado integral.

Pero hasta que no tengamos un intercambio de ofertas y hasta que los once grupos de trabajo no terminen, los documentos van a ser los que de alguna manera delinearán el listado de ofertas. De lo contrario, hoy estaríamos haciendo ciencia ficción. Esto es lo que hay hasta hoy en lo que respecta a este acuerdo que estamos negociando.

Yo anecdóticamente quiero comentar que trabajaba antes en los temas de promoción y ventas. Nosotros debemos tener un dato importante.

La Unión Europea importa globalmente la suma de 1.487 billones o trillones de dólares, en términos americanos. Nosotros le exportamos 10 mil millones de dólares, es decir, el 0,7 por ciento.

SRA. PRESIDENTA MICHETTI ¿Ahí somos Argentina o Mercosur?

SR. KRECKLER Argentina. No llegamos al 1 por ciento y es importante tenerlo en cuenta.

Si nosotros cruzamos una matriz, que es la oferta exportable argentina, con la demanda europea de las posiciones arancelarias que produce nuestro país veremos que el potencial que tenemos es extraordinario. Porque acá hay que ver los números; si uno no ve los números todo esto parece cháchara. Cuando vemos la magnitud de las posibilidades de los productos y servicios argentinos en Europa podemos decir que es extraordinario. Este es un punto importante para destacar.

En el año 2008 los números indicaron que casi se triplicaron las exportaciones argentinas. Este año nos falta un poco más para llegar a esos números. Pero si vemos el desarrollo del 2002 al 2008 notamos que aumentamos nuestras exportaciones a Europa en un 98 por ciento. Concretamente, Europa está anteúltima en el ranking porcentual de aumento de las exportaciones y, en el último lugar, está el NAFTA, principalmente Estados Unidos.

En nuestros mercados -en los últimos seis ó siete años- ha habido una diversificación que ha sido impresionante. Tenemos en Europa un reservorio. Si llegamos a firmar este tratado, nuestro mercado tradicional puede convertirse -en volúmenes grandes- en un mercado importante para la Argentina.

Estos antecedentes nos muestran cómo estamos al día de hoy. Dejo abierta la posibilidad de que me efectúen las preguntas que deseen. Me acompaña todo un equipo técnico que se compone de 30 personas: especialistas en Industria, Agricultura y Aduana, entre otros. Hablamos de gente especializada en cada uno de estos temas. Estamos muy bien preparados para enfrentar este reto que se basa en firmar este tratado con la Unión Europea.

SRA. PRESIDENTA MICHETTI Le agradezco al señor embajador Kreckler la exposición realizada que ha sido muy clara.

Voy a comenzar con las preguntas, si se quiere desde un punto de vista más político. Alguna de ellas estarán relacionadas con la metodología y otras tendrán un contenido más político.

Desde la Cancillería -teniendo en cuenta la visión argentina-, quisiera saber cuál es el análisis político que ustedes han hecho. Es decir, cuál sería la movilización, el verdadero interés o lo que está llevando a la Unión Europea a concluir en serio una negociación para el 2011 con el Mercosur. Quisiera saber qué moviliza a los europeos. En todo caso, en el marco de esas diferencias enormes que hay entre los países europeos, desearía que me informe acerca de cuáles son las naciones más propensas a la negociación y si hay algunas que están más a la retranca sobre este tema.

SR. KRECKLER El Comisario Europeo de Comercio, Karel de Gutch, presentó hace algunos días un documento de política comercial para la estrategia Asia 2020. Allí se pone de relieve a la negociación con el Mercosur como un hecho importante respecto del cual espera obtener avances significativos.

Entonces vamos a partir de esto. ¿Y por qué lo expresa? Porque nunca lo dijeron. Evidentemente hoy Europa necesita del Mercosur ya que representa un enorme mercado. Además, con el estancamiento de las negociaciones de la OMC, tiene que salir a buscar mercados. No se trata de un interés político sino de un interés comercial y de acceso al mercado del Mercosur. Y Asia es el otro mercado al que ellos están procurando ingresar.

Acerca del informe para los próximos diez años de trabajo de la comisión europea, se destacan dos mercados: Mercosur y Asia. Entonces hay una decisión de parte de los europeos de ganar este mercado, aunque para hacerlo lógicamente tendrán que ceder.

