Expresar repudio por el escrache sufrido por el Dr. Alberto Fernández en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires el día 8 de julio de 2016 cuando transitaba por los pasillos de un centro comercial.

Señor presidente:

Este proyecto de Declaración se motiva en el escrache que sufrió el Dr. Alberto Fernández, ex Jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, el día viernes 8 de julio del corriente año, cuando transitaba por los pasillos del centro comercial “Patio Bullrich”, ubicado en el barrio de Recoleta de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

El ex funcionario relató que estaba comprando entradas cuando “un energúmeno” lo insultó fuertemente: “Me dijo ladrón y corrupto”, indicó. Enseguida, el dirigente acudió al personal de seguridad del shopping con la intención de llevar al agresor a la comisaría, quien reaccionó y le propinó varios improperios e insultos.

Horas después del episodio, Fernández dijo a medios de prensa que había realizado la denuncia correspondiente y le solicitó a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que “identifique a la persona que incitó a la violencia”, luego de la presentación que formulara en la comisaría 17 de la C.A.B.A.

Es preocupante y lamentable que este tipo de hechos ocurran y se manifiesten en forma de violencia y es por ello que es repudiable cualquier acción de agresión dado que como sociedad existen los mecanismos democráticos y civilizados para expresarnos como ciudadanos.

El escrache es un método nefasto utilizado por grupos o individuos (como el caso presente) que intentan imponer una visión particular de forma autoritaria, apelando a la violencia y a la intimidación y atentando contra el respeto mutuo que debe existir en una sociedad democrática.

Por todo lo expuesto, es que repudiamos con fuerza todo tipo de escraches, por tratarse de un método violento que atenta contra la paz social y la sana convivencia democrática. El escrache significa delatar, señalar, acentuar diferencias y clausurar arbitrariamente el diálogo. Por ello es que someto esta declaración a consideración, a la espera del acompañamiento de mis pares.