Expresar repudio ante los hechos de brutal violencia acaecidos en el estadio Mario Alberto Kempes de la Ciudad de Córdoba, que concluyeron con la muerte de Emanuel Balbo.

Señor presidente:

Este domingo 16 de abril sucedió otro hecho que enlutó al deporte argentino. Una vez más debemos lamentar la muerte de otro hincha de un club de fútbol, cuyo único delito fue a ir a presenciar un espectáculo deportivo. Mientras se disputaba el clásico entre los equipos de Talleres y Belgrano de Córdoba, Emanuel Balbo fue brutalmente golpeado por un grupo de barra bravas y arrojado al vacío desde la tribuna Willington.

Es lamentable y doloroso que la violencia en el fútbol parezca imposible de ser detenida por los poderes públicos, en desmedro de los clubes, dirigentes, socios y simpatizantes, que se encuentran desprotegidos frente al ataque y acoso de los violentos organizados. Mención aparte merece el hecho de que el instigador del asesinato, Oscar “Sapito” Gómez, se encontraba en libertad esperando el juicio que se le estaba llevando adelante por haber atropellado al hermano de Emanuel Balbo. Según el testimonio de la fiscal Liliana Sánchez, mientras Gómez corría picadas “atropelló al hermano de la víctima, Mauricio Balbo, que conducía una moto y lo mató”. Esto no hace más que resaltar la responsabilidad del Estado. Es fundamental que nuestro Congreso de la Nación se exprese al respecto, sumando voces al cambio necesario en esta materia fundamental del deporte argentino.

Por todo lo expuesto, solicito a los señores diputados que acompañen el presente