La buena voluntad de ellos, que en este momento nos están mirando, nos está llevando a negociar mejor. Además vemos una mejor actitud y receptividad de parte de los negociadores cuando conversamos temas sensibles. Por eso creemos que será posible arribar a un acuerdo en julio del año que viene.

SRA. PRESIDENTA MICHETTI ¿Y qué países europeos ven más activos en función de la negociación?

SR. KRECKLER Hay países como Francia que son activos en contra nuestra. También están España y Alemania. Hay toda una franja de países favorables a nosotros debido a nuestra oferta exportable.

¿Ustedes conocen alguna empresa alemana que fabrique alimentos? No existen. Los alemanes no tienen ese problema aunque sí los franceses. Hay un problema de intereses del mapa productivo de cada país y de los poderes de lobby de los distintos sectores. Por eso hay que llegar a un consenso para tener una posición común.

La posición que presente la Unión Europea con el listado de ofertas ya va a estar consensuada. Y en ese momento veremos quién ganó a quién.

SRA. PRESIDENTA MICHETTI La otra pregunta es, según Argentina, cuál es la actitud de Brasil en esta negociación. ¿Se ve a Brasil realmente involucrado y activo en la negociación con la Unión Europea o no está poniendo fuerzas?

SR. KRECKLER Nosotros mantenemos reuniones periódicas intrarregionales, entre Brasil y Argentina y también del Mercosur. Brasil, al igual que nosotros, está interesado en llegar a un acuerdo.

SRA. PRESIDENTA MICHETTI ¿Más allá de tener su acuerdo preferencial?

SR. KRECKLER Más allá del acuerdo preferencial, ellos están más interesados que nosotros.

No diría que en estos últimos meses hubo una parálisis, aunque sí una desaceleración de la intención brasilera de llegar a un acuerdo de forma más rápida. Pero esto es lógico porque estaba en un proceso electoral; estaban viendo quién ganaba. Y si lo hacía Serra, la historia iba a ser otra. Yo creo que ahora podemos estar tranquilos y seguir trabajando como lo venimos haciendo.

Tanto Brasil como Argentina, Paraguay y Uruguay están trabajando codo a codo. Hoy ellos tienen la voz cantante y estarán muy activos hasta fin de año, pero el próximo año la tendrá Paraguay.

SRA. PRESIDENTA MICHETTI Tiene la palabra la señora diputada Perié.

SRA. PERIÉ Señora presidenta: agradezco la presencia de nuestros invitados en la comisión, ya que para nosotras es más que importante escuchar cómo marchan las negociaciones.

Disculpen mi ignorancia, pero voy a formular una pregunta acerca de si la ramificación del Código Aduanero tiene algo que ver con alguna negociación que se esté llevando adelante. Quisiera saber cómo se maneja el tema en estas combinaciones de negociaciones y si tiene algo que ver.

SR. KRECKLER Yo se lo podría responder. Pero como no fui el negociador del Código Aduanero ni era secretario en esa época, mientras que parte de mi equipo sí estaba a cargo, le responderá el señor Grinspun, quien estuvo trabajando en esa cuestión.

El tema no tiene nada que ver con lo que estamos considerando, pero es importante porque sé que a esta comisión le interesa.

SR. GRINSPUN En realidad para contestar esta pregunta tengo que decir que tiene que ver y que a la vez no tiene que ver. Con la negociación propiamente dicha con la Unión Europea no tiene que ver, pero evidentemente para todos los instrumentos del Mercosur, el avance hacia la profundización de la unión aduanera nos deja en mejor pie para negociar con Europa.

Europa reclama un tratamiento de libre práctica en varios aspectos de la negociación. Europa lo tiene pero no así el Mercosur porque hoy día no es una unión aduanera completa. De todos modos, obviamente una vez ratificado, reglamentado y puesto en vigencia el Código Aduanero, va a servir para armonizar muchas políticas dentro del Mercosur. Esto está concatenado en el largo plazo, pero en la negociación específica actualmente no tiene demasiadas implicancias.

SRA. PRESIDENTA MICHETTI Tiene la palabra la señora diputada Chiquichano.

