Vida institucional
06 de julio de 2018
EL CUERPO DE TAQUÍGRAFOS DE LA CÁMARA DE DIPUTADOS CUMPLIÓ 140 AÑOS
FUE CREADO EN 1878 Y CONSTITUYE UNA PIEZA CLAVE DE LA ACTIVIDAD LEGISLATIVA
Fotografía HCDN Fotografía HCDN
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El cuerpo de taquígrafos de la Cámara de Diputados de la Nación acaba de cumplir 140 años de trabajo y, en ese marco, fue reconocido por su minuciosa y comprometida labor al servicio de la actividad parlamentaria. El presidente de la Cámara, Emilio Monzó, destacó el trabajo que llevan adelante los taquígrafos.

El director del cuerpo de taquígrafos, Guillermo Castellano, sostuvo que “estamos orgullosos y agradecidos de ser parte de este gran equipo de trabajo que durante muchos años viene cumpliendo la silenciosa tarea de registrar nada más ni nada menos que la expresión de cada diputado al momento de dar vida a una ley”.

Del reconocimiento participaron las máximas autoridades de la Cámara. El secretario parlamentario, Eugenio Inchausti, la secretaria administrativa, Florencia Romano, y la prosecretaria parlamentaria, Marta Luchetta, acompañaron a Monzó.

CÓMO NACE EL CUERPO DE TAQUÍGRAFOS EN DIPUTADOS

La demanda de contar con un cuerpo de taquígrafos en el Congreso de la Nación nace por iniciativa del presidente Domingo Faustino Sarmiento, con el objetivo de registrar los debates parlamentarios y dar fe de todo lo sucedido y aprobado en el recinto de sesiones. Para ello se recurrió a los dos únicos y primeros taquígrafos de la época: Eduardo Camaña y Emilio Inzaurraga. Con ellos nació el cargo de taquígrafo “con la jerarquía de funcionario público, ya que es quien atestigua todo lo que sucede en una sesión”, cuenta el actual director del cuerpo de taquígrafos, Guillermo Castellano.

Pero era necesario contar con profesionales en el país. Es así que años antes se inaugura la cátedra de taquigrafía en el Colegio Nacional Carlos Pellegrini, dictada por Guillermo Parody, adaptador del sistema del inglés Isaac Pitman. La cátedra-semillero dio sus primeros taquígrafos que ingresaron, en 1872, al Cuerpo de Taquígrafos del Congreso, creado ese mismo año.

No es hasta el año 1878 en que la Cámara de Diputados cuenta con su propia dirección de taquígrafos como consecuencia de que las dos cámaras (de senadores y diputados) no podían sesionar simultáneamente por falta de taquígrafos. Fue así que se creó un cuerpo de taquígrafos para cada cámara.

CÓMO SE TRABAJA

Los taquígrafos constituyen una pieza clave de la actividad legislativa. Registran todas las sesiones y aquellas reuniones de comisión que lo solicitan. Trabajan generalmente en parejas o de manera individual y cumplen turnos de cinco minutos, siendo reemplazados para componer lo registrado. Al cabo de unos 45 minutos, cuando ya se ha completado la rotación, reingresan al recinto. El texto final es controlado por los revisores bajo la supervisión del director.

Los dos sistemas taquigráficos que se utilizan son el manual y la estenotipia. El sistema taquigráfico manual está compuesto por signos, método creado por el director de taquígrafos durante 1904 y 1913, Gabriel Hilario Larralde, quien adaptó al español el código del inglés Isaac Pitman. Este sistema es el más usado en el país.

Como la meta es registrar el mayor número de palabras con la menor cantidad posible de trazos, se usan líneas rectas o curvas que representan sílabas. Todos los sistemas, además, funcionan por fuga de vocales. De esta manera, un taquígrafo puede captar 180 palabras por minuto, el doble que un experimentado dactilógrafo.

También existe el registro con máquinas de estenotipia, método de escritura rápida. Con este instrumento se pueden ejecutar pulsaciones con una o más teclas presionadas simultáneamente. La estenotipia, en virtud de las abreviaturas hechas, tiene velocidad suficiente para la transcripción en tiempo real.

“El trabajo del taquígrafo es un trabajo que requiere mucha concentración y velocidad, sobre todo cuando en las sesiones, y al calor del debate, se debe tomar nota de los discursos de diputados que hablan con una rapidez de hasta 180 palabras por minuto cuando la media es de 100 a 120 palabras por minuto”, cuenta Castellano.

LA IMPORTANCIA DEL TRABAJO EN EQUIPO

Hoy en día, son 50 los taquígrafos que componen el cuerpo, todos ellos profesionales. La mayoría proviene de las ciencias jurídicas, son licenciados en letras, contadores, calígrafos públicos, traductores y comunicadores “ya que se necesita gente con formación profesional que pueda reconstruir el discurso de un diputado que quizás en el fervor de su exposición haya perdido claridad en lo que quería expresar. Muchas veces el diputado no cerró una oración, o dijo en negativo algo que debía decir en positivo, o se equivocó un nombre, una norma, una fecha. Allí es donde entra en juego la habilidad intelectual del taquígrafo para darle sentido a lo que se quiso decir, cumpliendo siempre la norma que indica que se debe respetar entre el 80 y el 90 por ciento de las palabras que pronunció un diputado”, explica el director del cuerpo.

“Nuestra misión es que a minutos de terminado el debate esté listo el diario de sesiones, donde figure la versión escrita del debate que tuvieron los diputados. Esa demanda de velocidad y precisión es la que nos exige un trabajo en equipo bien aceitado: cada cinco minutos tenemos que hacer los relevos, por eso es muy importante el trabajo coordinado. Si no trabajáramos de manera mancomunada, la labor no sería posible”, concluye Castellano.

VIDEO FACEBOOK ENTREVISTA A CASTELLANO: https://www.facebook.com/diputados.argentina/videos/1408627319151662/