SEGURIDAD INTERIOR
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PROYECTO DE LEY
Expediente: 1489-D-2016
Sumario: LEY ORGANICA DE LA POLICIA FEDERAL (DECRETO - LEY 333/58, RATIFICADO POR LEY 14467): MODIFICACION DEL INCISO 1) DEL ARTICULO 5, SOBRE DETENCION POR AVERIGUACION DE ANTECEDENTES.
Fecha: 08/04/2016
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 27
PROHIBICION DE DETENCION POR
AVERIGUACION DE ANTECEDENTES
Artículo 1 - Modifíquese el inciso 1 del artículo
5 del Decreto-ley 333/58, el que quedará redactado de la siguiente forma:
Inciso1.- Fuera de los casos establecidos en el
Código de Procedimientos en Materia Penal, no podrá detener a las personas sin orden
de juez competente. Queda prohibida la restricción a la libertad ambulatoria para
averiguación de antecedentes y para averiguación de la identidad.
Artículo 2º - Comuníquese al Poder
Ejecutivo.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Este proyecto tiene como antecedente el
Expediente 0465-D-2014, que ha perdido estado parlamentario.
A partir de una investigación iniciada por el Dr.
Juan Francisco Tapia - Juez de garantías de Mar del Plata-, sobre el instituto conocido
como "detención policial en averiguación de identidad", se ha efectuando un análisis
histórico del surgimiento de esta facultad, comparándola con otras legislaciones,
revisando más de 200 casos de dicha ciudad y explicando los motivos de la
inconstitucionalidad de la misma (Caso Bulacio de la CIDH incluido), a lo que apunta el
presente proyecto de ley. La mencionada facultad se encuentra en el artículo 15 inciso "c"
de la ley provincial 13.482, que habilita al personal policial a "limitar la libertad de las
personas: (...) Cuando sea necesario conocer su identidad, en circunstancias que
razonablemente lo justifiquen, y se niega a identificarse o no tiene la documentación que
la acredita. Tales privaciones de libertad deberán ser notificadas inmediatamente a la
autoridad judicial competente y no podrán durar más del tiempo estrictamente necesario,
el que no podrá exceder el término de doce (12) horas. Finalizado este plazo, en todo
caso la persona detenida deberá ser puesta en libertad y, cuando corresponda, a
disposición de la autoridad judicial competente".
Por su parte el decreto ley 333/58 en su
artículo 5, inciso 1 plantea algo similar, al establecer: Artículo 5º: "Son facultades de la
Policía Federal para el cumplimiento de sus funciones: 1.- Fuera de los casos
establecidos en el Código de Procedimientos en Materia Penal, no podrá detener a las
personas sin orden de juez competente. Sin embargo, si existiesen circunstancias
debidamente fundadas que hagan presumir que alguien hubiese cometido o pudiere
cometer algún hecho delictivo o contravencional y no acreditase fehacientemente su
identidad, podrá ser conducido a la dependencia policial que correspondiese, con noticia
al juez con competencia en lo correccional en turno y demorada por el tiempo mínimo
necesario para establecer su identidad, el que en ningún caso podrá exceder de diez
horas. Se le permitirá comunicarse en forma inmediata con un familiar o persona de su
confianza a fin de informarle su situación. Las personas demoradas para su identificación
no podrán ser alojadas junto ni en los lugares destinados a los detenidos por delitos o
contravenciones."
En opinión de Calvo García, esto significa que
la policía va a disponer de márgenes de actuación en la prevención y represión de ciertas
conductas que escapan al control de los jueces penales, los que permiten una mayor
flexibilidad en las actuaciones represivas de la policía, "habilitando" que esas decisiones
eludan la rigidez garantista de los principios penales y la responsabilidad institucional de
algunos jueces empeñados en su defensa, con lo cual se supone mejorará la eficacia
policial.
El Dr. Tapia busca poner de manifiesto en su
trabajo que este instituto que en palabras de Saín "amplía el ámbito de discrecionalidad
policial, configura una táctica de configuración de criminalización secundaria que se
emplea con fines de disciplinamiento social como una herramienta de castigo alternativo a
las penas formales y como mecanismo de control político de militantes sociales y de
movimientos de protesta" (1) .