SRA. CHIQUICHANO Señora presidenta: agradezco la presencia de nuestros invitados ya que uno siempre va aprendiendo más cosas y ampliando los conocimientos. Muchas veces ocurre que no en el momento de escuchar a los entendidos en el tema sino que después surgen muchas inquietudes.

Aprovechando la presencia de los distintos especialistas, quisiera saber qué ocurre con la producción de alimentos en Europa donde las cuestiones ambientales están avanzando mucho en el aspecto legislativo. Me interesa saber cuáles son las exigencias puntuales europeas, que seguro las tiene.

De todos modos quiero decir que nosotros también somos formadores de legislación y tenemos objetivos en la producción fundamentados en el concepto de desarrollo previsto en el artículo 41, sabiendo que hay tanta producción argentina que no enmarca la sustentabilidad.

Por otro lado, acerca de la propiedad intelectual, el embajador en dos o tres oportunidades se refirió a los años 2004 y 2006, y quisiera saber en qué consistía el mayor desacuerdo.

SR. KRECKLER Europa en las dos últimas reuniones ha pedido un capítulo sobre desarrollo sustentable, cosa que el Mercosur no quiere discutir. Y acerca de la propiedad intelectual pasa más o menos lo mismo. Es un tema de alta sensibilidad sobre el cual nosotros tenemos una posición dura y diría que Brasil tiene una posición durísima. Entonces preferimos no hablar de eso. O sea que me está preguntando acerca de dos cosas que no queremos...

SRA. PERIE ¿Por qué dice que no quieren hablar de desarrollo sustentable?

SR. SALVADOR Voy a decirle lo que puede aclarar un poco su duda.

Una cosa es la negociación en sí donde se acepta cualquier nuevo capítulo o articulado. Por ejemplo, en el caso del desarrollo sustentable nos parece un tema central, pero no lo es si lo atamos al comercio y de alguna manera puede aparecer como condicionante del comercio, que es justamente lo que a usted le preocupa.

Con Europa -a nivel bilateral- tenemos una activa agenda que se manifiesta porque recientemente tuvimos reunidos en la Comisión Mixta Argentina Unión Europea donde los temas son tratados de manera cooperativa, obviamente defendiendo nuestro interés y no aceptando condicionamientos que puedan llegar a ser barreras no arancelarias para el comercio.

Por dar un ejemplo, tenemos un sector muy importante de la exportación del biodiesel que está sometido a algunas directivas, una de ellas es la de energías alternativas de la Unión Europea. En ese marco vemos que hay una creciente regulación, pero la posición argentina es una posición de cooperación, de diálogo, tratando de que se reconozca la calidad medio ambiental relativa que tiene nuestra producción sobre todo con el tema de la siembra directa que reduce el impacto del medio ambiente.

No quiero extenderme mucho en esto, pero quiero que quede claro que tenemos un proceso de diálogo a través del cual colaboramos, incluso a nivel técnico científico, para tratar de introducir las modificaciones necesarias en la legislación europea que vayan en beneficio de nuestra producción.

Entonces, el trabajo es doble. Allí habría que incluir a la OMC. El trabajo es evitar que estas sanas preocupaciones se transformen en obstáculos técnicos del comercio. Hay que tener en cuenta que nosotros -por ser países en desarrollo- seguimos muy concentrados en los aranceles y en la protección de tipo tradicional de nuestra industria, por ejemplo. Pero los países desarrollados ya están en las batallas de las normas.

Por lo tanto, no van a aparecer de aquí a los próximos años sorpresas de nombres de las mejores causas que nos van a introducir todo tipo de obstáculos.

Por un lado, hay que hacer un trabajo importante de negociación, sea interregional o bilateral, como el de la OMC; y por el otro lado, mantener el diálogo para poder defender los intereses puntuales de cada productor y de la Argentina, por supuesto.

SRA. PRESIDENTA MICHETTI Los países desarrollados y subdesarrollados tenemos una asimetría en la calidad de las normas medio ambientales, tanto en el papel como en la práctica. Y eso nos hace también distintos, pero ello es parte de la diferenciación.

