
PAISAJE
Robirosa, Josefina
La obra presenta una estructura montañosa de carácter casi abstracto, donde la línea en tinta construye volúmenes y texturas con sutileza y precisión. Las tramas y sombreados se alternan con amplias zonas vacías, creando un juego visual entre presencia y ausencia. La disposición ascendente de las formas sugiere un impulso vertical y expresivo, mientras que la irregularidad de los contornos aporta dinamismo.
La escena nos evoca las antiguas estampas orientales especialmente por la expresividad del trazo, la síntesis formal y el equilibrio entre lleno y vacío, tan característica del arte japonés como el sumi-e. Nos transporta a una atmósfera liviana y atemporal, como una visión poética de la naturaleza, suspendida entre lo real y lo imaginado.