ASAMBLEA LEGISLATIVA
01 de marzo de 2018
UN RECINTO COLMADO PARA ESCUCHAR AL JEFE DE ESTADO EN LA APERTURA DE SESIONES
El mensaje comenzó a las 11 y se extendió durante 43 minutos
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Desde las nueve de la mañana se empezaron a ocupar las bancas, las bandejas y palcos de un recinto especialmente preparado para la Asamblea.

La vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, dejó abierta a las 10.30 la asamblea. El mensaje del Presidente se inició a las 11, con puntualidad, y se prolongó durante 43 minutos. Tuvo una extensión muy similar a la del mensaje que había brindado durante la apertura de sesiones del año 2017.

Luego de recorrer Avenida de Mayo escoltado por el Regimiento de Granaderos a Caballo, el Presidente hizo su ingreso por la escalinata central del Palacio Legislativo, en la avenida Entre Ríos, y se dirigió al Salón Azul del Senado, donde firmó los libros de honor de ambas Cámaras.

Junto a la vicepresidenta de la Nación y el titular de Diputados, Emilio Monzó, también se dirigieron hacia el primer ejemplar Constitución Nacional de 1853, resguardado en una vitrina del Salón Azul del Senado, antes de hacer el ingreso al recinto de la Cámara baja.

“Quiero homenajear a los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan que entregaron su vida cumpliendo su deber. Estamos con sus familiares, y quiero reiterarles que estamos haciendo todo lo que podemos para encontrarlos”, fueron las palabras iniciales del mandatario ante los legisladores.

Diputados y senadores escucharon el discurso en un clima de absoluta serenidad y, desde el oficialismo, aplaudieron el anuncio de las iniciativas que enviará el Poder Ejecutivo al Congreso. Como parte del contexto actual, donde se debate la interrupción voluntaria del embarazo, diversos diputados y senadores exhibieron pañuelos verdes y carteles en sus bancas, en representación de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito.

Los palcos de las galerías del recinto también estuvieron colmados con invitados especiales: desde familiares de las máximas autoridades políticas hasta representantes de diversos cultos y funcionarios diplomáticos.

Tanto en el interior como en los alrededores del Congreso, se dispuso un fuerte operativo de seguridad que contó con efectivos de la Policía Federal, Policía de Seguridad Aeroportuaria y Gendarmería Nacional.