Expresar su más enérgico repudio, ante la represión desplegada el día 30 de marzo de 2017 por la policía local de Lanús en el comedor comunitario "Los Cartoneritos" del barrio de Villa Caraza, donde varios chicos resultaron heridos ante la utilización de gas pimienta, golpes y disparos de balas de goma.

Señor presidente:

El 30 de marzo, entrada la tarde, la policía local de Lanus ingresó en el comedor "Los Cartoneritos" del barrio de Villa Caraza, realizando un despliegue, cuanto menos desproporcionado, con balas de goma, gas pimienta y golpes.

En el comedor, organizado por las mujeres del barrio y el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), se alimentan aproximadamente 100 chicos y chicas por día, muchos de los cuales se encontraban presentes al momento en que la fuerza local ingresó al lugar, disparando balas de goma, utilizando gas pimienta y golpeando a alguno de los presentes.

Según el testimonio de quienes se encuentran al frente del comedor, además del ingreso violento, la policía local realizó además tres detenciones por resistencia a la autoridad y se llevaron del lugar a dos jóvenes que permanecieron durante cuatro horas a bordo de un patrullero, sin que su familia y amigos supieran donde se encontraban y sin ser ingresados a dependencia policial alguna.

De todo lo acontecido hay imágenes y videos que acreditan la violencia policial desplegada por la fuerza local en el lugar y contra los chicos, jóvenes y personas mayores que se encontraban en el comedor.

La versión oficial de los hechos, llegó de la mano del Secretario de Seguridad de Lanús, Diego Kravetz, quien sostuvo que no se trato de una represión, sino de un operativo policial desplegado a pocos metros del comedor, donde en ocasión de realizar un control vehicular, los agentes advirtieron que se encontraban ante un ciudadano con pedido de captura y comenzaron a perseguirlo. Según esta versión, los agentes policiales ingresaron al comedor persiguiendo al presunto prófugo que se habría refugiado allí.

Sin embargo la versión de todos los vecinos y de quienes se encontraban desarrollando tareas en el comedor, sostienen que no fue eso lo que sucedió. Afirman que los agentes estaban haciendo un operativo de control vehicular en la zona, y reaccionaron violentamente cuando trabajadores del comedor le pidieron que movieran el operativo por la presencia de chicos jugando en ese lugar. Así, la respuesta policial fue irrumpir en el comedor, causar destrozos y reprimir a niños y adolescentes con gas pimienta y balas de goma.

Más allá de las versiones existentes lo cierto es que, cuanto menos, nos encontramos una vez más ante un caso de violencia policial que se suma a una lista que se viene incrementando en los últimos tiempos y que debe preocuparnos y motivarnos a la acción. El repudio de esta Cámara, es cuanto menos, el primer paso que debemos dar, además de implementar aquellas medidas que creamos convenientes para hacer frente al recrudecimiento de la violencia contra los/as ciudadanos/as por parte de las Fuerzas Policiales y de Seguridad.

Las Fuerzas de Seguridad, aun en aquellos casos en que realicen una persecución a un presunto delincuente, como resulta ser la versión oficial en este caso, no pueden de ninguna manera ingresar en un comedor y/o domicilio a los tiros, con gases y golpeando a todo aquel que se cruce en dicha persecución.

El accionar policial debe, en primer lugar, respetar los derechos humanos de todos y todas los habitantes, pero también debe respetar los principios basicos de actuación, como el de proporcionalidad, racionalidad, legalidad y trato digno, entre otros. Nada de esto estuvo presente en el ingreso de la policía en el comedor de Lanús.

Como se mencionó anteriormente, este caso se suma a números hechos de represión, detenciones arbitrarias y hostigamiento policial que viene recrudeciéndose en los últimos tiempos. Solo para mencionar algunos hechos de los últimos 30 dias: la detención de participantes del "Día Internacional de la Mujer Trabajadora", la muerte de una mujer en el barrio de la boca como consecuencia de una bala disparada por la policía bonaerense en una persecución policial, represión a los vendedores ambulantes del barrio de flores, la detención de un menor de 13 años en el barrio de Almagro y la posterior detención de una joven que filmó e intento impedir la detención, y podríamos seguir con la lista.

Este nuevo hecho de violencia institucional, merece el repudio de esta Cámara y por estos motivos solicito a mis pares la aprobación de este proyecto.