Por lo que concluye que "la ausencia de
controles sobre cualquier agencia que ejerza poder, deriva en el ejercicio discrecional del
mismo y consecuentemente, en la generación de excesos y abusos.
Es entonces el instante en el que el sistema
penal paralelo se transforma en un auténtico sistema penal subterráneo, que
institucionaliza privaciones ilegítimas de Libertad, verdaderos secuestros al amparo
estatal, que abren la llave a otras gravísimas violaciones a derechos fundamentales".
(2)
Esta facultad tiene su origen en la primera
sanción de la ley orgánica de la Policía Federal Argentina, decreto-ley 333/58 (art. 5 inc.
1), anteriormente mencionado. Al respecto, el debate parlamentario alrededor de la misma
comenzó a partir de la violencia policial del año 1991, conocida como el "caso Bulacio",
que culminó en el fallecimiento de dicho joven en la comisaría 35ta de la Policía Federal
Argentina, y en particular, se puso en crisis las facultades derivadas del decreto-ley
333/58. Este proceso legislativo desembocó en la ley nacional Nº23.950, que instituyó un
proceso de reestructuración de la policía caracterizado por criterios de diferenciación
funcional, desagregación organizacional y descentralización del mando operacional; y por
su parte la ley provincial (de Buenos Aires) Nº 12.155 estableció un conjunto de principios
básicos de actuación policial tendientes a fijar las bases normativas del control del
desempeño policial y, en particular, del uso de la fuerza por parte de los uniformados. En
este contexto se sustituyó la detención sin orden judicial por averiguación de
antecedentes (coloquialmente denominada "Doble A") por la detención con fines
identificatorios.
Esta realidad es similar en caso todo el país,
salvo las provincias de Tierra del Fuego, Entre Ríos y La Rioja, que no habilitan la
privación de libertad a los fines de proceder a la identificación de personas (incluso, esta
última, es la propia Constitución Provincial la que impide la detención por averiguación de
antecedentes). En el resto del país las consecuencias que genera dicha facultad
discrecional para las policías son preocupantes; algunos casos ilustrativos:
Chaco: La ley orgánica policial n° .4987
establece que la policía de seguridad, podrán averiguar los antecedentes y medios de
vida de una persona e incluso vigilar a las personas habitualmente dedicadas a
actividades que deban prevenir.
La utilización de este dispositivo en el Chaco
como mecanismo disciplinador de protestas sociales. El 21 de diciembre de 2006, cuatro
militantes del Movimiento Barrios de Pie fueron detenidos mientras realizaban una
manifestación en defensa de la independencia del poder judicial.
Uno de los jóvenes detenidos en base a este
instituto, expresó: "la mayoría de los policías de Tránsito, e inclusive los de Infantería, nos
dijeron que no nos querían ver más en las manifestaciones, porque la próxima vez va a
ser peor para nosotros, nos van a moler a golpes y, a través de nosotros, amenazaban a
todos nuestros compañeros del movimiento Barrios de Pie" (3) .
Neuquén: Ley Orgánica de la Policía Nº 632
(de 1970) establece que la policía provincial podrá "detener a toda persona de la cual sea
necesario conocer sus antecedentes y medios de vida en circunstancias que lo justifiquen
o cuando se nieguen a identificarse", en un plazo de hasta 24 hs.
