Su más enérgico repudio a la feroz e injustificada represión ejercida por las fuerzas de seguridad luego de la pacífica desconcentración de la manifestación popular del viernes 01 de septiembre, en reclamo de la aparición con vida de Santiago Maldonado, víctima de desaparición forzada desde hace un mes.

El accionar de las fuerzas policiales adquirió modalidades abiertamente vulneratorias de los derechos y libertades personales de gran cantidad de ciudadanos -evidentemente ajenos a los incidentes producidos por un grupo minúsculo- luego, decenas de personas fueron injustificadamente detenidas en zonas aledañas a la Plaza de Mayo. Conforme surge, incluso, de filmaciones difundidas en los medios de comunicación social. Asimismo, el operativo desplegado resultó violatorio de la ley, en tanto ésta prohíbe la presencia de policías sin identificación en las manifestaciones públicas.

La H. Cámara de Diputados expresa su profunda preocupación por las persecuciones de carácter intimidatorio efectuadas sobre la ciudadanía, en un contexto creciente de represión y judicialización de los conflictos sociales. Asimismo, exige a las autoridades competentes que adopten medidas urgentes para el cese inmediato de ese accionar antidemocrático e ilegal, así como para la realización rápida de los sumarios administrativos tendientes al esclarecimiento de los hechos y la sanción efectiva tanto del personal policial involucrado en los actos antijurídicos, como de los responsables políticos del operativo.

Señor presidente:

El 01 de septiembre del corriente, una multitud integrada por organismos de derechos humanos, agrupaciones sociales, gremiales, estudiantiles y políticas se concentraron en Plaza de Mayo para exigir la inmediata aparición con vida de Santiago Maldonado al cumplirse un mes de su desaparición, el 1 de agosto pasado, luego de un operativo realizado por la Gendarmería en la comunidad mapuche Pu Lof en Resistencia Cushamen, Chubut.

La manifestación, convocada por la familia de Santiago, con el acompañamiento de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y otros organismos de Derechos Humanos, se realizó en forma absolutamente pacífica, al punto que notas periodísticas señalaron incluso que “gran mayoría de los negocios de las calles que conectan con la Plaza de Mayo permanecieron abiertos durante la marcha”(cfr. Por ejemplo, https://www.diariopopular.com.ar/general/una-multitud-marcho-plaza-mayo-reclamar-la-aparicion-vida-santiago-maldonado-n318814 ) y que “La presencia policial es escasa esta tarde en las inmediaciones de la Plaza. Como parte del operativo de seguridad se instaló un vallado detrás de la Pirámide de Mayo, que no permite la circulación hacia la zona de la Casa Rosada y casi no había efectivos policiales en el área” ( Cfr. http://www.lanacion.com.ar/2058850-en-fotos-la-marcha-por-santiago-maldonado ).

Ya finalizado el festival musical y el discurso del único orador –el hermano de Santiago- se realizó la desconcentración, también pacífica, de la zona. Sin embargo, hacia las 21 horas, cuando quedaba muy poca gente en la Plaza y ya se había empezado a desarmar el escenario, se produjeron confusos incidentes entre un grupúsculo de encapuchados y la policía.

En ese marco, como se puede observar en las transmisiones de diversos canales de televisión y en videos y filmaciones de particulares difundidas en los días siguientes en las redes sociales, se produjo una reacción virulenta y excesiva de las fuerzas de seguridad, que rápidamente tomó modalidades que semejaron más una cacería humana que un operativo de disuasión y control del espacio público.

Así, se pueden observar diversos registros que dan cuenta de la presencia de personal policial sin uniforme, deteniendo personas, en medio de disparos de

balas de goma y granadas de gases lacrimógenos; esto, en clara violación a la ley que establece que "Es obligatorio para todo el personal policial interviniente en manifestaciones públicas portar una identificación clara que pueda advertirse a simple vista en los uniformes correspondientes" (artículo 100, ley 5688/16 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires).

Asimismo, se ha verificado que las personas detenidas no guardaban relación con los incidentes que originaron el operativo policial e incluso se encontraban físicamente en otro lugar al momento de los hechos. Al punto, que se investiga actualmente la posible falsedad documental en que habrían incurrido los y las agentes actuantes, que asentaron en las actas que la detención se produjo en un lugar diferente al real.

Particularmente grave, por la severa afectación al derecho a la libertad de expresión, el libre acceso a la información pública y el derecho a la comunicación, resulta la verificación de la detención de periodistas que cubrían los hechos. Finalmente, no puede soslayarse la aplicación de violencia física innecesaria sobre las personas ya reducidas, configurando agresiones que pueden calificarse como tormentos.

Así, en el marco de los planes de ajuste y pobreza en aumento, se produce un agravamiento y recrudecimiento de los procederes intimidatorios y represivos de las autoridades públicas. Este hecho nos retrotrae peligrosamente a un pasado ominoso, que las argentinas y argentinos consideramos perimido y al cual con la vuelta a la democracia dijimos NUNCA MÁS.

Por todo lo expresado, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto de Declaración.