He observado que éste es uno de los temas clave de los "empantanamientos" en las negociaciones de la Unión Europea Mercosur. Siempre va a ser un tema complicado entre un país desarrollado y un país subdesarrollado, porque obviamente, ellos están atados a sus propias reglas entre países desarrollados y se les complica todo.

Entonces, ¿qué capacidad tenemos de aceptar el tema como una negociación en la que existan plazos graduales de entrada en las normas que ellos pretenden? Es decir, introducir la cuestión y hacerle lugar a la negociación pero dándole tiempo necesario para que la adaptación de nuestras normas y de nuestras prácticas concretas sea posible.

SR. KRECKLER Nosotros hasta que no intercambiemos ofertas creo que mucho no podemos inferir. Lo que sí sabemos es que vamos a exigir un trato especial diferenciado. Ya desde el 2004 tenemos un pedido de apertura más lento que el que va a tener la Unión Europea, etcétera.

A mí no me gustaría meterme en las cuestiones técnicas de fondo.

SRA. PRESIDENTA MICHETTI En realidad, estoy haciendo un análisis más de politóloga que...

SR. KRECKLER Indudablemente nuestra prioridad es defender el mapa productivo.

Esa es la base de la negociación. Si llegamos a ver que afectamos a alguien, pondremos un freno a la negociación. Lógicamente, allí hay que consultar al sector...

SRA. MICHETTI ¿Cómo se está trabajando metodológicamente? ¿Con qué estilo de metodología se trabaja con los sectores? ¿Dónde se los escucha? ¿Quién es el interlocutor? ¿Cómo se los introduce en las negociaciones?

SR. KRECKLER El tema de consulta con los sectores es primordial. Nosotros no podemos ir a negociar sin consultar a los sectores que son los interesados. El tema agrícola lo maneja el Ministerio de Agricultura. Cuando tengamos la lista de ofertas, Agricultura va a consultar con el sector; el ministro de Industria va a consultar con los sectores de la industria nacional para ver qué se acepta y cómo se acepta. La diplomacia empresarial juega mucho acá.

SRA. PRESIDENTA MICHETTI Uno de los problemas más importantes que tenemos en la Argentina es la definición de los interlocutores. Porque recuerdo estar del otro lado del mostrador como técnica en este tema y conozco las dificultades para identificar al interlocutor del sector. Sabemos que tenemos una dispersión enorme y una fragmentación muy grande, como tenemos en todas las cosas los argentinos. Hace mucho tiempo que no estoy en negociaciones, pero quería saber si se ha avanzado en algo, si hay alguna sistematización y si se ha definido cómo trabajar la interlocución con los sectores.

SR. KRECKLER Acá tenemos como base el 2004. El 2004 no fue tampoco una medida caprichosa del gobierno de decir "basta, hasta acá llegamos". Esto fue porque los sectores dijeron: "Esto no lo queremos ni locos". El que define todo es el empresario.

Lógicamente, hay que crear un contenido político y ver dónde más se gana. Acá no ganan todos; hay gente que pierde y gente que gana. En negociación, y más en estas cuestiones, es así. Es fundamental lo manifestado por la diputada cuando hablaba de los plazos, las maneras y las formas de ir liberalizando.

SRA. PRESIDENTA MICHETTI Una de las cosas que tenemos que tener en cuenta es que la política de inserción de la Argentina, desde el punto de vista productivo, es que a veces puede haber sectores que uno defina que tienen que perder. Porque es mucho más grande lo que se gana si esos sectores pierden.

Por eso creo que, respecto del Mercosur -es una opinión muy personal- estamos estancados desde hace mucho rato, porque hay tres o cuatro sectores con los cuales estamos mirando el proceso. A través de esa mirilla miramos el proceso y por esa mirilla -la de tres o cuatro sectores- estamos trabajando el proceso...

SR. KRECKLER Es mucho más activo.

SRA. PRESIDENTA MICHETTI Entonces, esos tres o cuatro sectores están a la defensiva, con lo cual creo que tenemos un gran problema.

Esa definición, que parte de la estrategia del Poder Ejecutivo de turno, puede contemplar que haya sectores que pierdan con los subsiguientes acomodamientos o reconversión en los plazos necesarios para ese sector.