Son múltiples las denuncias, exponiendo
privaciones de libertad fundadas en este articulado. El 26 de febrero de 2010 la
Comunidad Mapuche Pasil Antriao Villa La Angostura emitió el siguiente comunicado:
"detienen mapuche de Paichil Antriao Justificación pecado: el día 25 de febrero a las
23:47 fue liberado uno de los detenidos debido a la presión que desde diferentes lugares
se está haciendo tanto en la puerta de la comisaría como llamando a dicha dependencia
policial. Aun queda otro mapuche que sigue detenido. La única explicación que dio la
policía es que el procedimiento fue por "averiguación de antecedentes". Desde el Lof en
conflicto Paichil Antriao denunciamos que están persiguiendo e identificando a todos los
mapuches. Ya mucha gente se solidariza con nuestra lucha y resistencia legitima por
nuestros territorios ancestrales. Sin justificación, en horas de esta tarde la policía de Villa
La Angostura detuvo en el centro de la ciudad a dos integrantes del Lof Mapuche en
conflicto Paichil Antriao. El procedimiento fue alertado por otro mapuche que vio a los
mapuches adentro de un patrullero cuando los trasladaban esposados. Hasta las 23 hs
seguían detenidos, diferentes expresiones del Pueblo Mapuche, Organizaciones sociales,
de Derechos Humanos y gremiales comenzaron una llamar a la comisaría para pedir la
inmediata libertad de los presos. Desde la comisaría se negaron a brindar información
sobre la situación en la que se encontraban los dos integrantes de la comunidad, tampoco
las razones que motivaron tal agresión de la policía." (4) .
En el caso marplatense: "G., L.O. s/ Habeas
Corpus", - que sirvió de base para la investigación del Dr. Tapia - se recolectó información
sorprendente sobre la operatividad real de un instituto habitualmente subestimado por los
operadores judiciales, dado el escaso control sobre su práctica y las rutinas diarias de su
ejecución.
La acción fue articulada por un ciudadano que
durante las 13 y las 21 horas del 21 de abril de 2008 permaneció privado de su libertad
sin orden judicial de autoridad competente, fundamentando el personal policial dicha
detención en razones exclusivamente justificadas en la necesidad de conocer su
identidad, pese a que el accionante portaba consigo su Documento Nacional de
Identidad.
En consecuencia, se lo mantuvo detenido
hasta tanto se verificara que no tuviera ningún pedido de captura dictado contra su
persona, transformándose la actividad de Determinación de Identidad en el derogado
instituto de la Averiguación de Antecedentes.
En las actuaciones de referencia se requirió
información a cada una de las dependencias policiales subordinadas a la Jefatura de Mar
del Plata, procurando esclarecer los protocolos de actuación en la materia y determinar la
cantidad de personas detenidas para conocer su identidad en el período transcurrido
entre el primero de abril al once de junio de 2008.
Respecto de la primera cuestión, se constató
la inexistencia de un protocolo de actuación que predetermine en forma clara y objetiva en
qué casos era factible privar de su libertad a una persona para conocer su identidad, y
qué procedimiento debía seguirse en ese contexto.
Respecto de la segunda información
requerida, se determinó que en el período de setenta días monitoreado, se demoraron en
"Averiguación de Identidad" a un total de 2.256 personas. Frente a esa información, se
requirió al Registro Único de Personas Detenidas (R.U.D.) de la Procuración General del
Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires que especifique la cantidad de detenidos
por la presunta comisión de un delito durante el mismo lapso en idéntico ámbito espacial.
El director de dicho organismo informó que en ese período se detuvieron por su presunta
participación en la comisión de un delito en el Departamento Judicial Mar del Plata a un
total de 389 personas.
En dicha investigación el Dr Tapia por un lado,
examinó un proceso judicial en el marco del mencionado Habeas Corpus; y por otro lado,
revisó los datos emergentes de las comunicaciones (llamados "partes policiales"),
tomando en consideración la información remitida a un Juzgado de Garantías durante el
año 2008, a fin de elaborar un mapa de las características que asumen las prácticas
analizadas. Una de las conclusiones más sorprendentes en los datos arrojados fue que el
45% de las personas fueron privadas de su libertad aún cuando portaban un documento
que acreditaba su identidad, demuestra que los objetivos reales con los que se emplea
este instituto distan de las finalidades declaradas en la regulación legal respectiva.
En cualquier caso, privar de su libertad con
sustento en el art. 15 inc. "c" de la ley 13.482 a quién posee un Documento de Identidad -
o bien sea, en el ambito federal, en el artículo 5 inc. 1 del decreto ley 333/58-, podría
hacer incurrir al funcionario policial en el delito de Privación ilegítima de la libertad,
sancionado en el art. 141 del Código Penal.
