1.- Expresar su más enérgico repudio ante el gravísimo hecho sufrido por un ciudadano adulto mayor el día 12 de julio de 2016 en horas del mediodía en una formación del Ferrocarril General Bartolomé Mitre parada en la estación Carranza de dicha línea, cuando fue abordado por agentes de la Policía Federal Argentina quienes lo limitaron en el ejercicio del derecho constitucional a la libertad de expresión, indique:

2.- Exigir al Poder Ejecutivo Nacional, a través del organismo que corresponda, las explicaciones pertinentes y la utilización de todos los recursos disponibles para esclarecer estos hechos ilegales, ilegítimos y de violencia institucional que dañan a la Democracia, a la República y al Pueblo Argentino en su conjunto.

3.- Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que a través del organismo que corresponda informe lo siguiente:

a.- Si se ha ordenado la investigación del hecho en cuestión.

b.- Si se ha ordenado abrir sumario administrativo a los agentes intervinientes, indique que sanción puede caberle a un agente que lesiona un derecho constitucional de un ciudadano, sin que este último haya cometido un delito penal u acto o hecho ilícito en general.

c.- Si existen protocolos de actuación para hechos que no constituyen delitos penales u acto o hecho ilícito en general. En su caso indique que establecen dichos protocolos en relación a hechos como el que motivan el presente pedido de informe.

d.- En caso de no existir protocolos indique que medidas con perspectiva de derechos humanos tomarán para implementar un protocolo de actuación que respete los derechos constitucionales en especial el derecho a la libertad de expresión cuando su ejercicio no constituye ilícito alguno.

Señor presidente:

Constituye un hecho de extrema gravedad y máxima preocupación la violencia institucional ejercida por parte dos oficiales de la Policía Federal hacia un ciudadano mientras viajaba en el Tren Línea Mitre, el martes 12 de Julio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Alrededor de la una del mediodía, un ciudadano adulto mayor que estaba viajando en el tren Línea Mitre, y que portaba un cartel donde manifestaba disconformidad por las distintas políticas publicas implementadas por el gobierno nacional, y el actual Presidente de la Nación, fue blanco de ataques y amenazas por parte de dos oficiales pertenecientes a la Policía Federal Argentina, y un empleado del ferrocarril de la Línea Mitre que lo interpelaron para que se baje del tren así como también que no manifestara su forma de pensar y cese en sus actos.

Es una realidad, Señor Presidente, que este acontecimiento ocurre en el marco de una serie de sucesos de violencia institucional y discriminación por pensamiento político que el gobierno nacional desde sus altos funcionarios hacia los de menor rango viene produciendo desde la nueva etapa política iniciada el 10 de diciembre de 2015.

Notablemente contrario a los discursos de campaña en los que hablaba del diálogo y el respeto por todos los sectores de la sociedad, el gobierno nacional viene redoblando esfuerzos en la construcción evidente de un sujeto negativo, sobre las espaldas de la juventud militante, los trabajadores y las organizaciones sociales, cargada de agresiones y descalificaciones, y ahora un ciudadano común, que no resulta en otra cosa más que la negación de la política como instrumento de la democracia. Una situación que recuerda las peores épocas de nuestro país.

Sólo por citar algunos ejemplos podemos recordar las declaraciones poco felices por parte de algunos funcionarios públicos como la desafortunada frase “la grasa militante” para referirse a los miles de despedidos de la administración pública; los distintos hechos protagonizados por múltiples fuerzas de seguridad, como la represión con balas de goma por parte de la Gendarmería Nacional a una murga de la villa 1-11 14 en la Ciudad de Buenos Aires, que dejó varios heridos entre los que se encontraban algunos niños; la represión también con balas de goma y carros hidrantes a los trabajadores de Cresta Roja, que reclamaban por su fuente de trabajo en la Autopista Riccheri; la represión por parte de la Policía Federal con gas pimienta, palazos y balas de goma a trabajadores bancarios que se movilizaron a dos cuadras del Congreso de la Nación el primero de Marzo, para protestar por los despidos en el Banco Central, entre otros. ¿Cómo podremos exigir a nuestros compatriotas el respeto por la diversidad de ideas si los representantes del estado no lo hacen?.

Porque ante la expresión política de una parte de la sociedad, nuestra responsabilidad política como legisladores, emanada del voto popular, es tomar las medidas necesarias para profundizar y valorar a la política -y a sus expresiones- como la única forma democrática que permite avanzar en la construcción de una patria soberana.

Por eso, este tipo de hechos como el que aquí repudiamos afectan nuestra democracia, que con tanto esfuerzo estamos construyendo desde hace 33 años.

Por lo expuesto, solicito a mis pares me acompañen en el presente proyecto de resolución.