Expresar su profunda preocupación por los distintos casos de desapariciones de niñas adolescentes en el barrio porteño del Bajo Flores, que se vienen dando desde el año pasado.

Señor presidente:

Desde el año pasado en el barrio de Bajo Flores se vienen dando desapariciones de jóvenes adolescen-tes, de entre 13 y 17 años; que son contactadas especialmente por Facebook. Luego de la presión so-cial en el barrio, marchas y reclamos en la fiscalía de Pompeya y en las comisarías de la zona – ya que muchas veces no les quieren tomar las denuncias a sus padres-, las jóvenes aparecen, luego de varios días.

La realidad es que a varias de ellas la estacionaron para irse de su casa con fotos que consiguen de ellas, luego de entablar un vínculo de confianza a través de la red social; y algunas de ellas denunciaron que fueron obligadas, bajo extorción, a filmar videos pornográficos.

El caso de Erika es muy ilustrativo de esta situación. El día martes 19/7 desde las 10 de la mañana, se concentraron familiares, docentes y distintas organizaciones sociales del barrio Bajo Flores, para exigir la aparición de Erika Jennifer. Estaba presente también María del Carmen Verdú, abogada de la CORRE-PI, y representante de la familia de la joven, que acompañó a la madre de Erika para ser recibida por el fiscal interviniente.

Erika Jennifer es alumna del EMEM 3 del distrito 19, del Bajo Flores, y estuvo desaparecida desde el 30 de junio al 21 de julio.

Desde su desaparición, los familiares junto a docentes de la escuela, de la zona, y miembros de organi-zaciones sociales y sindicales, se vienen reuniendo y acordando distintas acciones para pedir por su aparición.

Ana, maestra de una escuela de Bajo Flores, decía que “las desapariciones de las chicas se dan con con-tactos a través de la computadora, de las redes sociales. Cuando las chicas desaparecían cada familia se manejaba por separado y como podía. Desde el año pasado empezó a haber organización desde los familiares, de los docentes y gente del barrio, para ver qué podíamos hacer para que las pibas aparecie-ran. La idea era empezar a hacer presión, presionar en la calle, acompañar a las familias...Y eso ayudó un montón porque varios de los casos se resolvieron en las marchas. O sea estando en marchas, nos devolvieron a las pibas. Yo creo que se resolvió por la acción en la calle. Lo importante es que las chicas empezaron a aparecer, y también sirvió mucho para hacerlo palabra de la escuela. Para hacer una tarea de prevención.”

Liliana, otra docente del barrio, agregó que “frente a la complicidad del estado en las redes de trata, la organización y movilización de los docentes y organizaciones acompañando a la familia, es la forma en que se visibiliza la problemática y las chicas aparecen. Es lo que quedó demostrado en casos anteriores donde las chicas aparecen luego de estas acciones conjuntas.”

Queremos dejar constancia de nuestra preocupación e instar a las autoridades a que se ocupen con especial atención de este tema.

Por todo lo expuesto, solicito a mis colegas que me acompañen en este proyecto.