Además, en los doscientos casos analizados,
los partes policiales comunicando al poder judicial la detención por Averiguación de
Identidad fueron enviados a los juzgados de garantías después de otorgarse la libertad de
los aprehendidos. Y de los doscientos partes policiales analizados, 198 concluyen de
idéntica manera la situación de 346 detenidos: se les otorgó la libertad en razón de no
existir impedimento legal alguno; sólo dos personas tenían registradas en el sistema
informático situaciones irregulares, sin embargo se trataban de dos pedidos de
averiguación de paradero, que no habilitaban a una privación de libertad, dado que no se
había ordenado la captura de los mismos (5) .
En consecuencia, es factible derrumbar un
mito arraigado en el discurso justificante del instituto analizado: la relación entre
detenciones fundadas en el "establecimiento de la identidad" y la cantidad de estas
personas que tenían "impedimentos legales" (capturas pendientes, averiguaciones de
paradero, restricciones ambulatorias, etc.) es prácticamente nula.
En un Estado de Derecho, la libertad debe ser
la regla y su restricción, la excepción. La libertad ambulatoria constituye una garantía
primaria, resguardada por la garantía secundaria de que goza el imputado "estado de
inocencia" (arts. 14, 18 CN). En consecuencia, se hace palmaria la evidente contradicción,
que ya fuera advertida por O. Blando: por un lado, estrictas medidas y resguardos
impuestos por las Constituciones Nacionales y Provinciales, así como por la doctrina y
jurisprudencia procesal para la restricción de libertad de los imputados de delitos; y por
otro lado, la vigencia de normas que permiten detener a personas que no han cometido
delito sin aquellos recaudos (6)
La mencionada facultad policial contenida en
la ley 13482 y el decreto ley 333/58, conculca el derecho constitucional a la libertad
ambulatoria al admitir la posibilidad de privar de su libertad a las personas hasta tanto el
ineficaz aparato burocrático del Estado determine su identidad, sin que exista delito, falta
o contravención que justifique la injerencia.
En todo caso constituye una carga del Estado
implementar las tecnologías adecuadas, que en los tiempos de la globalización e
intercomunicación informática están a su alcance, que en forma veloz y efectiva permitan
establecer la identidad de un sujeto, a través de una constatación inmediata en la vía
pública y que implique una demora mínima a los particulares que no lleven consigo un
documento identificatorio.
Ya en el año 1990, durante la discusión
parlamentaria que motivó la ley nacional 23950, los diputados Cortese y Di Caprio
sostuvieron: "métodos modernos de identificación demuestran que, en el estado actual de
la técnica policial y con los elementos con que ya cuenta -y sin perjuicio de las positivas
mejoras que puedan introducirse en el futuro- el término de cuatro horas establecido en el
proyecto satisface las necesidades policiales a los fines de la prevención del delito y al
mismo tiempo preserva los derechos individuales de no estar detenido sin causa" (7) .
Si bien la regulación legal ha modificado la
denominación de la detención anteriormente llamada para la "averiguación de
antecedentes" a la actual "averiguación de la identidad", el caso "G., L. O. s/ Habeas
Corpus" pone de manifiesto que, aún cuando el particular posea credencial identificatoria,
igualmente es privado de su libertad, ya que es necesario conocer si existe impedimento
legal alguno a su respecto.
Esto indica que, en la práctica, la detención de
personas en base al inciso de esta ley se lleva a cabo para determinar si el sujeto registra
antecedentes penales.
En la sentencia dictada en el caso Bulacio, la
Corte Interamericana de Derechos Humanos decidió que: "el Estado debe garantizar que
no se repitan hechos como los del presente caso, adoptando las medidas legislativas y de
cualquier otra índole que sean necesarias para adecuar el ordenamiento jurídico interno a
las normas internacionales de derechos humanos, y darles plena efectividad, de acuerdo
con el artículo 2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en los términos
de los párrafos 122 a 144 de la presente Sentencia".
En 2009, seis años después de aquel
pronunciamiento, la Corte Interamericana volvió a llamar la atención del Estado argentino,
advirtiendo que aún no se han adoptado las medidas necesarias para evitar que casos
como los de Walter Bulacio se repitan. En particular, reafirmó la necesidad de adecuar la
regulación interna a los compromisos internacionales asumidos por el país en materia de
condiciones de detención de menores de edad, y de facultades policiales de detención sin
orden judicial.