Estando en el Parlamento y habiendo participado en temas que son de este estilo, me parece que la voz de este poder del Estado -cuando estaba del otro lado del mostrador no lo pensaba- debiera ser importante para poder integrar. Me da la impresión de que en la Argentina no tenemos integrada la cuestión de las relaciones exteriores del país con la voz del Parlamento. Simplemente, ustedes vienen hoy aquí a explicarnos esta cuestión porque tienen la voluntad de hacerlo y no tienen obligaciones de concurrir y esta comisión quiso que nos acompañen.

La discusión de la priorización del modelo productivo en la negociación con la Unión Europea y el Mercosur debería darse en ámbitos de discusión que fueran compartidos, tanto con la Cancillería, el Ministerio de Economía y la Secretaría de Industria y Comercio Exterior.



Es una propuesta o por lo menos una discusión que me parece que tenemos que darnos.

SR. KRECKLER Señora presidenta: me ofrezco a hacerlo regularmente ya que me parece muy importante. Cada tres meses podrían reunirse aquí mi equipo de trabajo y los encargados de considerar otros temas para tratar las diferentes cuestiones que hacen a esta comisión. Esa es mi propuesta.

La Cancillería tiene el rol de la negociación. Es decir que a nosotros nos llega todo un esquema que tenemos que cumplir. Lógicamente el sector de industria consulta a las empresas y el de agricultura tiene su constituency. Nosotros tenemos que negociar, somos los negociadores. Esa es nuestra función.

Me gustaría que hubiesen estado presentes los miembros de otros ministerios involucrados en el tema ya que no soy yo quien habla con los sectores y con las cámaras sino que la responsabilidad es de ellos.

Entiendo que en esta comisión deberíamos establecer un mecanismo sobre todo a raíz de lo que sucedió hace dos semanas en el Parlamento del Mercosur, el que tendrá un importante poder de decisión. Seguramente habrá legisladores argentinos que van a poder hacer el mismo trabajo que hago yo desde el grupo del mercado común o del mismo consejo.

Lo ocurrido en el Parlamento del Mercosur, no así en otros ámbitos, les dará la competencia de legislar. Sin embargo, esa legislación tiene que ser tomada en cuenta por el consejo del mercado común.

Es más, me parece que nuestra presencia periódica será necesaria porque de alguna manera nosotros vamos a orientarlos y decirles por dónde vamos. Digo esto porque va a ser difícil que nosotros vayamos por un lado y el Parlamento por otro. Consecuentemente, tendremos que compatibilizar posiciones entre los legisladores y los funcionarios del Ejecutivo. Por todo ello, doy la bienvenida a la propuesta de la presidenta.

SRA. PRESIDENTA MICHETTI Les agradezco muchísimo sus aportes. Creo que a medida que uno va entendiendo las complejidades relativas a la inserción del país en el mundo, se van complicando más, valga la redundancia.

Actualmente el mundo tiene una altísima dificultad justamente a partir de los temas comerciales del estancamiento de Doha. Y creo que hay una fuerte tendencia a que las negociaciones se den entre bloques y a que esa sea un poco la nueva geopolítica y el nuevo orden del sistema internacional.

Me da la impresión de que podemos empezar a establecer mecanismos cada vez más aceitados, sistemáticos y organizados en términos de aportar ideas para mejorar un poco nuestras negociaciones. Entonces tómenlo como una propuesta constructiva ya que creo que estos son los temas más claros como políticas de Estado. Y en ese sentido oposición y gobierno tenemos que trabajar juntos para que Argentina logre insertarse bien.

No sé si nuestros invitados quieren hacer algún otro comentario.

SR. KRECKLER Sí, un comentario más. Los diputados cuentan con asesores, quienes pueden intercambiar información con nosotros de manera periódica. Ello sería muy bueno y nos ayudaría bastante porque en última instancia quien tendrá que ratificar el tratado es el Congreso de la Nación.

Ojalá en el mes de julio logremos que el tratado sea enviado al Congreso y que ustedes lo consideren. Por eso es preferible que adelantemos ese trabajo.

SRA. PRESIDENTA MICHETTI Estamos totalmente de acuerdo y estableceremos algún mecanismo de acción.

No habiendo más asuntos que tratar, damos por finalizada la reunión.

- Es la hora 12 y 4.