En conclusión, se trata de una figura violatoria
de principios fundamentales del Estado democrático de Derecho, cuya
inconstitucionalidad fue declarada ya por este juez como paso previo a su derogación
legislativa, en junio del 2008, por permitir a la policía Bonaerense la detención por 12
horas para averiguar la identidad. Lo determinó luego de analizar un caso en el que un
hombre fue detenido por el "olfato policial". (8)
Ahora es turno que el Poder Legislativo de la
Nación haga lo propio para terminar con esta herramienta de evidente dotes para
conculcar derechos fundamentales de la Constitución Nacional; pero fundamentalmente
para reconstruir la confianza en una institución que cosecha una imagen negativa altísima
en la población que debe proteger. Si bien este no es el eje del proyecto, debemos
desarmar esa institución que "hace como" que lucha por mayor seguridad, por otra que
realmente tenga un método profesional para lograrlo; esto de "hacer estadística" como se
dice en la jerga policial, no redunda en ningún tipo de beneficio para la sociedad (en este
sentido ya ha sido presentado el proyecto 0332-D-2011 que busca reestructurar y
democratizar la actual Policía Federal Argentina). En todo caso, lo que se necesita es una
"POLICIA DE PROXIMIDAD", en el cual se priorice la prevención de la criminalidad,
estando en la calle, patrullando, la mayor parte del tiempo posible, en vez de estar
llevándose gentes horas y horas sin un objetivo claro al respecto, como aquí se demostró.
Y de esta forma la comunidad tendría un efectivo control sobre las actividades y acciones
de sus funcionarios públicos de seguridad, propiciando tareas de prevención y creando
mejores condiciones de labor.
Por otra parte, desde que el Ministerio del
Interior tomo la tarea de realizar los DNI, tiene los datos biométricos digitalizados de todas
las personas, tal que en caso de duda, la tecnología disponible hace más que posible la
averiguación rápida e instantánea de quién es cada cual, sin necesidad de levárselo
detenido largas horas como se ha descripto, haciendo valer y respetando lo que manda
nuestra Constitución Nacional.
Por todo lo expuesto solicito a las/os
señoras/es diputadas/os que me acompañen en el presente proyecto de ley
(1) Saín, Marcelo Fabián "Política, policía y
delito. La red bonaerense", p. 51, Claves para Todos, Capital Intelectual, Buenos Aires,
2004 .
(2) Tapia, Juan Francisco "Detención en
averiguación de identidad. El disfraz de la ilegalidad policial.", p 21. Tesina de Master,
sobre la detención policial en averiguación de identidad, Mar del Plata , 2008.
(3) La información en
www.chacodiapordia.com y http://www.barriosdepie.org.ar/
article.php3?id_article=1458
(4)
http://esp.habitants.org/espacio_de_los_habitantes_organizados/zona_liberada_en
_paichil_antriao_ahora_actua_el_escuadron_del_privado_ducau
(5) Una de esas personas circulaba a bordo
del "Renault 12 en mal estado de conservación", situación ya analizada en relación al
Caso 138, registrando un pedido de paradero del Tribunal de Menores 1, que luego derivó
en la libertad del nombrado al no interesar la detención. Por su parte, el Caso 108
obedece a la situación de un hombre [Claudio Daniel D., de 37 años de edad] que iba
caminando al costado de la ruta 88 a la altura del kilómetro 15, con dirección Batan
Otamendi, que no exhibió documentos y al ser consultada la red informática surgió que
registraba un pedido de averiguación de paradero solicitado por el Juzgado de Garantías
nro. 3 de Dolores en causa 6716 por Tentativa de Hurto. No surge del parte policial si se
certificó la situación el juzgado de origen, si se verificó el domicilio del causante, después
de cuántas horas se otorgó la libertad al imputado, ni demás datos sobre cómo se resolvió
la situación de Claudio Daniel D.
(6) Blando, O. "Detención policial por
averiguación de antecedentes," p. 131, Juris, Rosario, 1995.
(7) Trámite Parlamentario, Nro. 44, 28/6/1990,
p. 1966.
(8)
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-107206-2008-07-04.html
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